A trip to Namek → 4

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Era una nave en forma redonda pero enorme, Vegeta tocó tierra firme y ambos bajamos dentro dónde seguramente habían muchos seres como él esperándome para morir. Los pasillos son fríos y lúgubres, se escucha un pitido por parte de toda la maquinaria que hay. Vegeta detiene su paso y me mira de reojo;

— Aquí vienen — Dice. Me pongo nerviosa.

— ¡Alto ahí! ¡V-VEGETA! — Titubeó con miedo el soldado apuntando con una pistola extraña, detrás de él había más temblando como una hoja de papel y es que si los comprendo bien.

— ¿Dónde están las esferas del dragón?

— ¡No te dejaremos pasar! — Insistió.

— Escoria como tú no me sirve para nada así que dile a Freezer en el infierno que bese mi trasero — Vegeta extiende la palma de su mano e inmediatamente una bola de energía aniquila a todos, cierro los ojos ante la luz cegadora. El olor a carne quemada me da muchas náuseas, lo veo entrar a una habitación, las puertas se abren automáticamente haciendo un ruido raro.

A paso rápido lo seguí, está sacando una nueva armadura, está vez el Spandex de un color azul más oscuro y una armadura sin hombreras, miró al suelo y ahí quedó una de esas armas raras en el suelo, la levantó y la miró entre mis manos ¿Y si tal si yo le puedo hacer más potente a esto? La guardo en el cinto de mi pantalón con cuidado de lastimarme o disparar por accidente.

— ¡No me jodas que te cambiarás frente mío!

Grite.

— ¡Ah! eres una mujer tan gritona. ¿Cómo es que te soportan? — Contraataca y sabía que a él le valía que yo estuviese ahí, así solamente opte por darle la espalda y esperar a que acabará, mire mis uñas tan maltratadas y sin esmalte. Después de unos minutos, volteo con timidez para verlo lavando su rostro. Se ve mejor con esa armadura que con la pasada, tuve que sonreír pero inmediatamente la borré ¿Como decía eso? ¡No! El es un total patán, egoísta eso.

— Tenemos que encontrar las esferas del dragón, tus estúpidos amigos no aparecen. Los muy mal nacidos saben cómo ocultar su Ki.

— Bueno, podremos tener una pista. ¿Dónde es el lugar de confianza de Freezer? Tal vez ahí las guarde ¿No es así? — Dije con una sonrisa y él también lo hizo, me tomo de la mano y ambos salimos inmediatamente de ese lugar, casi volamos a través de los pasillos, tuve que chillar

Entramos a una gran habitación que tenía una especie de ventanal que daba una gran vista, las esferas, cinco de ellas estaban ahí juntas. Al igual que Vegeta tuve que reír con alegría ¡Ahí están! ¡Ahí están! Es lo único que puedo decir.

Vegeta camino hasta ellas y las tomo en sus manos y abajo del abrazo, liberando Ki, rompió el cristal del ventanal y las lanzó por ese lugar, yo me quedé en cierto shock al ver eso ¡¿Que es lo que estaba haciendo!? ¡Son sagradas!

— ¿Qué haces? — pregunté

—¿No es obvio? Las vamos a esconder bien y cuando tenga las dos que faltan, será tú fin y el de Freezer, te queda poco tiempo —Advirtió.

—Que gracioso — Aunque sabía que era verdad y me cagué del miedo, quería verlo de broma.

— Cuando sea inmortal, seré yo quien domine al universo — Exclamó con aires de grandeza. Me crucé de brazos y él me jaló de la cintura para llevarme lejos de ahí, nos alejamos de la nave y las esferas nos iban siguiendo mientras eran rodeadas de un aura azul. ¿Cómo podía hacer eso? Que útil sería todo eso, sin duda alguna. Bajamos en una zona montañosa, ahí es donde Vegeta entre unas grietas guardo bien las esferas del dragón, el estaba a un paso de eso.

A trip to Namek (Vegebul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora