Capítulo 5. Tres días son...

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Yamaguchi se había saltado la escuela, no quería ver a Tsukishima durante un tiempo, por suerte para él era viernes y no tendría que verlo hasta el lunes, Tres días son… suficientes. Ahora estaba solo en casa, sus padres no estaban salieron en un viaje de tres días, estaría todo el fin de semana solo y eso era justo lo que quería, así podía llorar tanto como quisiera. No comió, no se ducho, solo así se fue a acostar siendo casi imposible conciliar el sueño…

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-Primer sueño-

Siento herirte…
-dijo Tsukishima con un tono serio y arrepentido.

No fuiste tú
-dijo Yamaguchi.

Cierto, pero igual me duele como si yo te hubiera lastimado…
-respondió lastimosamente el mas alto.

Pero no es así Kei
-dijo Yamaguchi en un susurro mientras se acurrucaba sobre él.

Al fin despertó, eran las dos de la tarde del sábado, Yamaguchi tenía los ojos hinchados de tanto llorar, solo podía pensar en Tsukishima, el abrazo tan cálido que le había dado, podía parecer irrelevante para cualquiera, un simple acto de amistad o lastima al verlo llorar, pero Tsukki no era del tipo de persona que hacia ese tipo de cosas, ese abrazo solo había aumentado sus esperanzas, así que había pasado la noche tratando de matarlas pero las malditas una y otra vez volvían. Deseaba tanto que el Tsukishima de sus sueños fuera real… Una y otra vez pensando en esto cayó dormido…

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-Segundo sueño-

Tadashi
-dijo la suave voz de Kei mientras jugaba con el cabello del nombrado.

Yamaguchi otra vez recostado sobre él solo se limitaba a responder con un sonido.

Tadashiiii
-dijo susurrando en su oído muy insistentemente pero dulce.

Yamaguchi estaba cómodo pero por su insistencia alzó la vista encontrándose muy cerca el rostro de Kei: ¿Q-Qué quieres? -respondió nervioso y sonrojado.

Kei sonrió, gentilmente le tomó la mejilla y lo acercó aun mas hacia él, le besó tan dulcemente que Yamaguchi no supo más y se dejó llevar. Después de un tiempo sus besos se hicieron mas y mas intensos, Kei traviesamente jugaba con la lengua de Yamaguchi, mientras este se dejaba consentir por las manos del mas alto, su mano derecha estaba sujetando la cabeza de Yamaguchi, la izquierda exploraba la espalda de él desde arriba bajando lentamente hasta su cintura donde encontró el inicio de su pantalón al verlo como un obstáculo lo empezó a bajar aun mas lentamente, corrió la mano a donde estaba su cremallera y la bajo, Yamaguchi despertó de su trance para quitar la mano de Kei.

P-Para…
-dijo Yamaguchi separándose de él.

Pero esto es lo que realmente deseas Tadashi
-susurró Kei a su oído mientras lo jalaba de nuevo hacia él, le besó apasionadamente haciendo que otra vez Yamaguchi se perdiera, metió su mano dentro de la ropa interior de este y tocando el miembro ya erecto de su compañero comenzó a mover de arriba a bajo en un movimiento constante. Yamaguchi solo podía gemir estando sobre él, su respiración agitada acariciaba el cuello de Kei encendiéndolo aun mas por lo que tomando la mano del peliverde la metió dentro de su pantalón haciendo que acariciara su entrepierna. Yamaguchi sin poder pensar se dejó llevar acariciándole también, entre confusos gemidos de placer se vino y despertó…

Ya era domingo, Yamaguchi no podía creer el sueño que tuvo anoche, su respiración estaba agitada y su ropa interior mojada, se había venido solo con soñar con su amado Tsukki tocándolo, estaba en completo shock fue a lavarse y cuando ya estaba mas calmado se reprochó a sí mismo por pensar en su mejor amigo de esa manera, estuvo todo el día pensando sobre eso y atormentándose, si algo tenía Yamaguchi era una increíble capacidad para autolastimarse…

.

-Tercer sueño-

Yamaguchi estaba boca abajo y había sido despojado de su camisa, Tsukishima, que estaba sobre él, le besaba con increíble histeria, sus manos recorrían con ansia cada parte del delgado cuerpo de Yamaguchi, mientras sus caderas se movían arriba y abajo incesantemente rozando su acentuada erección en el trasero de Yamaguchi mientras este lloraba.

Tsukki… detente...
-dijo sollozando.

No es eso lo que realmente quieres Yamaguchi… Te observo, la forma en que me miras te delata… incluso ahora, lo sientes ¿verdad?
-respondió Tsukishima en un tono frío y arrogante, pero también seductor.

No es lo que quiero, no así
-sollozó el de abajo.

Tus deseos son los que afectan tus sueños te lo dije ¿no?; ayer querías cariño y comprensión te traté gentilmente, pero pensaste mas sobre eso, eres muy cobarde lo sabes, esa fue tu conclusión, no tenias la fuerza para hacerlo por ti mismo y querías que yo te forzara, así es como llegamos aquí, acéptalo te conozco mejor que nadie… por tu cobardía… esto es lo que deseas…

Después de una cruel pero placentera tortura despertó, su alarma lo había salvado, era lunes y tenia que ir a la escuela…

Tres días… tres días son suficientes…

Para romperte…

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora