Capítulo 1. La derrota antes de la guerra es...

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Bajo un enorme árbol de gran sombra, descansaban dos chicos, un chico con el cabello claro y otro con el cabello oscuro, el primero más alto, el segundo más bajo, uno sonriendo, y el otro… no.

Con los audífonos de diadema que descansaban en el cuello del más alto se podía escuchar el susurro de una extraña canción melancólica, mientras él miraba con una extraña sonrisa la pantalla de su celular…

Admiración…
Cariño…
Amor…
Inferioridad…
Frustración…
-empezó a hablar el más bajo de cabello oscuro y pecas…
Tsukki
Ya no quiero más de esto…
-decía acostado y cubriendo su rostro con sus brazos cruzados.

Es muy temprano para huir…
Demasiado pronto para echarse atrás…
¿Verdad Yamaguchi?...
-respondió el chico rubio y de lentes que estaba sentado junto a él.

La sensación de derrota…
La presión de mejorar…
El ansia de amar…
¿Todo vale la pena Tsukki?...
-volvió a decir el primer chico, con un tono aún más lamentable.

Yamaguchi
¿Puedes rendirte cuando ni siquiera has intentado?…
-dijo el rubio ignorando su pregunta mientras lo veía fijamente con un poco de molestia en su rostro.

Puedo Tsukki
-respondió el más bajo, con un suspiro.

Entonces suma a tus defectos el ser cobarde…
-dijo el más alto levantándose,  y saliendo de esa plácida sombra.

Adiós… Tsukishima Kei
-susurro el menor al viento… con un tono casi imperceptible, para que aquel que se iba no escuchara su lastimosa despedida… pero el viento, cruel y maldito, llevo suavemente ese susurro a oídos de justo ese chico y lo depositó con tranquilidad… se detuvo de su caminar… y volteó hacia atrás…

Hasta pronto… Yamaguchi Tadashi
-dijo el más alto dándole la más hermosa sonrisa vista en el rostro de él.

Su sonrisa era cruelmente resplandecida por el sol, su cabello cruelmente acariciado por el viento, y un recuerdo cruelmente enterrado en su corazón…

.

Sonó la alarma del despertador de su celular por tercera vez… 
Yamaguchi había llorado otra vez en sueños…
Otra vez se quedó acostado en la cama mirando al techo…
Otra vez sin fuerza para secarse las lágrimas esperaba a que el frío matutino las congelara…
Otra vez suspiraba con suspiros que se llevaban su alma y traían desolación…
Otra vez… “Tsukki”… exhalaban sus labios, como una palabra mágica, no, más como una maldición…

La única palabra “Tsukki”, perteneciente a la única persona, Tsukishima Kei, que podía hacerlo liberarse de esos sentimientos ahogados.
¿Ahogados por quién? Por él mismo claro está, se había controlado, siempre lo hacia donde no hubiera nadie… siempre solo… le dolía, realmente tanto… pero los ahogaba, cuando estaba con esa única persona los ahogaba, entonces, así estaba bien ¿no?...

Te amo Tsukki… susurró a nadie.

Su madre golpeó la puerta sin moderación, le gritaba que se hacía tarde, Yamaguchi vio la hora en su celular, eran 40 minutos más tarde de la hora en que siempre se levantaba, No me da tiempo para un baño -pensó, y corrió a vestirse, para después rápidamente bajar y tomar un pan sobre la mesa, y finalmente salir de su casa a toda prisa…

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora