Capítulo 23. Tragedia: el cazador.

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Sólo tres días pasaron,  y si bien las cosas se habían tranquilizado un poco aún estaba esa ligera incomodidad, entre el equipo y Yamaguchi, pero más notablemente, entre Tsukishima y Yamaguchi.

El pecoso se enteró que ellos también habían visto la escena detrás de la escuela pero ya que ninguno preguntó nada él había decidido no rendirse a menos que Yuuki hiciera una reaparición, lo cual después de ese día no hizo.

Tsukishima trataba de actuar normal pero su mente era como un nido de avispas que a algún idiota se le había ocurrido agitar, y si, ese idiota era Yamaguchi Tadashi, su amigo de la infancia, es decir su único amigo, al que había descubierto gay y que recientemente le hacía sentir sensaciones inexplicables...

Yuuki por otro lado estaba deprimido, y al no tener el valor para acercarse había mandado a su hermana, Sakura, a vigilar a Yamaguchi, la cual lo hizo con placer.

Exceptuando eso las cosas transcurrían normales, y los días pacíficos extrañamente volvieron, o eso creían los externos al club pues para los de dentro era mucho más evidente, por alguna razón había una gran falta de coordinación...

...

Viernes, había pasado media mañana, era el descanso, y de nuevo las cosas lucían mal, para Hinata. Caminaba por toda la escuela sin rumbo fijo, se sentía realmente culpable, pues no podía sacarse de la cabeza que debía de arreglar la situación del equipo, y además estaba seguro de que Yamaguchi creía que él lo había delatado y se debatía entre si decirle que los demás también estaban ahí o dejarse como chivo expiatorio para los del club... y pensando en esto chocó...

-A-auhh... -se quejaba el pelinaranja en el suelo.

Oh lo siento!, Dios es que eres tan pequeñito~ -contestó una voz en tono burlón

-¡¿Ah?! ¡¿A quién llamas pequeñito?! -se exaltó Hinata mientras repentinamente se ponía de pie, e iba a seguir discutiendo si no fuera por la tremenda altura del chico que tenía en frente.

En complexión se parecía mucho a Ushijima, su piel era sólo un poco más clara, y tal vez era un poco más alto, su cabello y ojos eran de un negro muy profundo, su boca iba en una sonrisa permanente, era en cierta manera encantador... pero a la vez muy extraño...

-De verdad lo siento no era mi intención ofenderte~ -respondió sonriente -¿Te han dicho que luces adorable?

-¡¿Aaaah?! -gritó Hinata que por sólo ese comentario abandonó el miedo y por supuesto que iba a reprochar -¡Puede que sea pequeño pero puedo saltar! -respondió por impulso.

-¿Saltar?

-Y-yo juego voley... -respondió avergonzado, Demonios lo confundí con Japón...

-¡oh! Ya veo, Me encanta el voley... Aunque sólo verlo... ¿Qué posición ocupas? ¿Libero?

-Soy bloqueador central...

Wow! Eres realmente pequeño...

-¡Pero puedo saltar! -alegó Hinata pegando un gran salto, que de tan alto casi da al techo.

Aquel tipo sonrió de medio lado y sólo dijo: -Interesante...

-¡Hinata idiota! ¡¿Dónde diablos estabas?! ¡¿No se supone que querías unos pases?! -llegó gritando un muy molesto Kageyama.

-¡Waaa! ¡Lo siento Kageyama! -respondió él corriendo en dirección opuesta.

Kageyama fue corriendo tras él, y cierta chica los observaba con sus encantadores y peligrosos ojos...

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora