Capítulo 17. Dos Tsukkis y un zorro.

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Un día, después de encontrar a Yamaguchi herido en un basurero, estuvo hospitalizado un día. Los doctores dijeron que no era la gran cosa, unas cuantas heridas superficiales pero ninguna fractura, fue dado de alta con el consejo de reposar el resto de la semana.
Yamaguchi se vio obligado a faltar a clases pero estaba bien y era lo mejor, porque podía estar a solas con sus dos Tsukkis.

Tsukishima, el real, por las mañanas antes de ir a la escuela y por las tardes al salir le cuidaba y atendía con devoción, también le llevaba comida que su madre preparaba, toda su favorita pero saludable; pasaban mucho tiempo juntos, por alguna razón su amado Tsukki estaba muy pegado a él, como si los papeles se hubieran invertido, y eso le fascinaba. Si había algo que no le gustaba era esa expresión aterradora que ponía el rubio a cada tanto, una expresión jamás antes vista en él, una que escondía un miedo incontrolable, no le gustaba ser el causante pero significaba que le importaba, que era especial, que tal vez... lo quería.

También tenia un Kei en la noche, a quien entre ilusiones, deseos, y culpa disfrutaba de manera mucho más intima, mucho más profunda y mucho más intensa. Una y otra vez cayendo rendido en sus caricias, en sus susurros y en su pasión, siendo consumido por un fuego frío hasta calar sus huesos y dejarlo sin fuerza. Cada vez más, ahogándose en un mar oscuro lleno de suaves caricias inexistentes, de suaves susurros con miles de palabras de amor nunca dichas, de una esperanza invisible, de un sueño.

Yamaguchi deseaba con toda su alma permanecer así, deseaba tanto que esa semana nunca terminara, podría ignorar el dolor si eso permitía permanecer con su Tsukki. Pero nada en esta vida es para siempre, y él ya sabía el aterrador destino que esperaba por él en el futuro lunes.

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Día tras día pasó, en un cuenta regresiva cruelmente rápida, y así, una nueva semana empezó.
Extrañamente todo parecía normal, nada había cambiado, y él seguía tan invisible como siempre. Yamaguchi podía respirar tranquilo, se confió y volvió a la rutina ¿No les parece increíblemente sorprendente el numero de veces que repetimos el mismo error?.

Yamaguchi tenía una pequeña mala costumbre, todos los días en el descanso dejaba solo unos minutos a Tsukishima para ir a comprar las bebidas de ambos, todos los días caminaba en soledad a la maquina expendedora, todos los días por cinco minutos... en su caminar lento, el pecoso pensaba en todo lado positivo de su amor, sólo pensaba pero a veces aquel inmenso sentimiento no permitía encarcelar sus pensamientos y los liberaba, y así en medio de una cómoda soledad susurraba a la nada palabras que su amor no le permitía callar... se dejaba caminar entre nubes, y vaya que Yamaguchi sabia de caminar entre nubes...

Eres increíblemente afortunado... puedes estar a su lado... de hecho eres el único a su lado, eres especial para él.
Estoy tan feliz, tan feliz de poder verlo, tan feliz de poder hablarle, tan feliz de sonreír a su lado.
-Me gusta su voz, me gusta su altura, me gusta su actitud, me gustan sus ojos, me gusta su mirada, me gusta la forma en que me mira, ¡oh dios la forma en que me mira! Pareciera que...

-¿Que también te ama? ¿De verdad lo crees?...

Alguien interrumpió su vuelo apenas iniciaba, el observador que como todos los días durante cinco minutos lo observaba, pero no como todos los días se atrevía a hablar, hoy, precisamente hoy:

-Es algo lindo de imaginar, pero si sigues así te perderás entre fantasías, acéptalo de una vez... el deseo de esos labios, de esa piel, de su voz en susurros, un toque, una caricia... No tendrás nada, nada Tadashi... absolutamente nada de lo que quieres... Tendrás, como por años ha sido, un saludo frío, el silencio que sólo puede romper tu propia voz, el desinterés... la mirada que deseas para ti, la sonrisa de la que quieres ser causa, podrías llegar a verlas algún día: con y por alguien mas... Así siempre a su lado, un siempre que durará demasiado poco, por que en menos de lo esperado llegará el adiós... Dos años Tadashi... Solo dos años... y todo se perderá... Por eso... Ven conmigo Tadashi... Yo, como antes, prometo cuidarte...

-No hablas mucho pero cuando lo haces tienes una lengua muy afilada, Yuuki...

🌸

Gracias por leer ❤

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742 :'v ...
Las palabras son importantes pero no la multitud de ellas.
(escusa)
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Últimamente no le encuentro sentido a mis títulos uwu ❤
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-Imagen no más pa' llamar la atención-

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora