Capítulo 3. Lo imposible es...

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Yamaguchi
-Susurra Tsukishima al oído del pecoso.

S-suéltame Tsukki
-Responde Yamaguchi algo inquieto.

Una vez mas estaban bajo el árbol que cada noche era testigo de los encuentros de Yamaguchi con el Tsukishima Kei de sus sueños, pero esta vez algo diferente sucedía: ambos estaban acostados y abrazados, Tsukishima sobre Yamaguchi trataba de besarlo incesantemente:

T-Tsukki… por favor para…
-decía Yamaguchi.

¿Pero esto es lo que deseas no?
-respondió Tsukishima.

Yo no… a-aun así tu no eres real…
-dijo separándolo de sí.

Pero lo seré
-dijo el rubio.

Es imposible
-respondió Yamaguchi deprimido.

No si te confiesas
-dijo alegre Tsukishima.

Dije que es imposible, no lo haré
-contestó el menor.

-Tsukishima suspiró
Termina por aceptarlo, podría pasar…

Es imposible, él jamás me vería de esa manera.

-Tsukishima suspiró con aun más pesadez y aun más profundamente, para después decir algo aparentemente complejo:
Sabes Yamaguchi los sueños no son solo deseos encarcelados, no es algo imposible de cumplir, lo que sucede en sueños es generado por nuestro inconsciente, tomando pequeños fragmentos de la realidad y combinándolos con los sucesos que creemos que sean posibles en un futuro… Habiendo dicho eso, ¿Es muy probable que te acepte no lo crees?
-esclareció Tsukishima.

Es… imposible…

Tu eres el imposible Tadashi
-respondió fingiendo molestia.

¿C-cómo me llamaste?
-dijo Yamaguchi totalmente sonrojado.

Tadashi
-respondió Tsukishima de lo más natural- y tú llámame Kei.

Eso… no puedo hacerlo…
-decía el pecoso mientras agachaba la cabeza avergonzado.

Al ver esto, Tsukishima le tomó la mejilla gentilmente levantando su mirada hacia él y  le besó:
Es un sueño después de todo… solo haz lo que desees…

.

Yamaguchi despertó, esta vez no llorando pero la costumbre viéndolo lo forzó, y lloró. Cada noche tenia bellos sueños, cada uno mejor que el anterior, el Tsukishima de sus sueños, era alegre, amable, y cariñoso, no se necesitaba ser muy listo para saber que ese Tsukishima no era el real, y probablemente jamás lo sería...

.

Esta vez había llegado temprano, esperó por menos de 5 minutos hasta que Tsukishima llegó, estaba escuchando música con la vista clavada al suelo, no lo vio y paso de largo; Yamaguchi corrió y lo tomó de la manga antes de que avanzara mas; al verlo el más alto se quitó los audífonos recibiendo un alegre saludo de Yamaguchi:

-Buenos días Tsukki -dijo con la sonrisa más falsa y perfectamente confeccionada que pudo hacer.

-Buenos días -respondió fríamente el rubio y siguió avanzando.

Yamaguchi se limitó a seguirlo ligeramente atrás, El no me ve -pensó- Si yo me detengo… Si ya no estoy a su lado… -Yamaguchi paró y vio a Tsukishima seguir caminando, un sentimiento extraño le devastó el corazón, agacho la cabeza y sus ojos se humedecieron:
-Definitivamente es imposible…

-¿Qué es imposible? -preguntó Tsukishima que había regresado y ahora estaba un par de pasos frente a él; Yamaguchi estaba totalmente consternado, sus pensamientos habían escapado produciendo sonidos, formando palabras, y precisamente las palabras que no quería que él escuchara, no sabia como contestar así que se quedó callado y mirando al suelo por un buen rato; a Tsukishima le molestaba tanto repetir las cosas, pero su amigo había empezado a llorar así que volvió a preguntar:

-¿Qué es lo imposible?...

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora