Capítulo 9. Fragmentos...

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Yamaguchi se levantó más temprano de lo normal, sorprendentemente antes de que sonara su alarma pero como siempre llorando. Su llanto ya era de lo mas normal pero sólo él lo sabía pues sus padres salían a trabajar antes de que despertara; así era siempre ya debería de estar acostumbrado, pero no, no lo estaba y jamás lo estaría.

En medio del silencio y la soledad no pudo evitar pensar aun mas en Tsukishima. Sin nadie, nadie que lo escuchara, nadie que se preocupara y por supuesto nadie que lo consolara, así vivió su triste infancia hasta que conoció a Tsukki. El pequeño rubio no era un niño bueno, ni educado, se alejaba mucho de ser gentil y lo trataba con un ligero menosprecio, pero por alguna razón al estar a su lado la soledad se le olvidaba, estando tras él se sentía tan seguro, como un muro que lo protege de toda la miseria de este mundo; lo admiraba tanto, cualquier palabra o acción que a Yamaguchi lo hubiera derrumbado pasaba por Tsukki como una pelota de papel rebotando y siendo olvidada como la basura que era. Tsukki era fuerte, valiente y confiado, pero no solo se confiaba por su altura, se confiaba por todo de sí... realmente increíble...

Además, él aun tenia esperanza pues Tsukishima jamás estaría con alguien con quien no quiere estar, él lo conocía de años y lo sabia, sabia como su amado Tsukki alejaba con desdén a cualquiera que le causara sólo un poco de molestia; al no ser alejado, él era especial, eso decía Yamaguchi, aunque muy en el fondo caminar detrás, y observar a poca distancia solo aumentaba la soledad, que hasta el día en que sus "pesadillas" comenzaron jamás notó: solo cuando despertaba, solo cuando se duchaba, solo cuando caminaba, solo cuando subía y bajaba, siempre, siempre solo...

Pero, amo y odio los peros, pero ese día sería diferente: escuchó el timbre sonar repetidas veces sacándolo súbitamente del trance en el que estaba, era demasiado temprano así que le resulto extraño, secó sus lágrimas y fue a abrir.

-T-Tsukki -Dijo Yamaguchi totalmente sorprendido al ver al causante de sus "pesadillas", parado en su puerta...

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Ayer a media noche...
Si a media noche, porque la linda madre de Tsukishima sabia que él no había entendido lo de "tratar bien" a su amigo, así que, con el nuevo y mejorado internet de su casa investigó sobre diversos temas que iban de la depresión, causas y síntomas, manuales de amigos, manuales de mascotas hasta terminar viendo imágenes de gatitos... Después de centrarse un poco pensó: Pero... ¿Qué es Tadashi para Kei? No una mascota aunque actuaba como perrito fiel ¿Un amigo? Yo diría que más que uno, no cualquiera aguanta a mi hijo... ¿Y Kei para Tadashi?...

Bien pues la señora después de un ratito de meditar, también investigó manuales de novios... novios hombres... parejas gays... ¡Ay Dios la señora!... ¿Porqué? Porque ella ya "sabia"(por no decir que suponía) sobre los sentimientos de Yamaguchi y la conversación de su hijo por la tarde le hizo pensar que tal vez él sentía lo mismo, porque (aun suponiendo) su hijo no pensaría en una persona al grado de pedirle consejo si esa persona no fuera especial.

Si, así pasó todo la tarde frente a la computadora y terminó irrumpiendo a media noche en la habitación de su hijo a tener una "charla":

La madre de Tsukishima le dijo a él que tenía que tratarlo mejor: demostrar su apoyo y cariño, causarle muchas sonrisas, decirle cosas lindas, y tocarlo...

-¿Tocarlo?

-Si, tocarlo -dijo su madre sonriente, demasiado sonriente, sospechosamente sonriente- acariciar su mejilla o tomar su mano, de vez en cuando besar su frente o mejilla... básicamente tratarlo como a un niño pequeño... -¿Qué pasaba por su cabeza como para decir estas cosas? Que su hijo que pensaba moriría solo ya tenia una esperanza de pasar su vida con alguien... y que mejor que el lindo niño que siempre caballeroso le ayudaba en diversas tareas del hogar, no era como un hijo adoptivo, era como una hija adoptiva... Así que si, definitivamente apoyaría con todo esta "relación".

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Tsukishima no era tonto, o eso creía él, se dio cuenta de que eso no era normal, tal vez su mamá solo estaba bromeando... ¡Claro que estaba bromeando! ¿Cierto?... Pero a pesar de sus dudas ahí estaba, siguiendo sus consejos, como legitimo estúpido inexperto.

Fue por Yamaguchi hasta su casa, y eso era mucho para él, demasiado, tanto que todo el camino refunfuñó con una expresión aun mas molesta que la de siempre, y maquinando un plan para con su aterradora expresión hacer sentir mal a Yamaguchi por preocuparlo...

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Pero no salió como lo pensaba, ahí estaba parado frente a su puerta y sin poder seguir con su enfado... no al escuchar al pecoso decir su nombre como si por cada silaba se le cobrara el alma, con una mirada asustada y una apariencia tan lastimera: ojos rojos e hinchados, el cabello alborotado y la ropa desordenada, rastros sobre sus mejillas de su anterior llanto y su característica sonrisa ahora inexistente.

-¿Están tus padres? -preguntó

-N-no...

Yamaguchi solía ser un llorón, pero de un día para otro cambió; desde hace mucho las únicas veces que lo veía llorar eran si se sentía frustrado por el vóley o cuando algo pasaba en casa, pensó que sus padres habían hecho algo otra vez, estaba convencido de eso pero si su amigo no quería hablar, él no lo obligaría. Su apariencia removía las fibras de Tsukishima y recordando su charla de anoche, se acerco tomó su mejilla la acarició dando torpes circulitos y la besó...

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Gracias por leer *~*

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Por otro lado:
Adivinen: ¿Quién dejo de ser nini? :'v ...
Cuatro días y ya me quiero suicidar :'v ...

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora