Capítulo 16. Miedo...

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Cierto chico, alto y rubio, tenía un mal presentimiento que le carcomía por dentro, aprovechó el descanso para llamar a la casa de su amigo pero nadie contestó, algo malo pasaba. Ni siquiera pidió permiso e inmediatamente terminando las clases corrió a la casa de Yamaguchi, dejando al club de lado, y a todo. Corrió y corrió, llegó, llamó a la puerta pero nadie abrió, preguntó a los vecinos y nadie sabia nada, todos lo tomaban por loco, pero como nunca se había visto así se asustaron tanto como él, le ayudaron a llamar a los padres del desaparecido, los cuales le restaron importancia: Era solo medio día, ¿Qué podía pasar en medio día?, tal vez no quería ir a la escuela, tal vez estuviera vagueando por ahí, tal vez estaba con una chica: esas fueron sus escusas con tal de no salir de su trabajo.

Pero él no lo dejo así y siguió corriendo, corrió desolado, con un pequeño sentimiento, tan ligero pero tan cruel que le devastaba el corazón: ¿Dónde? ¿Dónde estas?... Yamaguchi…

Chocó con un chico, no se planeaba disculpar sólo se paró para seguir corriendo pero algo lo detuvo:

-¿Tsukishima?

-¿Sugawara-san?

-¿Q-qué sucede? ¿Por qué estas así? ¿Por qué estas corriendo así? -se notaba la preocupación en su rostro y en su voz, él jamás había visto así a su kohai.

-Es… Yamaguchi…

La histeria es muy contagiosa… a veces, como en este caso, para bien; vecinos y amigos buscaban a aquel chico pecosito que no se imaginaría jamás ser la razón de que tanta gente se moviera, mientras este estaba auto compadeciéndose en medio de un callejón repugnante…

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Cuando se pasa mucho tiempo con una persona y esta se vuelve especial se crea un lazo invisible que pareciera no existir pero esta ahí, este lazo a veces nos avisa si algo va mal con esa persona: pues así es que Tsukishima, por muy cabezota que fuera, no podía negar jamás lo especial que era su Yamaguchi, y aquel lazo jalaba tan fuerte que bien podría desgarrar su alma si él no siguiera corriendo...

Siguió a su lazo, a esa extraña sensación, al cruel presentimiento, y entonces lo vio:

-¡¿Qué demonios te pasó?! ¡¿Qué haces ahí?!

Miedo… un sentimiento devastador que creyó haber olvidado, que creyó no volver a sentir; el corazón le latía tan fuerte que parecía querer huir de su pecho...

-¿Has visto la película destino final... murió en un basurero, la escalera le cayó... atravesando su cabeza… pero no cae… muerte… suerte…

Tsukishima estaba tan consternado que apenas podía comprender lo que aquel chico a medio morir le decía, pero si entendió que hablaba sobre muerte y él no se atrevía a preguntar, ese miedo era algo anormal, que rozaba la irracionalidad, quiso ignorarlo así que fue cobarde:

-Creí que odiabas las películas de terror…

-No es precisamente una película de terror- escuchó la voz “alegre” de su amigo que contrastaba con su dolorosa apariencia -pero si la odio… ¡¿Tsukki te saltaste el entrenamiento?!... ¡Daichi-san se va a enojar! ¡Tienes que regresar!

-Yamaguchi… Todos están buscándote -apenas pudo seguir articulando palabras, pero fue aterrador no recibir respuesta.

Pareciera que la gran señora suerte hubiese acompañado al jovencito golpeado durante esas cinco horas, le haya hablado y distraído durante ese tiempo para que no durmiese, y también pareciera que lo haya dejado al fin al ver que estaría en una compañía mejor... Pero sin suerte ¿Qué iba a ser de Tsukishima Kei?.

El corazón se le iba, se saldría de su pecho pero no iría muy lejos, su destino estaba a solo un par de pasos, para no perderlo se acercó, se agachó, y tendió su mano hacia la mejilla amoratada de aquel, pero fue en vano ya que apenas al tocarlo su corazón le abandonó, fue y se hospedó en ese chico que yacía inmóvil en el suelo, era incomprensible la tormentosa sensación de ver a Yamaguchi ahí así…

El miedo es un sentimiento horrible…

🌸🌸🌸

665 palabras :'v ...

Gracias por leer ❤

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Irrelevante:
Hace tiempo mi madre y yo hablábamos, como muchas veces, de mis ardientes deseos de morir, ella dijo algo como: "un adulto que trabaja no tiene tiempo de estar triste"...
Pienso que tenía un poco de razón, yo solía disfrutar de mi tristeza, abrazarla, dormir y cobijarme con ella, pero ya no me es tan fácil como antes...
Para mi la tristeza es como el amor, así que esta situación no es buena...

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora