Capítulo 48. Imposible y posible, padre.

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-¡Te amo!... ¡Maldita sea Yamaguchi! ¡TE AMO!

Le oyó gritar desgarradoramente, mientras él tomaba la puerta del auto… su corazón saltó salvaje, su mente paró escéptica… y su cuerpo se detuvo…

El resto del mundo guardo silencio y el tiempo ya no fue más… Las palabras hacían eco antes de desaparecer...

Negación…

Escuché mal...

Seguramente

Pero lo gritó, lo escuché…

Te miente…

Es así, porque es imposible...

Exacto

No podía ser cierto, simplemente no podía, no era otra cosa más que el mismo producto de su mente engañándolo una y otra vez como siempre, nacido de su moribundo sueño y el deseo de una pizca de esperanza…

Pero...

Te engaña…

No lo haría…

Juega contigo…

No… eres tú quien se equivoca…

Porque aún las palabras volvían haciendo eco una y otra vez en su corazón, inundando con esa sensación de un sonido dulce y calmo como el caer de la lluvia en tierra árida…

Quiero...

¡No!

¡Lo quiero!

No, no, no, no voltees, no voltees, no voltees…

Imposible.

No lo hagas… Detente… Te lastimará… Te dolerá… Sufrirás…

Miedo. Pero era nada comparado al latir de su corazón...

Volteó y lo vio: respirar agitado, ojos llorosos, mejillas rojas… Frágil, como nunca se mostraba… Temblando, como jamás lo vio… Enamorado… como era improbable...

Ilusión, ilusión, ilusión, una y otra vez creciendo, aumentando, incontenible…
Esperanza, deseo, calidez, inundando…
Amor, amor, amor, tan fuerte que lo creyó imposible…

Nada se detiene… Todo se agolpa…

Era verdad… Todo este tiempo fue verdad…

Detente

Imposible, imposible, imposible…

Imposible porque moriría de hacerlo.

Avanzó hacia él con los ojos fijos, Si pudiera tocarlo, así podría comprobar que era real, que no era un sueño, que no era una alucinación...

-No -se oyó la voz de su madre en una forma anormalmente potente, mientras le detenía por el brazo -No -y sus ojos le miraron afilados y amenazantes, llenos de odio y desprecio, tal vez… un ligero toque de tristeza y desesperación.

-Déjalo- se oyó una nueva voz.

-¿Padre? -dijo Yamaguchi con voz asombrada y aterrada…

...

El padre de Yamaguchi era un hombre vil y despreciable.

O al menos eso era lo que Tadashi sabía.

Físicamente era casi idéntico a Tadashi, sólo que sus ojos eran completamente negros,  y tenía expresiones más maduras y de alguna manera atractivas.

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora