Capítulo 15. La honestidad del buitre.

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Ya era martes... la depresión y melancolía habían teñido otra vez su cielo de gris, Yamaguchi se había levantado más temprano de lo habitual, había dormido con una fuerte convicción que lo obligó a poner su despertador treinta minutos antes, y ahora caminaba solo rumbo a la escuela, quería llegar antes que Tsukki, quería mostrar su disfraz de valentía que enmascaraba su miedo, quería que los demás pensaran que nada de lo que decían a sus espaldas le importaba por que todo era mentira, entre Tsukishima y él sólo había una bizarra amistad, y ni todos los rumores del mundo, ni por más que él desease, se harían realidad.

Pero que cruel era incluso su propio inconsciente, que cuando más necesitaba su apoyo, esa noche no soñó con su amable Kei. Que en medio del desanimo y la desidia Kei decidió abandonarlo. Una sola noche de no tenerlo, cuando ya lo había acostumbrado... De verdad que todo estaba en su contra: fue la conclusión apenas empezar el día.
Pero si uno supiera lo que va a pasar en su día probablemente nadie saldría de su acogedora cama...

Cuatro calles... tres... dos...

Nunca llegó...

...

Había estado asechando, esperando entre las sombras el verlo solo y despedazado para empezar a comer antes de que alguien más de su especie lo proclamara como suyo... aprovecharía su soledad, su momento de más debilidad, iría primero por los ojos y lengua sus favoritos, indagaría con su largo cuello por todo su cadáver sin temor de mancharse con su sangre a medio coagular, tomaría él primero todo lo que pudiera y dejaría casi nada para los demás...

En un callejón, un lugar apartado, uno de los tres el de más ira, el buitre, lo esperaba. Un chico un par de centímetros mas alto que él pero mucho más gordo, con mirada amargada y sonrisa de loco.

Desde hace mucho que Yamaguchi estaba harto, harto de soportar golpes y burlas, desde hace mucho había decidido no llorar y sólo sonreír, había decidido volverse fuerte como aquel al que admiraba, e ilusamente creyó que hoy como siempre podría hacerlo: soportarlo, callarlo, y sonreír... pero ya nada era igual, a veces el cansancio es mas fuerte que el hartazgo, y él ya se había cansado de luchar...

Las desveladas y mala alimentación de sus ultimas semanas no ayudaban, aún así forcejeó, lanzó débiles golpes, trató con todas sus fuerzas... pero no fue suficiente, a cada golpe detenido más caía en cuenta de su debilidad, de su inutilidad y patetismo: se rindió.

-No puedes destrozar algo inexistente Yamaguchi... -decía el maldito con un pie sobre el derrotado pecoso.

-Yo si ten-

-No, tu no tienes autoestima... y no la necesitas... es mejor para las personas como tu el aceptar su inutilidad... él también te lo dijo, aun siendo tu mejor amigo: Eres patético... Y esto es sólo honestidad... Aún no sé qué vio ella en ti, pero da igual, quédate ahí, ahí es donde debes de estar... en la basura...

-¿La amas?

-¡Yo no amo a nadie! -le pateó.

-Yo- cofcof- ella no me interesa...

-¡¿Dices que no es linda?! ¡¿Que tengo malos gustos?!-Otra patada.

-¡Agh! aa-n-... Digo... que no me interesa...

-Dime lo que más deseas Yamaguchi... y yo te diré las razones por las que nunca lo tendrás... es sólo honestidad...

-Mejor te diré las razones por las que nunca le interesaras... y tú trata de refutar todas ellas... tu idiotez es la principal, tu horrible apariencia para alguien tan superficial, tu actitud mediocre cuando estas con ella, tu bajo-

Una patada lo interrumpió -¡Cállate de una puta vez! -patada- ¡Suficiente tengo con Yuuki! -patada... patada... una tras otra...

...

Ya era  tarde, tal vez poco más de medio día, pero su cielo aún se veía gris, con algunas tonalidades de un rojo que no le pertenecían, a pesar de eso un rayo de luz carcomía su mano, quería juntarla al resto de su cuerpo que descansaba en la sombra pero no podía, le era demasiado pesada, y aun moverse dos centímetros le dolía como si aquel pie grueso estuviera incrustado en su piel. Podía escuchar a varios pasar incluso murmurar sobre él, pero nadie hacia nada... Pero eso daba igual porque él no podía, no quería y no tenía la intención de moverse.

¿Quieres morir Tadashi?

Es la segunda cosa que más deseo... Kei... aunque sólo si la primera no se cumple...

-¿Yamaguchi?

-¿Tsukki?

-¡¿Qué demonios te pasó?! ¡¿Qué haces ahí?!

El rubio corrió hasta él, se le notaba agitado, como si hubiera corrido demasiado.

-¿Has visto la película destino final dos?... ¿o era la tres?... Había cierto chico que murió en un basurero, la escalera le cayó encima perforando su ojo y atravesando su cabeza... Pero yo llevo cerca de cinco horas aquí y esa escalera vieja y llena de sarro no cae, ni parece hacerlo pronto... no creo que haya sido cuestión de la muerte, sino de suerte...

¿Quieres morir Yamaguchi?... No se atrevió a preguntar... y fue un error. -Creí que odiabas las películas de terror...

-No es precisamente una película de terror- dijo con ironía -pero si la odio -río -¡¿Tsukki te saltaste el entrenamiento?!... ¡Daichi-san se va a enojar! ¡Tienes que regresar!

-Yamaguchi...


🌸🌸🌸

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Mientras escribía lo del basurero recordé la vez que vi a un señor muerto, todos pasaban y nadie hacia nada...
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Gracias por leer~
:) :) :) :) :) :) :) :) ... :')

Inconscientemente   (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora