—¿Un anillo?—Carla levanta una ceja mirándome interrogante
—¡Le vas a pedir matrimonio!—grita Jud emocionada
—No hagáis ruido que Mía duerme—mascullo
—Si es que Anto es un romántico...—ríe Ana
—Tengo dos opciones, ¿vale? Una es en una de vuestras bodas y la otra la final de la Champions si la ganamos...
Y es que todo está ahí, a punto de pasar, y llega de golpe como llegó ella a mi vida.
—Lo primordial, ¿estás seguro de esto?—Ana me da las manos—Porque con Erika no acertaste y... No queremos que sufráis ninguno de los dos.
—Estoy tan seguro que... Me he tatuado un verso de nuestra canción.
Ana sonríe de lado.
—Bien, te conseguiremos la talla de anillo—sonríe Pau—. Pero has de prometer que nos devolverás el favor.
—Sí, sí, lo prometo—sonrío—. Gracias, de verdad, chicas.
Me abrazan y yo empiezo a planear los detalles en mi mente, todo debe ser perfecto... Aunque quede casi un mes para entonces.
(...)
—¡Anto!—Noa pasa su mano por delante de mis ojos—¿Qué te pasa?
—¿A mí? Nada.
—Algo te pasa.
—Nop.
—Sí—rueda los ojos—, pero bueno, si no me lo quieres contar no me lo cuentes.
Frunce un poco el ceño y vuelve a centrarse en la pantalla de la televisión mientras se mueve para abrazarme.
Apoya la cabeza en mi pecho y beso su nuca.—¿Me recuerdas por qué acepté ver esta estúpida película?—suspira
—Porque a veces te gusta hacer feliz a tu novio.
—Cierto.
Sonríe de lado y da un pequeño saltito cuando el asesino aparece en la pantalla.
—Ya verás, esta noche voy a tener pesadillas.
—Yo te protejo, mon amour.
Ríe y cierra los ojos un momento para luego comenzar a jugar con mis dedos.
—¿Estás mentalizado para ganar esa final?
—Cómo se nota que no te interesa la película...
Sonríe y apago la televisión para acomodarla sobre mí y jugar con su pelo.
—Tengo miedo—admito
—¿Miedo?
—De no poder demostrarte con un trofeo el amor que tengo por el equipo de tu alma. De no poder ganar nada aquí, con el segundo club de mi vida. Quiero colgarte la medalla al cuello y celebrar juntos la victoria... Y lo más importante, no quiero verte llorar.
Sonríe de lado.
—Tengo toda mi fe en vosotros. Sé que esta sí, que esta es la nuestra. Además es en el Metropolitano. Vais a arrasar.
La beso con una sonrisa y la abrazo dulcemente. Ella se ríe y acaricia mi pelo.
—¿Por qué me tienes tan enamorado?
—Lo mismo me pregunto yo—sonríe y me acaricia la mejilla con el dorso de su mano—. ¿Qué planes tenemos para esta noche?
—Mm... Había pensado en una cena tranquila y luego ver una película tranquilos... Pero veo que tienes otros planes.
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Yo No Te Pido La Luna
FanficA Antoine Griezmann siempre le gustaron los misterios, y ella era un misterio que resolver. Cuando llevaba a su hija al parque, siempre la veía sentada en la hierba, con un cuaderno y un bolígrafo. Al principio pensó que dibujaba, pero luego se di...