Capitulo 7 La belleza de la burla

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Si ya has leído, y ya debiste hacerlo, alguno de los capítulos anteriores de este "libro", supongo que ya conoces a mis amigas y compañeras de clase Ashley, Carmen y Margaret. Son las tres chicas con las que más comparto en la escuela y con las que más he convivido de mi grupo desde hace un año. Pero hay algo en particular en ellas, algo que comparten por igual, y que si eres listo o lista, ya te habrás dado cuenta de lo que hablo. Si, así es, ellas les gusta hacerme bromas y burlarse de mí.

Lo sé, suena cruel, pero la realidad es que no lo es tanto, muchas veces incluso es divertido. He de ser honesto, estoy sumamente sorprendido de la facilidad que tienen para crear burlas y comentarios absurdos hacia mí con tal agilidad y precisión, que para cuando alcanzo a darme cuanta, ya están ellas sentadas cerca de mi riéndose a carcajadas por una broma perfectamente elaborada y diseñada, de la cual, no tengo ni la más remota idea de cómo se les llego a ocurrir.

Pero bueno, vallamos por pasos, cada una de las chicas ha desarrollado una especie de rol o papel al momento de reírse a mis expensas. En primer lugar se encuentra Carmen, en realidad ella se ríe de todo pero yo, y debo reconocerlo, al ser alguien demasiado burlable, ella solo debe esperar a que diga algo medianamente sexual, raro, escatológico, tonto, o bizarro y a través de eso, ella puede partir para generar al menos 3 burlas diferentes de lo mismo. Y acabar riéndose muy muy fuerte con los ojos entrecerrados y dando pequeños brinquitos en su asiento. Si, así se ríe ella.

Continuando tenemos a Margaret, en realidad ella casi nunca se burla de mi, solo re rie, casi nunca se le ocurren bromas graciosas. Pero su parte dentro del grupo es siempre llegar tarde, tener que escuchar el chiste después de tiempo y aun así reírse como loca. Y si, dado el caso, llegara a estar en el momento justo de la broma, una vez terminadas todas las risas, ella solo se quedará sentada en silencio, esperando que alguien haga otro comentario ingenioso para seguirse riendo. Se que es un poco triste, pero debe admitirlo, no es muy astuta con las palabras.

Y por último, pero aun así no menos importante tenemos a... Ashley, en cuanto a ella, bueno, digamos que es una combinación de las dos. Es muy rara la ves en la que ella comienza con la burla directamente. Casi siempre es Carmen la que comienza a decir algo, de hecho, cuando ella no esta cerca Ashley se mantiene totalmente tranquila y sin decir da gracioso u ofensivo por mucho tiempo, necesita una especie de detonante. Que siempre resulta ser su mejor amiga. Si a Carmen se lo ocurre algo, y lo dice, Ashley continuara con las frases inteligentes, y así paulatinamente se coordinaran para continuar con su ardua labor de mofarse de mí, hasta que por fin, la risa no les permitirá continuar, el polvo se asentaran y yo poder descansar en paz. O al menos hasta que se les ocurra algo más.

Entiendo lo que estarás pensando, "te gusta que te molesten", pues la verdad es que no, no disfruto en lo mas mínimo ser el blanco en la burla de las demás personas (y creo que a nadie le gusta que se burlen de el), pero lo acepto por una sencillísima razón. Me gusta ver a las personas contentas.

Parece algo muy estúpido, y si, lo es. Pero la verdad es que me llena de alegría el ver a mis amigos riéndose, aunque esto signifique una enorme cantidad de burlas para mí. Es gratificante observar a mis seres queridos mientras sonríen y se divierten al menos por un momento, rompiendo con la tediosa rutina diarios y escapándose de sus problemas cotidianos un segundo. Ashley, puede olvidarse de la lejanía con su novio, Margaret puede olvidarse de los pleitos son su familia y Carmen emm... bueno... a ella no se realmente que sea lo que la agobie, pero si esa es la idea.

He de reconocer que hay muchas veces en los que me arto y simplemente me voy, o incluso llego a responder a lo que sea que mes estén diciendo, pero siempre estoy dispuesto a alegrar un poco a mis amigos y familiares. Hacen tanto por mí, que es lo menos que puedo hacer por ellos.

Ybueno, esa es la razón por la que soporto tanta vergüenza, tantas bromas rarasy obscenas, y ese es el motivo por elque me hace tan feliz, esa, mi querido lector, es la magia del bullyng, lapiedra angular de la relación que guardo con mis seres queridos, esa, miquerido lector, es la belleza de la burla.    

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