Martes, podría decirse que mi día favorito de la semana, 2x1 en el cine, salgo temprano de la escuela, y lo que es mejor aún, ya se acabó por completo toda la mierda con la que viene el lunes. Un gran día en general, por un momento creí que ese sería un martes ordinario, pero lo que iba a hacer ese día no iba a ser nada ordinario.
Ese día martes debía ir al DF (ahora mejor conocido como CDMX) para sacar una ficha para presentar un examen de ingreso a la universidad, las fichas se sacaban el día siguiente a las 11:15 a.m. así que debía irme desde el día anterior, dormir en casa de mi hermana Erika y levantarme temprano el día siguiente para ir a la facultad a sacar la ficha. Toda la mañana la tuve muy atareada, pero me detendré un poco a explicar porque:
Veras el día lunes, justo a la hora de la entrada, solicité un historial académico que era necesario para la ficha, sin embargo parecía ser que me entregarían ese documento hasta el día martes a las 5:00 p.m. lo que claramente retrasaría mi viaje (son más o menos 3 horas en autobús), después de comunicarme con la secretaria, esta me dijo que necesitaba de un sistema para poder entregarme el documento, pero que hablaría con... no recuerdo la profesión pero hablaría con alguien que la apoyase, aun así me dijo que me entregaría el historial a las 2:00 p.m. como máximo.
Después de contárselo a mi madre ella apresuradamente adquirió el boleto de autobús para las tres de la tarde, yo obviamente le sugerí esperar hasta que me entregasen el papel, pero mi madre es muy terca, y...bueno...hiso lo que quiso. Posteriormente llame a la dirección de mi bachillerato, solo para que la secretaria me dijera que le notificaron que el uso del sistema no era necesario para la impresión, y que podía recoger mi historial desde las 10:00 a.m., lo que claramente tenía que hacer, además de tener que cambiar mi boleto a dos horas antes, lo que he de admitir, fue más sencillo de lo que esperaba.
En fin, fui por mi historial, cambia la salida de mi autobús, y realice varias impresiones en el centro de copiado, lo que me llevo a arribar en mi casa una hora antes de la salida de mi autobús, con apenas un licuado de chocolate en mi estómago arregle mi mochila con mis cosas, me di un baño, ordene adecuadamente mis papeles de la manera mas rápida que se me ocurrió.
Cuando estaba a punto de irme mi mama llego del mercado local (olvide mencionar que ella no estaba en casa...lo siento). Tan rápido como me fue posible le ayudé a llevar todas las bolsas de despensa al comedor, atrasándome un poco con mi salida, aunque fue una muy grata sorpresa que ella me comprase una gorda de chales (es una comida tradicional de México), aunque ya no llegue a comérmela por la prisa, y como ya no tenia espacio en mi mochila solo tome en mi mano la bolsa de plástico, me despedí de mi mama con un beso en la mejilla y me fui a la estación de autobús.
Cuando llegue faltaban apenas 15 min antes de que el autobús saliera, solo me senté en una silla metálica de la sala de espera y me conecte a Facebook con el servidor gratuito de internet de la estación. Pasaron más de quince minutos y aun no se anunciaba la salida de mi transporte, de hecho, mi madre me llamo para saber si ya está en camino. Pasaron otros 10 min y comencé a preocuparme, ¿y si ya había salido el autobús? ¿y si lo llamaron a abordar antes de que llegara? El pánico comenzó a inundar mi mente, cuando de pronto, un autobús de color verde, se acercó rápidamente hacia el andén, tenía un pequeño letrero compuesto de diminutos focos para señalar su destino para los pasajeros, letra por letra, palabra por palabra mis ojos revisaron lo que decía ese mensaje. "Ciudad de México". Lo había olvidado, el autobús era de paso.
No sabía cómo lo se me había olvidado ese dato tan importante, el autobús que iba a tomar era un autobús de paso, venia de una ciudad diferente, hacia una escala en la mía, y finalmente a su destino, era normal que se retrasara. Con una sensación de ser el tipo más estúpido del mundo, me decidí abordar el camión apenas lo anunciaron, pero había un pequeño detalle, llevaba en mi mano una bolsa con una tradicional comida mexicana, después de revisar mi mochila el oficial vio lo que había en la bolsa, y como no se permiten alimentos perecederos dentro del autobús, tuve que meter mi gordita de chales en el equipaje, solo entre al camión y tome mi asiento, gracias a dios me toco al lado de un chico que escuchaba música tranquilo, y no esas señoras que se la pasan hablando con la comadre de atrás todo el camino.