Primer último día de clases

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- ¡Katherine!-mi padre se levantó de la silla de la sala de esperas en la que se encontraba sentado en cuanto me vio salir del cuarto para pacientes-¿estás bien?-me preguntó cuando se acercó para abrazarme-.

No supe que responder. Le contara o no ahora lo de mama sé que iba a terminar enterándose de alguna u otra forma. Al ver que seguía sin responder, me miró a los ojos como lo hacía cuando era pequeña con esa mirada suya que provocaba seguridad en cada pulgada de mi piel.

-Ya sé lo de tu madre-dijo sin apartar la mirada de mi como si pudiera leer mis pensamientos-Me lo contaron el mismo día que te ingresaron en el hospital. Desde entonces he intentado localizarla llamándola cientos de veces pero no responde, siempre salta el buzón de voz o un mensaje predeterminado diciendo "el usuario en línea no se encuentra en servicio"-hizo una breve pausa-Pero de todas formas he estado más preocupado por ti, solo quería que pudieras despertar y estés bien-terminó su frase con una sonrisa-.

-Gracias papa-respondí devolviéndole la sonrisa sin saber que mas decir-.

Acto seguido nos limitamos a volver a casa.

Entre las enfermeras y mi padre decidimos que lo mejor sería quedarme en casa haciendo al menos dos días de reposo, lo que me daría tiempo para ir a clases el viernes antes de que terminara la primera semana. Pero os preguntaréis, ¿como podría quedarme haciendo reposo lo más tranquila mientras mi madre seguía desaparecida?

Bueno, lo cierto es que ninguno nos quedamos tranquilos, en especial mi padre, quien en el fondo le seguía importando la relación con mi madre. Aquellos días de esa semana antes de que terminara parecieron interminables. Cada día que pasaba la tensión y la preocupación no hacían mas que aumentar.

¿Se habría fugado por su cuenta? ¿Sería capaz de haberse ido sin decir nada a nadie, ni si quiera a mi abuela? ¿O le habría pasado algo grave como todos esperamos? ¿Tal vez un secuestro, un arresto o...un asesinato? No quería ni pensarlo.

A juzgar por la expresión de mi padre y su ceño fruncido de cada mañana diría que dichas preguntas rondaban por su cabeza también o incluso algunas peores.

En todo caso, primero pasaron días. Luego fueron semanas. Después meses. Incluso años. Llego un momento en el que me cansé de contar y perdi la cuenta. Después de todo, nosé que habría sido peor, si haberla encontrado muerta aquella mañana de visita o no haberla encontrado nunca como lo ha sido hasta ahora.

Mi padre asumió que estaría muerta y le costó aceptarlo. Nunca me lo dijo, pero lo sospechaba por su tono de voz que cada día iba apagandose mas y mas.

Pero volviendo atrás en el pasado, me gustaría contaros como fue mi primer día de clases.

Después de aquellos dos días insufribles de reposo, la verdad que me costó bastante centrarme en el mundo escolar después de 3 meses de verano. Luego de una mañana no muy motivadora, caminé hacia la parada del bus escolar.

Lo admito, me daba escalofríos tener que subirme a otro autobús luego de lo ocurrido con mi madre (ya que no me había subido a otro bus desde entonces), pero tenía que hacerlo. Esperaba que la música me sacara de aquellos recuerdos tan espantosos mientras el viaje no fuera muy duradero.

10 minutos mas tarde, llegué al insti sin problemas. Me encontré con Emma y nos saludamos, aunque por un período corto de tiempo hasta que llegara la hora del recreo. Luego me dirigí a mi taquilla. Qué asco se me hacia tener que acostumbrarme al barullo que se formaba en aquellos pasillos otra vez.

Todo parecía igual de aburrido que todos los años, podía reconocer la cara de alguno de mis profesores de años pasados entre la multitud. Pero no quería entretenerme más, así que me limite a cerrar mi taquilla luego de dejar mis pertenencias en ella.

Iba a guardar las llaves en uno de los bolsillos de mi mochila cuando, sin querer, levanté la mirada y pude divisar otro rostro familiar. Fue solo por un segundo porque se fue enseguida, pero me causó una sensación extraña que no había sentido antes; Era un rosotro masculino y familiar pero al mismo tiempo algo me decía que era la primera vez que lo veía. Intenté seguir su rastro con la mirada pero se me hizo imposible entre tanta gente.

Decidí no darle mucha más importancia y tomar rumbo hacia mi aula. Por suerte todavía estaba empezando a llenarse, yo fui una de las primeras en llegar, lo que me animó bastante porque era lo que quería para poder asegurarme de que nadie más me quitara mi banco en la última fila de todas.

Saqué mis cosas y me volví a perder en mi mundo cuando miré hacia la ventana, hacia el exterior. Era mi primer último día de clases antes de que la semana terminara y empezara otra nueva, quien lo diría.

De todas formas, hay algo que me gustaría resaltar de aquel día. Y no solo por el hecho extraño que me habia pasado antes en las taquillas o que pudiera volver encontrar dicho rostro otra vez entre la multitud pero de la clase en la que me encontraba. Estábamos en el mismo curso. Y si, no supe como reaccionar, ni si quiera creo que se hubiera percatado de mi presencia estando al fondo de todo, aunque tampoco quería que lo hiciera. La idea de sentarme aquí no era otra que para no llamar la atención.

Pero ese no es el hecho que quería resaltar. Lo que me llamó más la atención, o más bien, lo que llamó la atención de todos en esa clase aquel día (incluso la de la profesora, que por cierto se llamaba Karrigan Crowley) fue cuando ésta hizo una pregunta en general sobre su materia, en concreto, "¿Sobre que creéis que puede ir la materia artes históricas? ¿Alguno conoce su etimología?"

Al principio los murmullos que iban formandose y levantandose poco a poco entre todos fue todo lo que se oyó como respuesta, lo que hizo impacientar a la profe y que volviera a preguntar "¿Nadie?"

Pero entonces, antes de que pudiera decir otra cosa, un chico se atrevió a levantar la mano. Y me creáis o no, era el mismo chico de rostro familiar y desconocido al mismo tiempo que me había encontrado antes en las taquillas. Al parecer se apellidaba "Crowley" como la profesora, ya que ésta lo nombró cuando levantó la mano. Luego de darle permiso para hablar, el chico se limitó a responder a su pregunta. Y aquí, en su respuesta, es donde se encuentra el hecho que quería resaltar. Habló de la materia como si se tratara de un cuento infantil que le habían contado tantas veces en su infancia que se lo sabía de memoria;

-Las Artes históricas son una disciplina de las ciencias sociales que estudia la evolución del arte a través del tiempo. Entendido como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con finalidad estética o comunicativa, a través del que expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo. El arte emplea diversos recursos, como los plásticos, los lingüísticos, sonoros o mixtos-.

Todos nos quedamos callados, incluyendo la profesora que respondió con un "Interesante" antes de empezar con el primer capítulo.

Luego de aquel día, no volví a ver a aquel chico nunca más. 

Un viaje Inesperado. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora