Oya oya?//[Kenma Kozume x Reader]

Capítulo 9

Dije que la historia estaba pausada hasta vacaciones de navidad, pero ya que acabé el cap quise subirlo ;v;

———

–Buena recepción. – dijo el armador del Karasuno.
–¡NO ES MOMENTO PARA BROMAS BAKEYAMA! – se quejó el pelinaranja.

Mientras el duo del super remate del Karasuno (que por muy idiotas que sean, admitamos que juegan bien) peleaban, mi nariz se convirtió en un torrente de sangre.

Que no parecía tener intención de frenar.

–¡H00T, ahora entiendo por qué Kuroo te apodó Torrente de Sangre! – dijo Bokuto, ¿orgulloso? Tampoco descubrió gran cosa.

–No, se lo decía porque se le caía la baba. – añadió Akaashi con tono sarcástico.
–No Akaashi, dudo que fuese por eso.

–¡OYE QUE ALGUIEN ME TRAIGA PAPEL O ALGO! – gritaba obviamente, ¿si estuvieses sangrando por la nariz a chorros y todos te ignoran de repente, que harías?

Como que la opción de empezar a comerte tus mocos con sangre sería algo que solo Bokuto se atrevería, o ocurriría hacer.

Kuroo también es retrasado, pero no cuando quiere.
Así que mejor le descarto esa posibilidad.

Fue bonito comprobar que nadie me estaba escuchando, ya que Akaashi estaba aguantando uno de los increíbles dilemas sobre la vida de Bokuto.

Al resto del equipo, sinceramente, parece que les valgo verga.

Y como que no voy a pedir ayuda al Karasuno.
Lo primero de todo, ellos me dejaron así.

Al menos ese duo raro digo...

Se ven como la típica pareja gay con constantes peleas si te fijas bien.

...

Al final no tuve más remedio que ir al baño yo sola por el maldito papel.

Pero como los baños del colegio me quedaban lejos del gimnasio, y como mi nariz no tenía intención de parar, decidí usar los vestuarios.

Claro que, como es un gimnasio exclusivo para los equipos masculinos, el vestuario era de tíos.

Y como el gimnasio de las chicas también quedaba algo lejos, pues,
–¿Por qué no? – pensé.

No estaría tampoco muy mal ver a tíos macizorros en el vestuario...

En serio, ¿acaso soy normal?

Entré en el vestuario, los lavabos, duchas, entre otras cosas, eran iguales al de los vestuarios femeninos, solo que distribuidos de diferente manera y todo con tonos azulados, no como en el de las mujeres, que eran rojos.

Cualquiera pensaría que esto de los colores es muy machista... ¿A mi me importa una mierda? Sí. Y bastante.

Entré en uno de los servicios (que gracias a Dios no tenía ningún regalito...) a coger todo el papel higiénico que necesitase.

Con un poco, taponé los orificios nasales para que dejase de caer la sangre.

Decidí coger algo más por si me había manchado la ropa, así intentar aclararlo un poco.

Iba a dirigirme hacia un espejo para comprobarlo bien, pero antes de abrir la puerta de aquella cabina, oí pasos.
No se por qué, pero me sentí nerviosa.

Sería que no quería que me viesen ahí, no quiero añadir otra situación molesta al día de hoy.
O a la semana directamente.