Race

28.

- POV LIO -

Estaba sorprendido por cómo se estaban desenvolviendo las cosas entre holland y yo todo se sentía natural sin esfuerzos o incomodidad, a veces era difícil adivinar cuales eran los límites de nuestra cercanía pero su cuerpo no me ha rechazado en ningún momento. Luego de que todos se fueran nos quedamos la noche hablando, al otro día pretendíamos ir al cine por ser sábado pero optamos mejor por la sala de cine.

- Angel ¿no sabes que día te iras? - cuestione al recordar que ella viajaría sola cosa que no era de mi total agrado como lo era su constante rechazo a que la acompañara.

- El miércoles ya que pretendo ir contigo a las dos primeras terapias, cuando me vaya irán contigo marcus o kayden.

La observe asombrado, no comprendía en que momento había planeado eso, teniendo en cuenta que han sido días muy agitados.

- Pequeña ¿en qué momento organizaste eso? - cuestione a lo que ella solo respondió con un encogimiento de hombros para seguir en su tlf - Claro ignórame libremente angel.

Comencé a pellizcar su mejilla intentando captar su atención pero no obtuve respuesta alguna, lleve mis labios a su mejilla bajando luego a su mentón siguiendo el camino a sus labios, inmediatamente correspondió pasando sus manos por mi cuello hasta rozar mis cabellos.

- Eso es jugar sucio rascacielos - susurro al separarse - Lo planee todo ayer es que no quiero que tengas inconvenientes o que estés solo.

- Eso es lo de menos angel lo que yo realmente necesito es una cosa - dije pasando mis brazos por su cintura sentí su pequeño estremecimiento al sentir mis manos tocando y eso me sentir feliz, al ser yo quien provoque tal cosa con solo tocarla lo mas mínimo, ella me observo sonrojada e interrogante esperando a que continuara - Que me dejes ir contigo

- Ya hablamos de esto Kalher - sentencio separándose de mii inmediatamente un sentimiento de abandono se instaló en mi pero solo lo ignore enfocándome en su mirada preocupada - No iras conmigo en tu condición y punto.

La observe atento preocupado por su insistencia a ir solo pero sabía que si la presionaba demasiado solo huiría de mi como ya ha sucedido anteriormente lo mejor era dejar que hablara cuando estuviese lista pero considerando todo ayer por la noche tuvo pesadillas cuando desde que habíamos llegado del hospital hasta el día ayer no las había tenido, y me preocupaba que todo sea por su padre.

- Lio saldré un momento con las chicas tenemos que hablar con Kenz - dijo a mi espalda, estaba tan sumido en mis pensamientos que no había notado el momento que había salido de la habitación, voltee notando que se había cambiado su ropa por unos jeans y mi sudadera de ayer.

- Te ves adorable - solté mientras me levantaba llegando hasta ella, sus mejillas ya tenían ese lindo tono rosa que me hacía sentir como un jodido afortunado ya que era la razón de él.

- Eres un engreído ¿sabes? - dijo notando la expresión de mi rostro, enarque mi ceja entendido que eso era algo más que obvio.

- Puedo serlo cuando tengo a un angel entre mis brazos - susurro cerca de su oído, pase mis brazos por su pequeña cintura atrayéndola contra mi cuerpo - Cuando puedo tocarlo y cuando sé que es solo mío.

Los vellos de su cuerpo se erizaron al momento que roce mis labios con los suyo, me tranquilizaba que su cuerpo no me rechazara o me alejara, el mío la anhelaba, la necesitaba a niveles que estaban casi volviéndome loco.

- Sabes te necesito angel - dije sus ojos se abrieron de par en par ante mi confesión - A niéveles que realmente rozan la locura

Sus mejillas se tornaron más rojas de lo normal. Abrió su boca para decir algo pero nada salía de ella, lleve mis labios a los suyos desesperado por sentirlos, como si fuesen un manantial de agua en medio del desierto, ella gimió ante mi ataque repentino, nos acercamos aún más como si eso fuese humanamente posible, el beso comenzó suave para luego volverse más intenso como si fuésemos la salvación del otro.