Race

30.

- POV LIO -

- ¡PARA, PARA! ¡POR FAVOR! - me levante aterrado, mire por toda la habitación buscando a holland a mi lado pero no se encontraba, recordé que la había dejado sola cuando me fui enojado de la cocina -¡POR FAVOR DETENTE! ¡PAAPAAA! - grito de nuevo la sangre en mis venas se heló al escucharla agonizando, corrí lo mas rápido que pude entrando en su habitación. Ella estaba  justo en el medio de la cama en posiciona fetal sus brazos tenían leves aruños que manchaban las sabanas de sangre.

- Angel despierta, despierta pequeña - susurre removiéndola un poco al llegar a ella - Holland joder despierta - dije un poco mas fuerte notando como se alejaba de mi tacto - ¡ANGEL!

Ella abrió sus ojos inchados y rojos debido a las lagrimas, sus mejillas estaban empapadas en ellas, mi pecho se oprimió al verla tan atormentada, me odie a mi mismo por haberla dejado sola. Me observo mientras levantaba poco a poco su mano a mi rostro pero la dejo caer cerrando sus ojos volviendo a salir de ellos pequeñas lagrimas, mordió su labio lo suficientemente fuerte hasta que broto sangre de el, me precipite hacia ella tomándola entre mis brazos.

- Lo siento, lo siento - susurre atormentado con al idea de haberla lastimado inconscientemente, acaricie su espalda tratando de aliviar un dolor al que sabia que no podía llegar, ella se aferro a mi espalda sollozando suavemente, podía sentir lagrimas cayendo sobre mi por lo que moví mi brazo ignorando las vendas, me aleje lo suficiente como para tomar su rostro entre mis manos  acercándolo al mio y dejar pequeños besos en sus lagrimas hasta llegar a sus ojos.

- Lamento no decirte todo - susurro atormentada, el dolor en sus voz logro que me sintiera como una mierda al haberla dejado sola solo por haberme enojado.

- Ya no importa pequeña ven - dije atrayendola a mi cuerpo, me acomode mejor dejando que ella descansara su cabeza a mi pecho, pase mis brazos por su cintura mientras escondía su rostro en mi pecho soltando uno que otros sollozos de nuevo, con cada pequeño sollozo calla en mi pecho mas inútil me sentía, desde que anabell había muerto no me había sentido de esta forma pero sabia que lo único que podía hacer era mantenerla a salvo en mis brazos, ahora era mucho mas consciente del dolor que solía ocultar, de las sonrisas fingidas que solo darnos solo para no preocuparnos mas de lo que ya lo hacíamos - Nunca mas te abandonare angel, jamas - susurre cuando note su respiración mas calmada.

Pase toda la madrugada con ella en mis brazos calmándola, suspiros cortos salían de ella cuando se acomodaba dormida, coloque mi mejilla en su cabeza dejándome caer dormido también. Sentía que algo suave recorriendo mi rostro por lo que fui abriendo poco a poco los ojos hasta tener a holland justo frente a mi, sus ojos seguían un poco inchados pero el borde rojizo casi había desaparecido, la apreté un poco contra mi dando una vuelta quedando encima de ella sin aplastarla, ella rió tratando de abrazarme como podía.

- Tienes terapia rascacielos - susurro contra mi oído, los vellos en mi cuello se erizaron y rece para que su cercanía no alterara otras cosas innecesarios.

- Lo se pero quiero unos minutos mas así - respondí escondiendo mi rostro en su cuello, deje un pequeño beso en una de sus clavículas sintiendo el cambio repentino en su respiración. Movió sus manos por mi espalda descubierta, se acerco poco a poco dejando un tierno beso en mi cuello, Jodida mierda ¿como se supone que me controle cuando hace esas cosas? pensé, ignore por un momento esa idea dejándome llevar por este pequeño de paz con ella a mi lado. Luego de media hora ya estábamos listos para ir al hospital, pude manejar tranquilamente a brutus luego de casi arrodillarme ante holland, al llegar solo dimos mi nombre e información necesaria para sentar a esperar.