Capítulo 2

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Habían pasado exactamente 5 años desde aquel día en que Sungyeol se enteró sobre su prometida

Yeol trataba de engañarse a sí mismo, trataba de mirar a JiYeon como una mujer, trataba de enamorarse de ella. Si, le gustaba su físico, ella era linda y divertida, pero lamentablemente, no podía verla como algo más que una simple amiga

Yeol dejo de ser maltratado por sus padres desde que esa misma noche que se enteró, hicieron una reunión familiar. Aquella noche Sungyeol se sintió tan falso, tan manipulado y usado como si de un muñeco se tratase

Él es el muñeco de sus padres

Yeol aun así no ha salido de esa gran casa. Sus padres evitan que tengan contacto con el exterior, pero más con los chicos, esperando que Yeol se enamore de la única persona que tiene a su alcance, JiYeon

No podía evitarlo, el joven de ahora 17 años no dejaba de llorar. Ahogando sus gritos en su almohada y apretando las sabanas en un puño, lo único que podía hacer para desahogarse, para expulsar esos sentimientos de rabia hacia el mismo, por ser una marioneta de sus padres y por no poder vivir la vida que todo joven normal conlleva; una donde pueda ser feliz con la persona que quiera y no con alguien ordenada por sus padres

El castaño escucho delicados golpes en la puerta, rápidamente se limpió sus lágrimas y acomodo su cama, tratando de que aquella persona detrás de la puerta no se diera cuenta de sus hermosos ojos rojos e hinchados por tanto llorar

—pase...— dijo en voz alta acomodando su camisa. Una chica más baja que él entro con una hermosa sonrisa en su rostro que desapareció al ver a su prometido en tales condiciones

—Oh Yeollie ¿estás bien? — corrió la chica hacia él y lo abrazo con fuerza, Yeol no pudo evitarlo y se desató de nuevo en llanto —¿Qué tienes cariño?

El menor negó rápidamente y la alejo con cuidado. De nuevo sentía ese sentimiento asqueroso, dándose asco a sí mismo. Se sentía la peor persona del mundo, engañando a JiYeon, haciéndole creer que la amaba como ella a él. El nunca sentiría alguna atracción tanto sentimental como física hacia ella

Yeol siempre había pensado en esperar a su príncipe azul, como en los viejos tiempos

JiYeon tomo el rostro de Yeol y se acercó a él, sus respiraciones empezaron a mezclarse al igual que los sentimientos, lamentablemente opuestos

Yeol no la aparto

JiYeon sonrió entre sus labios

JiYeon lo beso

Yeol no dudo en corresponder

Sus respiraciones se mezclaron y sus labios se juntaron con tranquilidad, un beso perfecto a los ojos de JiYeon. El castaño cerro sus ojos con fuerza, no le gustaba, no quería besarla, tocarla o tratarla como si fuera una pareja porque no era así

Todos lo usaban, sus padres, los de JiYeon y la misma JiYeon, jugaban con él y su ignorancia hacia la vida. Completamente dispuesto a sus órdenes, Yeol sentía asco de sí mismo, sabía que era utilizado, pero estaba a garras del infierno, atrapado en él y sin poder ser salvado

Él quiere un príncipe que lo salve, no una bruja que le engañe y use como un pasatiempo

—adivina que Yeollie— le dijo JiYeon ahora acostada a su lado y abrazándolo —¿te acuerdas de mi hermano?

—¿hermano?

—sí, el que te dije que no conoces porque fue criado por mis abuelos en Inglaterra— Yeol asintió recordando aquella platica —bueno, resulta que regresa mañana y mis padres harán una cena con nuestras familias para darle la bienvenida ¡No es genial!

—Mhm, es fantástico— dijo fingiendo felicidad al igual que fingiendo su sonrisa

—¡chicos! — se escuchó la voz de la señora Lee mientras subía las escaleras. Esta abrió la puerta sin tocar y fingió sorpresa —pero que hacen pilluelos, si van hacer algo pongan llave a la puerta— la señora Lee empezó a reír al igual que JiYeon

—ay señora Lee que cosas dice de verdad ¿no es graciosa Yeol? — este asintió, se sentó en la cama y coloco sus zapatos —además, su hijo me respeta mucho, no es capaz de sobre pasarse conmigo, es realmente el chico perfecto— dijo la joven completamente enamorada y tomando la mano de su prometido

Si tan solo supiera, pensó Yeol mientras caminaba hacia la cocina junto a las dos mujeres

—de verdad que me he ganado la lotería contigo Sungyeol, eres él hijo perfecto

Rabia, es lo que empezó a sentir en ese momento. Como su madre se atrevía a decirle eso, después de haberlo maltratado, hacerlo engañado, expulsado de la sociedad y vendido a una familia para su beneficio

—me dijeron tus padres que tu hermano vendrá mañana y que harán una cena en su casa— dijo la mujer sentándose frente la pareja

—¡Si!, estoy emocionada por que quiero que Yeol lo conozca. Seria genial que se hicieran mejores amigos— Yeol noto como su madre hizo una mueca extraña tras el comentario de su prometida, sabia la razón al igual de lo que se esperaba —oh, mi padre dice que esta fuera ¡bueno me tengo que ir! — la chica le dio un casto beso en los labios a Sungyeol y uno en la mejilla a su futura suegra

Apenas salió, Yeol sintió la tensión del ambiente. Si, sabía lo que le esperaba

—no tenía pensado esto Sungyeol, pero JiYeon quiere que vayas a la reunión y que pases tiempo con su hermano. Solo quiero advertirte algo cariño, ni se te ocurra fijarte el él. Bueno, aunque no creo que él lo haga en ti ya que las probabilidades de que sea una marica como tu son muy bajas— Yeol sintió sus ojos ardes al escuchar esa palabra que odiaba —lo sabes Sungyeol, estas advertido. No quiero que arruines nuestros planes, todo va perfectamente bien— la señora Lee se levantó y acomodo su falda —que tengas una linda noche hijo— escupió con asco para luego dejar a su hijo ahí, solo y con el corazón roto

Lo único que su cerebro repetía era esa horrorosa palabra "Marica"

Yeol quería escapar de una vez por todas, correr lejos de ese infierno, ser quien quiere ser

Yeol no quiere ser un títere

Yeol quiere enamorarse

Yeol quiere ser libre

Yeol quiere vivir la vida

Sungyeol solo quiere ser amado


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Holis~

Les traigo un nuevo capitulo^^

Bye~

Matrimonio [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora