Matrimonio [ADAPTACIÓN]

Epilogo

[Cinco años después]

Cinco años, cinco perfectos años en los cuales las mentiras dejaron de existir, dando paso a una nueva etapa en la cual Kim Myungsoo y Lee Sungyeol serían las personas más envidiadas de sus alrededores, donde su familia seria la perfección en vida y en la cual nada podría arruinar tal cosa

Y se preguntarían, ¿Qué ha pasado en aquellos cinco años? Bueno, muchas cosas de las cuales todos se sentían orgullosos, tantas cosas que el destino les tenía preparado a cada uno de las personas alrededor de la pareja, un destino del cual ninguno se arrepentía

Por parte de Kim Myungsoo y Lee Sungyeol, el matrimonio había empezado desde cero. La pareja había hecho pública su relación, haciendo a Sungyeol encargarse de gran parte de la empresa y de ir a reuniones generales por simple compañía a su esposo. Las personas de su alrededor de área de trabajo la habían dejado de mirar mal debido que sabían cuál sería su final si no lo llegaban a hacer; ser esposo del -ahora- empresario más grande de corea tenía sus ventajas. Sungyeol había terminado de estudiar su carrera de gastronomía y había empezado con un pequeño y sencillo restaurante en el centro de la ciudad donde se hacía cada vez más y más conocido gracias a su hijo por el cual todos los clientes se peleaban por estar un rato con él y su impredecible ternura

Bomin ya tenía seis años para entonces y a pesar de haber crecido mucho más, este no había cambiado para nada en personalidad. Bomin había entrado a su primer grado escolar y había hecho muchos amigos allí, aunque claro, Bomin no se olvidaba de su mejor amigo Sungmin el cual había adoptado como su hermano mayor al no tener hermanos de sangre. El pequeño castaño había deseado por mucho tiempo el que se padre tuviera un bebé y así tener en sus brazos a un bebé el cual llamaría "hermanito" todo el día y al cual le pudiera dar besitos cada vez que pudiera ya que quería cuidarlo y protegerlo con toda su alma, algo lo cual lamentablemente no podía hacer

Sungyeol y Myungsoo llevaban meses tratando de encontrar una casa de adopción el cual dejaran a las parejas homosexuales adoptar. Y sí que lo estarán pensando ahora ¿Cómo es posible que no dejaran a una pareja con preferencias sexuales diferentes adoptar a una criatura la cual habían abandonado, una a la cual ellos únicamente querían hacerla feliz? La sociedad poco a poco empezaba a cambiar de ideas, pero claramente aun existían diferencias de igualdad y lamentablemente entre ellas se encontraba el derecho de una pareja homosexual el poder adoptar a un niño (a)

Todo esto había surgido a partir de que la pareja alrededor de un año atrás, habían ido con Jiae a preguntar sobre los riesgos de que Sungyeol tuviera un bebé por segunda vez. Luego de aquella visita, Sungyeol había llorado dos días seguidos por las noches ya que las consecuencias y posibilidades de que todo saliera bien, sin ninguna muerte u aborto, habían sido casi nulas

Sungyeol se había sentido inútil en ese momento ya que quería darle un bebé a su esposo y a su hijo hasta querer aceptar las consecuencias que podrían conllevar, algo lo cual claramente Myungsoo se negó y le mostro diferentes opciones de tener a un bebé entre sus brazos sin necesidad de poner en peligro su vida, entre las cuales estaban: adoptar o alquiler de vientre materno. A lo que Sungyeol claramente se negó a la segunda opción, diciendo "hay tantos niños solos en este mundo, encerrados en casas donde ni siquiera sabemos si les tratan adecuadamente ¿y vamos a alquilar un vientre?" entonces Myungsoo sabía que debía descartar esa idea

Entonces, desde aquel día, la pareja no había dejado de viajar por casi todo corea en busca de una casa de adopción que les permitiera adoptar a un niño el cual cuidar. Y terminando todo como un completo fracaso. Sungyeol se había rendido semanas atrás y había preferido olvidar el tema para que cuando llegara el día de su sexto aniversario de bodas con su esposo, no se estuviera atormentando con la idea de que su vida era un fracaso, claramente dramatizando las cosas y lamentándose más de lo necesario