Capítulo 33

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Yeol miraba la nota con curiosidad, la analizaba y trataba de descifrarla ya que, por alguna razón, Sungyeol sentía un vacío en su pecho

La nota decía exactamente

"Quiero pedirte un favor antes de irme y ese es que debes tomar las pastillas que están al lado de esta nota. Esas pastillas son muy importantes para tu salud, es importante para los dos y por eso debes tomarlas, te lo ruego. También quiero decirte que te aprecio mucho, mas de lo que te imaginas, Yeol. Si pudiera, repetiría todos los momentos que pasamos juntos una y otra vez

Gracias por todo, pequeño"

Frunció el ceño y abulto sus labios, dejo la nota en su lugar y tomo la caja de pastillas junto con un vaso de agua para tomar una con cuidado ya que Sungyeol odiaba las pastillas y le costaba mucho trabajo poder tomar una. Miro el reloj y noto lo tarde que era, por lo que decidió tomar sus zapatos y un gran suéter para ir a buscar a alguien con quien jugar ya que estaba aburrido

Sungyeol siempre había sido como un niño, uno el cual necesitaba juguetes, películas animadas y personas para pasar el rato jugando. Un chico completamente inmaduro, berrinchudo e inocente a pesar de tener ya dieciocho años

Después de abrochar sus botines y colocar su suéter color verde, salió de la cabaña con una reluciente sonrisa con la cual empezó a caminar con energía por los grandes jardines llenos de arboles y arbustos cubiertos con la friolenta nieve

Se veía tan reluciente, lleno de felicidad y esperanza en el, como si toda la maldad y dolor hubiera desaparecido

Como si la felicidad aun viviera dentro de él

Sungyeol toco el timbre repetidas veces, mientras esperaba que alguien le abriera, jugaba con el pequeño adorno navideño colgado a un lado de la gran puerta de madera y observaba sus botines favoritos con felicidad

La puerta fue abierta dos minutos después por JiYeon la cual no se le veía nada bien, Yeol lo había notado al instante

—¿Yeonnie? — Yeol la miro con curiosidad y esta trato de sonreír —¿estás bien?

—¿quieres ver mi habitación de lectura? — pregunto evitando el tema

—bien, pero pasare a la cocina por algunos pastelillos— respondió no muy convencido, apenas entre, corrió hacia la cocina y tomo un tazón lleno de pequeños pastelillos de chocolate y fresa junto con una botella con chocolate líquido. Definitivamente el chocolate era la debilidad de Sungyeol

Ya en la biblioteca, JiYeon leía en voz alta uno de los cuentos infantiles de las estanterías, con Sungyeol a su lado prestando atención y degustando el chocolate liquido con sus dedos

JiYeon detuvo la lectura y apretó el delgado libro con sus dedos. Tenia que decirle a Sungyeol, no podía evitarlo, era necesario. Había convencido al padre de Sungyeol de que ella le diría lo que pasaba con su madre, no quería que su padre le contase por el simple hecho de que estaba muy mal y no quería que Sungyeol se alterara y quisiera irse así por así

—¿Por qué te detienes? ¿quieres un pastelillo? — le pregunto estirándose hacia el tazón y tomando uno de fresa —¿sí?

—Yeollie... ¿Qué sientes por tu madre? — Yeol se encogió de hombros y dio una mordida a uno de los postres

—siento cariño, eso tienen que sentir los hijos por sus madres ¿no?

—pero ella te ha hecho mucho daño Yeol ¿Por qué querer a alguien que te ha hecho daño?

Matrimonio [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora