Capítulo 36

328 51 10
                                    


Ella amaba verlo de aquella manera. Sungyeol sonriendo, corriendo, recolectando insectos y flores para regalárselos, colocar pequeñas florecillas en su cabello, ver como sus hermosos ojos brillaban de la felicidad y de la esperanza que se encontraba en ellos

JiYeon no sabía si algún día podría dejar de amar a Sungyeol, no veía ese día en el futuro

El día en que JiYeon se había ido, Yeol la había llamado antes de dormirse por el simple hecho de desearle buenas noches y decirle cuanto la quería, haciendo a JiYeon sentirse alguien despreciable al haber pensado y discriminado a Sungyeol sin haber hecho algo en contra suyo

Sungyeol no decidió enamorarse de Myungsoo, solo ocurrió

—Yeonnie mira— Yeol corrió hacia la chica y se sentó frente suyo —atrape una mariposa— le dijo con emoción mientras la colocaba sobre las piernas de JiYeon —es igual de hermosa que tú ¿no lo crees?

—claro que lo creo, cariño— acaricio su cabello y deposito un casto beso en su frente —¿no quieres un helado? Hay una nueva heladería por aquí y estaría genial probarlos

—lo siento, pero no siento apetito, de todos modos, gracias Yeonnie

—pero necesitas comer, Yeol ¿Dónde quedo el Sungyeol que comía todo lo que le pasaba en frente? — Yeol rio y negó

—hoy en la mañana vomite el desayuno y cada vez que veo cualquier cosa comestible me da asco. No me gusta vomitar, me mareo y me duele la cabeza por ello— JiYeon no respondió, solo asintió y abrazo a Yeol mientras acariciaba su cabello

Cada vez mas tenia sentido su idea, la idea de que Sungyeol en verdad esperaba un bebé, por lo cual aquellas reacciones en su cuerpo. No podía esperar mas tiempo para comprobarlo, necesitaba que Sungyeol tuviera estudios, porque si estaba embarazado, podía estar en riesgo de muerte. El embarazo en un hombre aun no estaba totalmente asegurado, era un proceso muy complicado en el cual dedica mantenerse tratamiento especial y cuidadoso ya que después de todo, el organismo masculino no había sido creado para llevar aquel proceso de reproducción. Por lo cual cientos de problemas podían ocurrir alrededor de aquellos meses, como el aborto o simplemente la muerte

—Yeol, necesitamos ir a un médico— dijo de repente mientras su sonrisa desaparecía gracias a sus pensamientos anteriores —ahora mismo

—no quiero, no quiero y no quiero— se apartó rápidamente de Yeon —va a tocarme, va a mirarme y a hacerme muchas preguntas personales. Lo odio. No quiero— se cruzo de brazos y se sentó en el pasto de nuevo

—Yeol, por favor

—No— JiYeon frunció el ceño y se levanto para luego tomar la mano de Sungyeol y arrastrarlo por todo el parque —¿A dónde vamos?

—a una farmacia, si no quieres ir al médico entonces harás el proceso en casa— Yeol la miro con confusión —te harás una prueba de embarazo

—¿prueba de embarazo? Eso es para las chicas Yeonnie, los hombres no se pueden embarazar— murmuro con completa confusión

—si pueden, al menos en este mundo Yeol

—pero yo no estoy embarazado— murmuro con la cabeza hecha lio. Sungyeol sentía como su cabeza empezaba a doler de repente, al igual que sentía como los líquidos de su estomago empezaban a subirle por el alteramiento de prácticamente correr detrás de JiYeon mientras analizaba cada palabra que salía de sus labios. JiYeon no le respondió en ningún momento, solo se dedicaron a caminar por las calles circuladas de la ciudad en busca de alguna farmacia. Sungyeol se sentía confundido, su cabeza daba giros y giros mientras investigaba el porque de sus profesores particulares no le habían contado sobre aquel tema, sobre que los hombres también podían embarazarse, porque eso le incluía, incluía que él también podía hacerlo y eso por alguna extraña razón; le ponía muy feliz

Matrimonio [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora