13. Deseo carnal- (Larry Stylinson) -Terminada

Dieciocho.

Cuando James se bajó del taxi, extrañado miró hacía el lugar de la calle donde había aparcado su mercedes antes de irse y vio que no estaba, entonces inmediatamente pensó que se lo habían robado.

Muy nervioso llamó a Harry y este le dijo que lo tenía en la empresa y por favor fuese allí por él.

El rubio entró en el edificio totalmente despreocupado pero al querer entrar en el apartamento su llave no iba, entonces volvió a llamar a Harry y este le mintió, diciéndole que se había estropeado y que el cerrajero iría en la noche cuando llegase de la empresa.

Este confió pero no quiso ir con la misma ropa, así que fue a la cafetería de la esquina de la calle y se cambio de ropa, antes de ir a ver a su prometido, quién lo estaba esperando, junto con el detective, el cual le había traído más evidencias.

En ellas, estaban todas las fotos de cenas románticas, las de los paseos por la playa como dos felices enamorados, así como también, las de los besos por la calle.

James se encontró con todo sin esperarlo y no pudo revatirlo pues las pruebas hablaban por si solas.

El rubio también se enteró de que ya no habría boda pues justo en ese momento, recibió una llamada de su madre diciéndole que había recibido una notificación del ojiverde donde le decía que se había anulado, junto con copias de las fotos, para que viesen los motivos de Harry.

Así fue como James, salió de la vida del ojiverde y aunque fue traumático, se sintió aliviado y ni le importó saber que después de todo, el rubio y Cowell seguían juntos, ya que al parecer eran tal para cual.

Durante días, el ojiverde intentó localizar a Louis de nuevo, incluso fue a su estudio y a su casa pero vio que había montones de correo acumulado, así que al parecer este había alargado su viaje.

Con el paso del tiempo, entretanto le envió docenas de mensajes escritos y de voz, pidiéndole perdón y diciéndole lo mucho que lo extrañaba pero nunca recibió respuesta alguna por parte del ojiazul.

Dos meses pasaron, en los que Harry olvidó completamente a James y en los que su mente lo siguió asediando con imágenes de Louis y con ese recuerdo de esa única vez, en la que habían sucumbido al deseo y en otras tantas en las que había tenido que reprimirse y armarse de valor para no besarlo y cometer una locura.

En ese tiempo, también asistió al local de su amigo Zayn pero solo bebía, ningún hombre o mujer de los que se la acercaban le interesaban y cuando iba al baño, solía meterse en el cubículo donde Louis y él habían follado meses atrás, entonces se sentaba en el retrete y soñaba despierto recordándole.

Sus sentimientos fueron creciendo, hasta que se dio cuenta que no sólo era deseo lo que sentía por el ojiazul, sino que realmente lo amaba y no podía olvidarlo.

En un principio había sentido ese deseo carnal en cuanto lo conoció, luego había sentido inmensas ganas de besarlo en cuanto lo veía y ni que hablar de su malestar en cuanto el ojiazul estaba junto a su primo, había sentido unos enormes celos que había tenido que callarse.

Estaba intensa e irremediablemente loco por Louis y no sabía nada de él, ni dónde estaba, ni con quién y estaba sufriendo por un amor que nunca se había dado, del cual muy tarde había caído en la cuenta de lo que sentía.

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