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Esas eran las palabras que en ese momento surcaban mis pensamientos, como una flecha surca un corazón.
Solo que mi flecha estaba fabricada con los pinchos de todas esas rosas que no fueron entregadas, y de todas aquellas que fueron rechazadas. También bañada en veneno y envuelta en llamas.
Supe que nunca me las iba a quitar de la cabeza. Estaba segura.
Y dolía demasiado. Pues esas palabras eran las más "dulces".

Imagina que sobrevives ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora