EPÍLOGO

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"Desperté" en una cama. Quería moverme, pero no podía.
Oía susurros y voces desenfocadas. No entendía lo que decían.
Me frustraba. ¡No podía hacer nada!
Me dolía el cuerpo. Notaba como me daba vueltas la cabeza.
Y aún así, seguía sin poder moverme.
-Lo sentimos, señora Ghaeyl -comencé a distinguir lo que decían. No sabía quién era. Solo sabía que la voz procedía de un hombre, más o menos de mediana edad.
-¿Hay algo que se pueda hacer? -pregunta otra voz. Esta vez la distingo. Es la voz de mi madre, Samantha Ghaeyl. La otra persona suspiró.
-Esperar, -hizo una pausa -solo nos queda esperar. Ha ingerido demasiadas pastillas... -añadió, sin poder terminar la frase.
-Entiendo... -oí pasos y una puerta cerrándose. Alguien se había ido de la habitación. -Despierta, Lara. Por favor. -oí sus sollozos amortiguados.

Continuará...

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