3ra cicatriz
POV Caín.
Me paseaba por la habitación de un lado para otro, mi caminar era imparable.
- ¿estas más calmado? - pregunte, el asintió con la cabeza.
- No lo entiendo, ¿Por qué ahora?, ¿Cómo paso?, ¿Cómo recuerdas todo? - pregunte.
- Yo... fue la ves que viniste a mi casa, dijiste que...te... g-gustaba y un montón de recuerdos llegaron a mí. - bajo su cabeza avergonzado.
- ¿a que vine todo eso del beso? - pregunté molesto.
- Bueno... no lo sé, un impulso. - respondió.
- Bueno, deja esos impulsos de lado. - fruncí el ceño. - los impulsos son estúpidos, algo irracional, por ellos casi te pierdo en el pasado.
Me miró y un silencio bastante incomodo se formó en el ambiente.
- Explícamelo. - dijo de pronto cortando el silencio.
- ¿Qué cosa?
- Explícame el por qué te fuiste y no te quedaste, ¿Por qué deberían haber pasado 8 años para recién recordar todo?, ¿Por qué irte y dejar que yo siguiera olvidándote?
- No me fui por que quisiese. - dije dando unos pasos más en la habitación. - me fui porque me lo ordenaron.
- Pero te fuiste, ¿quien te lo ordeno?
- No me recrimines nada Daniel, si es que eso intentas hacer, no sabes todo lo que sucedió después de tu actuación de deprimido sentimental. - cielos, estoy demasiado enfadado.
Otro silencio... pero mucho más tenso que el anterior.
- ¿me odias? - pregunto mientras se levantaba de la cama en la que yacía sentado.
- No, jamás lo haría.
- Pero hablas como si me odiases. - dijo,
- Daniel, no te odio, ¿acaso odiaría a la persona de la que estoy enamorado?
- No lo sé, no te conozco, han pasado 8 años... ya no sé quién es Caín.
Me acerque y pose mi mano en su mejilla, acerque su rostro y acerque mis labios al punto de que nuestras respiraciones se topaban, sofocándonos levemente.
Sonó la puerta, unos pequeños e inaudibles sonidos "toc, toc, toc" sonaron.
- Papa, baño, baño. - la ingenua voz de tomy se escuchó atreves e la puerta.
Daniel se levantó de la cama con su rostro levemente rojizo y abrió la puerta, dejando ver a tomy con sus ojos húmedos.
- Me hago. - sollozó.
Daniel lo tomo en brazos y lo llevó al baño de la habitación dejándome allí parado muriendo internamente, queriendo seguir hablando, una vez salieron ambos, Daniel hizo como si nada hubiese pasado. ¿por que evitas el tema?
- ¿cenaras con notros? - pregunto Daniel.
- Creo que si tú me invitas podría aceptar. - dije.
- Bien, entonces, tomy, pon un tenedor más en la mesa. - le ordeno a su hijo.
Me acerque caminando hacia él, Daniel estaba revolviendo la salsa para los espaguetis con una cuchara de palo.
- Pensé que eras un asco cocinando. - dije tirando la talla.
- La verdad es que, si lo soy, pero los espaguetis son lo único que me sale bien, ¿cierto tomy? - el menor asintió.
- Espagueti con salsa roja, con salsa blanca, con camarones, con queso, con jamón. -Dijo rápidamente mientras nombraba los agregados con su mano.
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«Cicatrices»
Historia CortaDonde hubo una Herida de guerra queda un cicatriz. En estos momentos tu eres el que escucha. La humillación del corazón no basta. Cada cicatriz tuvo una herida, y cada herida su historia, pero ya no es tiempo de historias pasadas. Es hora de crear n...