2da cicatriz.
POV. CAIN.
- Mira como vuela el tiempo. – dijo Daniel mientras cerraba uno de los cajones, guardando la tinta. – ya es hora de irnos.
Lo miré mientras dejaba las hojas en blanco en la impresora.
- ¿ya? – pregunte dudoso dirigiendo mi vista asía el reloj de madera y marfil colgado en la pared.
- Si, ya ¿nos vamos? – pregunto. – ¿o debes ir a buscar algún bolso?
- No, mi bolso está en mi auto ¿me acompañas? – hable casi saliendo de mi papel dominante, casi tímidamente me dirigía a él.
Daniel recogió su bolso del piso y me miro dándome una señal pasajera de que lo siguiera. Hice caso a dicha señal y lo seguí, salimos de la oficina y caminamos hasta la entrada sin detenernos... divisé a Criss a lo lejos, haciéndole señas a Daniel para que este lo mirara, pero me interpuse y comencé un tema de conversación.
- ¿queda muy lejos el jardín de Tomy? – pregunte, condenándome a mí mismo a escuchar una de las historias que menos deseaba saber, el hijo de Daniel, de una relación que desconocía.
- No, no tanto... un par de cuadras mas allá. – dijo mirándome para que lo dirigiese a mi auto. – hoy no vine en auto – sonrió.
- Okey, iremos en el mío.
Apreté las llaves del auto sonó a lo lejos, un auto negro, caminamos hacia él y abrí la puerta, ambos entramos... Daniel se sentó en el asiento del copiloto, coloque el cinturón y gire mi rostro encontrándome el de él, sentí su respiración en mi rostro y rápidamente voltee.
- Tu indícame por donde es – dije y el asintió con la cabeza.
En el transcurso del viaje iba mirándolo de vez en cuando de reojo. apoyó su brazo en el reposo del auto y comenzó a mirar hacia afuera, contemplando el nulo paisaje de la ciudad, miles de edificios grises y sin brillo, miles de locales de comida rápida. De pronto su vista se inclinó sobre mí y hablo.
- Es aquí. – pare el auto y Daniel bajo, corrió a la entrada del jardín y tan pronto como salió del auto, volvió.
- Mierda. – dijo entrando y colocándose el cinturón,
- ¿Qué paso? – pregunte.
- Eh... bueno, veras, me equivoque. – dijo y coloque el auto en marcha. – tomy comenzó con sus vacaciones ayer, él está donde Connor y Joan ahora, iremos asía allá – rio – esa era la razón de que hoy no utilice el auto. – saco la lengua torpemente como lo haría un adolescente y nuevamente rio.
Abrí mis ojos al ver lo descuidado que podía llegar a ser. ¿Cómo se te olvida donde está tu hijo? Pensé cómicamente al mismo tiempo preocupado, Daniel cambio mucho, pero si desde adolescente se despreocupaba de sí mismo, tenía miedo de como seria la vida de tomy, aunque la vez que lo conocí se veía muy feliz y sano, estaba pensando de más.
- Okey. – dije.
Nuevamente retornamos a la calle que mantenía un sucumbir enorme, el bullicio era inagotable y mis oídos dolían por el sonar de bocinas, entre otros, el me guiaba con su ahora más masculina voz, asía donde debía ir.
Al llegar, me estacione frente al edificio donde Vivian esos dos y apague el auto, Daniel se bajó y se giró asía mí.
- ¿No me acompañaras? – pregunto.
- No, prefiero quedarme aquí, yo te espero. – traté de sonreírle y encendí la radio, en uno de esos programas de farándula que emitían por allí, no quería oírlo, pero tampoco se me apetecía cambiarlo.
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«Cicatrices»
Short StoryDonde hubo una Herida de guerra queda un cicatriz. En estos momentos tu eres el que escucha. La humillación del corazón no basta. Cada cicatriz tuvo una herida, y cada herida su historia, pero ya no es tiempo de historias pasadas. Es hora de crear n...