Loving You (Sheo)

De vuelta a mi vida

Capítulo 29

Narra Shailene.

Me tomo un par de dias empacar todo y volver a Nueva York. Y no me arrepentia de dejar Paris atras, mi galeria seguiria siendo anunciada pero yo necesitaba estar rodeada de la gente que mas quiero y se que me quieren, no estar sola en un apartamento de lujo sintiendo un enorme vacio. Ademas ver a Theo me ayudo a saber lo que realmente importaba. No solo se trataba de encerrarme dentro de mi dolor y alejarme de todo, también se trataba de dejar a los demas estar cerca de mi, a pesar de aun sostener la idea de que era mejor lidiar con todo por mi cuenta.

-¿En qué piensas?- pregunta Theo acariciando mi mano. Sonrío nerviosa mientras el taxi nos llevaba hacia una dirección que yo desconocía. Theo se había encargado de encontrar un nuevo lugar para nosotros y de hacer que todas mis cosas llegarán a salvo a Nueva York. Una semana después de vaciar mi departamento en París, nos encontrábamos tomando un vuelo a Nueva York. Tenía miedo de que no pudiera retomar mi antigua vida, de que todo fuera diferente.

-En el departamento. Quiero conocerlo-contestó sonriendo-¿Tiene una linda vista?

-La mejor de todas-contesta guiñándome un ojo. Le doy una sonrisa apretada y Theo aprieta mi mano-Se que esto es un poco abrumador-dice sonriendo del lado-No todos los días te mudas sin conocer el lugar en el que vivirás y sé que no es fácil para ti regresar.

Sonrío.-Me siento una perra

-No eres una perra-contesta Theo frunciendo el ceño.

-Un día simplemente decidí irme sin decir ni una sola palabra, viviendo una gran vida en París mientras ustedes se preguntaban que había pasado, y después, ¿simplemente regreso?-río sarcásticamente-¿Qué se supone que diga?, "Hola a todos, lo siento por irme 5 meses sin decir adiós, pero estoy de vuelta y vamos a olvidar todo y hacer como que no me fui, ¿qué tal todo?".

Cubro mi rostro con mis manos, frustrada, y Theo acaricia mi espalda. Despues quita mis manos de mi rostro suavemente.

-Nadie va a juzgarte por lo que hiciste-dice besando el dorso de mi mano-Van a estar demasiado contentos por tu regrese como para reprocharte algo.

Sonrio, ¿que es lo que exactamente hice para merecer un hombre como Theo en mi vida? 

Miro por la ventana del taxi como nos acercamos a un edificio colorido con murales y hermosos jardines, recuerdo haberlo visto alguna vez cuando aun buscaba mi primer departamento en Nueva York. Volteo a ver a Theo y sonrió emocionada.

-¡Es imposible encontrar un departamento disponible en este lugar!-digo con voz chillona-¿Como lo conseguiste?

-Digamos que despues de que una muy famosa pintora pusiera a la venta algunos cuadros con mi rostro, comencé a hacerme de contactos en el mundo del arte-dice encogiéndose de hombros.

Cuando el taxi se detiene me bajo rapidamente y corro escaleras arriba. Escucho como Theo rie y agradece al conductor mientras yo observo el edificio y sus alrededores como si fuera una niña pequeña.

-Veo que te agrado la idea de vivir aqui-dice Theo detras de mi.

Me lanzo hacia Theo colgandome de su cuello y dandole un enorme abrazo.-Me encanta, me encanta-digo-Te amo.

Theo besa mi mejilla y despues de que dejo de colgarme de su cuello, saca las llaves del bolsillo de su pantalon. Las agita en el aire y yo rapidamente se las arrebato.

-2A-dice y antes de que pueda decir otra cosa, encuentro la puerta de nuestro nuevo departamento y la abro.

El lugar era espacioso y tenia una gran parte de luz natural. Las paredes estaban en blanco y habia un espacio para colocar mis cuadros asi como un pequeño estudio para realizar mis pinturas. Quería llorar, esto era mejor de lo que habia imaginado, era tan bueno que quería llorar, por que sabia que no podria aprovecharlo por mucho tiempo. Los brazos de Theo se envuelven alrededor de mi cintura y da un beso en mi cabeza.

-Este sera nuestro nuevo hogar-dice y yo suspiro.

-Es perfecto-digo y me giro hacia el-pero mi hogar no es un departamento nuevo, mi hogar eres tu.

Theo acaricia mi rostro y se acerca para besarme lentamente. Jamas me cansaria de sus besos, de sus labios llenando los mios. Habia soñado con sus besos por 5 meses en los que no sabia si algun dia iba a volverme loca de la necesidad de estar cerca de el. 

-Te amo como jamas eh amado a alguien-me dice y siento que todo dentro de mi explota. 

-Y yo a ti.

Theo me toma de la mano y comenzamos a ordenar el nuevo departamento. Colocamos nuestras cosas, algunas las dejamos en sus respectivas cajas, y al ultimo terminamos hasta las 10 de la noche, acostados en el unico sillon que no tenia cajas y ropa, cenando comida china en cajas y riendo al recordar nuestra historia.

-Oye, solamente queria impresionarte supongo-digo encogiendome de hombros mientras Theo recuerda aquella vez que salimos a comer por primera vez y tome cerveza.

-Hiciste una cara que jamas olvidare-dice Theo riendo.

-¿Tendra algo que ver con que esa misma cara sea tu fondo de pantalla?-pregunto riendo.

Theo rie y asiente.-Desde esa vez supe que habia algo en ti que iba a volverme loco, ademas de tu usual rutina de cantar por las mañanas.

Suelto una carcajada y le doy un pequeño golpe en el brazo.

-Y ahora que lo recuerdo-dice Theo tocandose la barbilla-Me debes unas cortinas de baño, ladrona.

-Oye-digo rapidamente-Te las regrese

Theo rie y deja su cajita de comida china en el suelo para acercarse a mi.

-Quien iba a decir que la chica que siempre dejaba su puerta abierta y le encantaba entrar a las casas de los demas se iba a convertir en el amor de mi vida.

Rio suavemente y tomo su mano, dandole un apreton.

-Yo pensaba que eras un odioso-digo haciendo una mueca-pero siempre pense que eras atractivo.

-¿Ah si?-pregunta Theo acercandose mas a mi.

-Uhum-digo sintiendo su respiracion mezclandose con la mia

-Es bueno escuchar eso-susurra-Por que tu siempre me parecista guapísima.

Sonrió y lo veo a los ojos. Ojos marrones con espesas y largas pestañas en los que me había perdido hace mas de un año, cuando mi vida estaba hecha un desastre. Ojos marrones que me hicieron darme cuenta que el amor si existe, y que importa mucho mas de lo que yo pensaba. Ojos marrones que lo eran todo para mi.

La comida china se queda en el suelo y Theo y yo nos concentramos solamente en nosotros y en el ahora. 

Y queria que asi fuera lo que restaba de mi vida.