Capítulo 26: Sobre Finales Felices con Preguntas Sin Respuesta

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Sobre Finales Felices con Preguntas Sin Respuesta

“When you feel my heat

Look into my eyes

It's where my demons hide

It's where my demons hide.

Don't get too close

It's dark inside

It's where my demons hide

It's where my demons hide.

Your eyes, they shine so bright

I wanna save that light

I can't escape this now

Unless you show me how.”

Demons por Imagine Dragons

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Cuando Riley salió de su casa, Níkolas ya esperaba en el jardín, apoyado contra una de las columnas del porche con sus brazos cruzados. Una expresión de sorpresa cruzó el rostro de Riley, y Níkolas tuvo que retenerse de señalar que ella debería haber esperado que él apareciera.

Riley parpadeó, probablemente para esconder sus ojos rojos por el llanto de él, mientras cerraba la puerta.

—¿Qué sucede? —preguntó Níkolas con preocupación, acercándose a ella.

Riley pegó el dorso de su mano contra su frente.

—No es nada —prometió—. Solo… ¿Recuerdas a mi padre?

Níkolas soltó un suspiro imperceptible. Durante unos segundos, había considerado que lo que le iba a decir amenazaba la vida de Riley, y luego que —cualquier cosa que fuera— Riley no confiara en él lo suficiente para decírselo.

Níkolas no sabía cuál aspecto era más aterrador.

—El que no aparece más de una vez al mes —respondió Níkolas, asintiendo.

Riley hizo una mueca y Níkolas se regañó mentalmente. Debería ser más sensible. Elliot Clairbourne siempre había sido el único consuelo de Níkolas sobre su relación con su padre —no eran tan distante como podrían serlo.

Solo preferiría que no fuera el padre de Riley.

Riley parecía reluctante, pero asintió.

—Sí, ese —admitió—. Él me propuso intentarlo de nuevo. Dice que estará más presente pero… no sé si lo quiero aquí.

El primer instinto de Níkolas fue alejarse de esa conversación. En primer lugar, él nunca había conocido a Elliot por más que los rumores de la cuidad, así que no podía juzgarlo seriamente. Y en segundo lugar, si cometía un error, no quería que Riley sufriera las consecuencias si Elliot no hacía lo que prometió.

Pero luego Níkolas pensó en su padre. Se sentía terriblemente culpable pero a la vez increíblemente orgulloso. Su padre eligió morir en una cueva con un criminal, un laboratorio y una prisionera, para salvarlo a él y a Riley.

—Creo que deberías darle otra oportunidad —sugirió Níkolas. En realidad, él no estaba seguro, pero supuso que, aunque él no podía arreglar sus asuntos con su padre, tal vez Riley sí.

Riley asintió ligeramente y soltó un sonido sin compromisos.

Níkolas no la presionó, sabía que lo consideraría.

Lady KittenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora