Capítulo 14: Situaciones Delicadas y Debates Internos de Moral

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Situaciones Delicadas y Debates Internos de Moral

“No one said that this would be easy,

I think we're past the point of achieving,

Any common ground in believing,

I've can work this out.

I used to look to you for direction,

That was before I saw the deception,

That was hidden behind your eyes,

That was just your empty pride.”

Reap por Red Jumpsuit Apparatus

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La reacción de Willie a la invitación de cita de Cameron a Riley fue exactamente lo que Riley había esperado.

Ruidosa.

—¿Qué? —chilló Willie, sobando sus muñecas distraídamente mientras miraba impresionadamente a Riley… llamando la atención de todas las personas en el pasillo a cinco metros a la redonda.

Riley, al notar las miradas extrañas en su dirección, les envió una mirada fulminante exasperada (que básicamente gritaba “a sus asuntos”), logrando que rápidamente las personas voltearan la cabeza a otra dirección.

—No hables tan alto —siseó Riley a Willie.

—Pero… es que… ¿Cómo es que no me dijiste? —chilló de nuevo Afortunadamente, esta vez en un susurro.

—Estabas encadenada a Bliss —siseó Riley de vuelta calladamente.

—¿No pudiste enviarme un texto? —se quejó Willie, pero débilmente. Entendía el punto de Riley, y, honestamente, la acababan de desencadenar de Bliss hace solo cinco minutos. No podía estar de mal humor.

—Lo hubieras leído en voz alta —respondió Riley secamente.

Willie dejó su irritación por haberse enterado hasta dos días después de que alguien había invitado a Riley a una cita y en su lugar comenzó a chillar felizmente. Probablemente la reacción que Riley debería haber tenido internamente en lugar de pánico.

—¡Él dejó a Bliss por ti! —canturreó Willie felizmente, ignorando las miradas que atraía, ya que no solo cantaba, también agregó un ligero salto a su paso que se hubiera visto ridículo en cualquier otra personas.

Pero Clearberry Lake ya estaba acostumbrado a las ocasionales excentricidades de Willie. (Aunque eso no impedía a los padres decirles que se alejaran de la hija menor de los Spark.)

—¿Te importa? —susurró Riley, golpeando el brazo de Willie para llamar su atención—. Nadie sabe de la cita.

—¿Qué le dijiste? —preguntó Willie emocionadamente, pero en voz baja.

—Que no —respondió Riley en un tono de «duh».

—¿Por qué? —jadeó Willie en un tono horrorizado.

Riley la miró como si estuviera loca (a veces lo consideraba seriamente, pero enviar a Willie al manicomio la alejaría de la única amiga que tenía).

—Porque ya le caigo Bliss, no necesito darle otra razón para asesinarme. No parece que necesite muchas —dijo Riley, murmurando la última parte cuando pasaron junto a Bliss, quien fulminaba a ambas con la mirada mientras que, como los demás chicos de catorce años en su escuela, sobaba sus muñecas, que tenían marcas rojas a su alrededor por las esposas.

Lady KittenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora