Capítulo 12: Reuniones Secretas y Amenazas Nocturnas

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Reuniones Secretas y Amenazas Nocturnas

“I was born of the womb of a poisonous spell,

Beaten and broken and chased from the lair,

But I rise up above it, high up above it and see,

I was hung from the tree made of tongues of the weak,

The branches were bones of liars and thieves,

Rise up above it, high up above and see.”

Night of the Hunter por Thirty Seconds to Mars

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No era la primera vez que Níkolas salía de casa en medio de la noche, pero esta era la primera vez que lo hacía con ambas chicas Spencer en la casa.

Y es que ambas tenían el sueño malditamente ligero.

Desafortunadamente, no había tenido oportunidad para deslizar las pastillas para dormir en sus bebidas (ya las tenía preparadas en la parte interior de su reloj) durante las cena.

Níkolas cerró la puerta con ambas manos, cuidando de que no rechinara, pero no pudo hacer nada por el «clic» que hizo al cerrar, a lo que Níkolas respondió con una ligera mueca. Níkolas giró, pero, al pisar, la duela rechinó —justo frente a la habitación de Bliss.

Probablemente estaba siendo paranoico (¿quién podría escuchar la duela rechinar, dormida y a través de una puerta?), pero es que Bliss tenía un maldito buen oído y el sueño demasiado ligero.

Níkolas consideró entrar y, rápidamente, encajar un dardo de sedantes en Bliss, pero lo hizo a un lado. Tan pronto como él abriera la puerta, ella se daría cuenta, despertaría y creería que vino a su cuarto para confesarse a la medianoche, o alguna tontería por el estilo.

En su lugar, Níkolas intentó hacer sus pasos lo más largos y ligeros que podía, esquivando los puntos que rechinaban más en las escaleras.

La mansión del alcalde estaba en Clearberry Lake desde que hace 300. Habían hecho algunas reparaciones a lo largo de los años, pero quien la construyó fue alguien extremadamente rico. La casa era fuerte.

Pero todo rechinaba.

Para el momento en que Níkolas finalmente llegó al piso de abajo (gracias a dios que no tenía que pasar frente a la habitación de su padre y su madrastra para salir, la mujer era más sensible dormida que despierta y eso era decir algo), su cara estaba adolorida por la mueca que se había acentuado con cada rechinido.

Un suave suspiro de alivio salió de él cuando sus dos pies finalmente tocaron el último piso de la mansión.

Pero luego escuchó un rechinido. Se concentró en contener un gruñido de exasperación al escucharlo hasta que notó… que él no se había movido. El rechinido no era suyo.

Rápido como un puma, Níkolas giró para encontrar a Willow en su camino de salir de la sala de estar y hacia las escaleras.

En el mismo momento, Willow se congeló, escuchando el rechinido que, esta vez si, había provocado Níkolas.

—¿Cómo es que no estás con Bliss? —fue la primera pregunta que disparó Níkolas, sonando acusadora hasta para sus propios oídos.

Willow tragó saliva.

—Presioné el botón azul. Ya es medianoche oficialmente y funcionó —explicó nerviosamente.

—¿Por qué estás aquí abajo? El baño de Bliss se conecta a su habitación —le recordó lentamente.

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