Capítulo 19: Megan Rowe e Historias Perturbadoras

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Megan Rowe e Historias Perturbadoras

“I am just a man,

Not superhuman;

I'm not superhuman!

Someone save me from the hate.”

Hero por Skillet

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Hubo una breve pausa llenada por tecleado, antes de que Willie volviera a hablar a través de la línea.

—Megan Rowe. La arrestaron a finales de Agosto del 2006, bajo cargos de asesinato doble a una pareja en el parque. Aquí dice que… aquí dice que le dieron diez años. Iban a ser cinco, pero agregaron diez cuando descubrieron que habían sido dos asesinatos y no uno, con nueva evidencia que trajo el alguacil LaCraevy —informó Willie, leyéndolo de la página.

—¿Dónde se encuentra ahora? —preguntó Riley, hablando más fuerte que lo usual, ya que había dejado el teléfono en altavoz al otro lado de su habitación, mientras forcejaba para ponerse una blusa, intentando ignorar las en su torso y brazos.

—¿…Para qué quieres saberlo? —inquirió Willie suspicazmente después de una pausa. Cuando Riley no contestó, ella soltó un ruido de exasperación—. ¡Riley, no te diré su localización para que vayas a buscarla! Demonios, hace menos de tres horas aún te tenían secuestrada un par de locos.

Era verdad. Había pasado algunos minutos en la camilla de la ambulancia, y luego los dos policías la llevaron a su casa. Esperaron una hora y media en la sala y tomaron dos tazas de café cada uno hasta que Riley se cansó y se envió un texto “de parte de su padre” desde la computadora para convencer a los policías de que él ya venía. Ocupó la media hora restante para que sonara la campana en el escuela para llamar a Willie, duchándose, maquillando los moretones en su cara —mandíbula del lado izquierdo y ambos pómulos— y buscando calentadores de bazos que usar para tapar las heridas en ellos —tenían marcas rojas de cuerdas donde habían amarrado sus antebrazos a los brazos de la silla, sus muñecas tenían moretones por las esposas, y su antebrazo izquierdo también tenía sangrantes pequeños rasguños de las esquirlas de la granada. Planeaba llamar a Willie para avisarle a donde iría, después de buscar la ubicación de Megan Rowe, solo para asegurarse de que si desaparecía abruptamente, al menos alguien sabría su última ubicación.

—Willow —ladró Riley, suprimiendo la mueca cuando apoyó su peso en su pie derecho, que Jonathan había pisado, y la tela del pantalón que se ponía rozó sus tobillos, que estaban ligeramente amoratados e irritados por las cuerdas con los que habían sido amarrados—, no puedo quedarme sin hacer nada y necesito respuestas. El nombre de Megan Rowe estaba en un papel que los secuestradores tenían, y le preguntaré por qué.

—Es una criminal, Riley.

—Eso no la hace menos importante —espetó Riley, luego presionó el puente de su nariz y cerró los ojos—. Es solo que… No puedo dormir. Me acosté hace rato, y lo único que podía ver era un puño acercándose a mí. Necesito hacer algo, Willie.

Willie se quedó callada y un segundo después suspiro.

—Muy bien, pero iré contigo —exigió.

—Tienes escuela.

—Y esta es una buena oportunidad para faltar por primera vez sin una nota de mi madre —continuó Willie casualmente.

Riley rio entre dientes, pero aceptó la respuesta.

Lady KittenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora