— ¿Desean servirse?—pregunta uno de los camareros, sosteniendo con una sola mano una fuente de bocaditos en frente de nosotros.
Thom y yo tomamos uno cada uno de la fuente, y le dimos las gracias antes de que él se retirase. Le di una rápida mordida, y a pesar de que no diferenciaba lo que era, tenía que admitir que estaba realmente delicioso.
— ¿Sabes qué es?—pregunta Thom, —porque esta delicioso.
Me encogí de hombros, porque no tenía la menor idea.
—Son langostinos bañados en salsa blanca—dijo una voz femenina acercándose a nosotros.
Me quedé paralizada, ya que digamos, no era muy fanática de los mariscos realmente. Thom se expresó de la expresión de mi rostro, levanté la mirada para ver quién nos había respondido cuando me encontré con Elena.
Se veía espectacular, el vestido azul que llevaba la hacían ver más alta de lo que era, y llevaba su cabello con pequeñas ondas en las puntas.
—Elena—dije.
Thom automáticamente frunció el ceño, y se colocó más cerca de mí. Thom sabía todo acerca de mi vida, cada pequeño detalle. Y no me sorprendía que se colocara a mi lado protectoramente, listo para pelear como un caballero de brillante armadura.
—_____________, estoy tan feliz de verte. —habló Elena.
—Eh…él es Thom, Thom ella es Elena. —los presenté.
Thom le extendió la mano a Elena con resentimiento, Elena le dio un rápido apretón antes de soltarlo.
— ¿Cómo has estado?—pregunta.
—No me puedo quejar. ¿Y tú?—le pregunto.
—Bien muy bien en realidad, estoy estudiando artes escénicas de hecho. Jordan tiene un amigo que es director, que está dispuesto a conseguirme audiciones, es genial, ¿no?
Asentí con la cabeza sonriente.
—No sé si puedo preguntar pero, ¿Dónde está Harry?
—No lo sé. Nosotros…ya no estamos juntos realmente.
—Oh, yo lo siento mucho, ______________. Sé que tal vez piensen que no estoy siendo sincera, peor lo estoy siendo. Te lo juro. No soy la misma Elena de hace un año. He cambiado mucho. Es más, creo que podemos hasta llegar a ser amigas.
—Te creo, Elena. Realmente lo hago, y de verdad estoy feliz por ti.
Me dio una última sonrisa y se acercó a saludar a una mujer mayor que estaba cerca nosotros.
—Así que ella es la famosa Elena Hallway—dijo Thom—pensé que la odiabas.
—No lo hago, simplemente, sé perdonar.
—Por eso eres tan increíble.
Lo rodeé con mis brazos, y él me imitó. Pensé que estar aquí iba a ser un completo infierno, ya que la relación con los familiares de Jordan y yo no era muy buena. Pero Thom había hecho esto tan genial.
—Si ella era Elena, ¿Quién es Sean?—cuestionó Thom, y en ese mismo nanosegundo apareció Sean enfrente de nosotros.
Me arrancó de los brazos de Thom y me elevó en el aire dándome un fuerte abrazo.
—Si no es la pequeña ___________ Hea…digo Watyger. —me dejó en el suelo, y me aparté de él rápidamente.
—Hablando del rey de roma—murmuré—Thom él es Sean Watyger, pero puedes llamarlo idiota, créeme él está muy acostumbrado.
—Eres tan graciosa, —se rió Sean. —Alguno de mis amigos quieren conocerte, ya sabes. —me guiñó un ojo coquetamente, y señaló con su brazo su grupo de amigos quienes parecían ser idiotas presumidos.
—Ella tiene compañía—masculló Thom enojado, tomándome de la cintura nuevamente posicionándome a su lado nuevamente.
—Un nuevo novio, ¿eh? —se rió Sean.
—Piérdete—le dije alejándome de él.
Él nunca iba a cambiar. Así que lo mejor que quedaba por hacer era simplemente ignorarlo.
El sonido de una copa sonó por la habitación, llamando la atención de todos los reunidos. Jordan tenía una copa de champagne en la mano, y los camareros estaban repartiéndolas a todos los invitados. Thom y yo tomamos una de la fuente.
—Agradezco a todos los que están aquí, considerados amigos muy cercanos o familia. Este es un momento muy importante para Ana y para mí. Nuestro primer hijo. Estamos listos para ser una familia, y queremos compartirlo con ustedes. —Dijo emocionado— ¿____________? ¿Puedes venir un segundo?
Fruncí el ceño mientras me acercaba al centro de la habitación donde se encontraba él, acompañado de Ana, quien me recibió con un fuerte abrazo.
—Por mi familia, y por el nuevo bebé. —dijo Jordan, elevando su copa en el aire.
Todos los imitamos y brindamos, choqué mi copa con Ana y con Jordan antes de tomarme todo el licor de un solo trago. Bajó suavemente por mi garganta. Abracé a Jordan apenas él terminó su copa.
—Parece que ahora si estoy listo para eso de cambiar pañales—susurra en mi oído.
Me reí al imaginarme a Jordan cambiando pañales con sus costosos trajes.
—Buena suerte—le respondí.
—Por suerte, ese bebé va a tener una hermanita dispuesta a ayudarnos con los paña…
—Olvídalo, hombre. —Dije riéndome. —Yo aún tengo mucho tiempo hasta que tenga que cambiarle los pañales a mi propio hijo, créeme.
Jordan se rió sin separarse de mí. Ana se unió a nuestro abrazo, cuando Jordan la jaló del brazo y la acercó a nosotros.
Posó su mano encima del vientre de Ana, antes de decir:
—Mi familia—en un susurro.
{…}
“Tengo esta audición en un bar, NO puedes venir, es con puertas cerradas. Aunque si me eligen prometo traerte conmigo, te am. Voy a cantar la canción que escribí para ti, nos vemos en un rato. Siento no haberte avisado antes pero sentía que eras capaz de escabullirte en el café —Thom”
¿Yo? ¿Escabullirme en el bar solo para escucharlo cantar la canción que había escrito para mí? Pf. Thom era un completo exagerado. ¿Por qué no había dejado la maldita dirección del café? ¿Por qué?
Genial ahora solo me quedaba esperarlo sentado hasta que regresara de su audición y me contara como le fue. Esperaba con todo mi corazón que bien.
Un sonido en la cocina y un grito ahogado con miles de maldiciones acompañadas, llamó mi atención. Corrí a la cocina encontrándome con Harry. Su mano estaba sangrando y lo único que estaba haciendo él era seguir partiendo pedazos de queso. Su mano podía tener una hemorragia.
— ¿Qué te paso?—grité acercándome a él.
—Solo fue un pequeño corte—respondió el, tratando de volver a cortar el queso.
—Estas sangrando mucho, Harry. Déjame curarte, por favor.
Él se rindió y soltó el cuchillo, tomé su mano sana y lo guié hasta el baño donde estaba el botiquín que Carisa siempre guardaba. Saqué el pomo de alcohol con una venda. Tomé un pedazo de algodón y la remoje en agua.
Harry se sentó en el inodoro, que tenía la tapa cerrada. Me traté de inclinar en el suelo, pero era imposible por el espacio reducido del baño del departamento. Estaba pensando quedarme de pie e inclinarme, pero antes de que pudiera tocar la herida de Harry, él me jaló de la cintura, haciendo que caiga encima de sus piernas.
Oh. Está bien. No es que me quejara de estar encima de él.
Tomé su mano y le pasé el algodón por la herida, Harry frunció el ceño rápidamente y se puso tenso. Ahora era el turno del alcohol, desinfecté toda la herida y pude detener la salida de sangre. Tomé el pedazo de venda y me encargué de cubrir toda su herida en la palma de su mano.
—Lista—dije, e iba a levantarme pero Harry me lo impidió.
—Gracias—susurró, mirándome directamente a los ojos, los cuales tenía muy cerca por la corta distancia que nos separaba.
Tragué saliva, sin poder separar mi vista de sus labios.
Con su mano sana, acarició suavemente mi mejilla haciendo que toda mi piel se erizara. Solo me había apenas rozado y ya me había puesto como un cactus.
Deseaba tanto besar esos labios, que dolía.
—Se supone que es lo correcto—murmura. —Se supone que lo que estoy tratando de hacer está bien.
— ¿Qué cosa?—pregunto insegura.
—Dejarte ir, debería ser lo correcto. Pero cada vez que te veo, simplemente no puedo no arrepentirme de mi decisión.