Capítulo 7

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Frannie se mueve de su asiento, apartándose de mí, entonces no pude leer su rostro. Pero estoy seguro de oler un poco de anís en el aire.

—Como sea… Luc, estas son Taylor y Riley.

—Entonces… ¿Por qué enviabas a tu amiga al infierno? No es que sea algo malo. Sólo preguntaba…

—Porque ahí es donde pertenece. –Fulmina con la mirada a la rubia, Taylor.

—Bueno, supongo que tendremos que esperar y ver. –Le sonríe a Taylor. Podría ser útil.

—Así que, Luc… ¿te enteraste de la fiesta en Gallaghers el viernes? –Dijo Taylor, ahora entiendo la decepción de Frannie. Su anís casi me derriba. Interesante. Debería ser capaz de utilizar eso como ventaja

—Creo que escuché algo al respecto.

— ¿Vas a ir? –preguntó Taylor. Le doy a Frannie mi mejor y sensible mirada penetrante.

—Depende. ¿Tú vas? –me dirigí a Frannie. –se queda mirándome un instante, y luego habla.

—Supongo. –mi boca se extiende en una sonrisa.

—Entonces no me lo perdería.

No me pierdo esta escena de como Taylor la fulmina con la mirada o la forma en que Frannie se sonroja cuándo se recarga en la mesa y suelta su cabello y miro caer su cabello sobre sus hombros, ocultándole el rostro. Me deslizo en la silla a su lado y tiro de ella hacia la mesa hasta que nuestros hombros casi se tocan. Estoy seguro que puede sentir el calor en mí.

—Necesitarán a alguien que las lleve a la fiesta?  –dije y Frannie mira hacia arriba con sus ojos abiertos a tope, y grita

— ¡No!

Riley y Taylor comienzan a reír, luego Riley me sonríe tímidamente sobre la mesa.

—Ella quiere decir que siempre vamos a las fiestas juntas. – Me dice Riley mientras Taylor me está comiendo con los ojos.

—Pero no siempre vamos juntas –dice la rubia, arqueándome una ceja, y dándole un codazo a Riley quién sonríe y le devuelve el codazo.

—Es bueno saberlo. –Intento atrapar a Frannie con la mirada, pero su rostro está oculto por su flequillo.

*

Las bisagras chillaron mientras abría la puerta del oxidado Chevy Cutlass de Riley mientras me subía. Ella me miró fijamente.

— ¿Quién eres tú, y qué has hecho con Frannie? –dijo Riley observándome

— ¿Qué? –pregunté sin entender ya que no le entendía nada

—Estás usando maquillaje, ¿Qué pasa con eso? –Pregunta mientras yo recojo el relleno sobresaliendo de una desgarradura del asiento negro mientras ella avanza calle abajo.

—No lo sé. Porque se me antojó, supongo –dije normalmente ya que no acostumbraba a usar maquillaje

 —Así que, entonces, ¿no tiene nada que ver con el chico Alto, moreno, tatuado y con perforaciones? –Ignoré el nudo en mi estómago y bajé la ventanilla.

—Ya has oído a Taylor. Él es de ella –le respondí a Riley mientras miraba el paisaje.

— ¿Y perderse toda esta belleza? –dijo ella tocando con su dedo mi hombro.

—¡Como si eso fuera a pasar! Él estará allí y también estará Taylor –Ella me miró de nuevo, luciendo repentinamente seria.

—Deberías estar con él, puedo decir que estabas muy interesada en él. Él podría ser el único y especial para ti. –La ola de vergüenza me toma por sorpresa, y las palabras comienzan a salir de mi boca en una reacción defensiva.

—Algún día dejarás de vivir en tu pequeño mundo de fantasía y comprenderás que la vida no es un cuento de hadas- Instantáneamente lo lamenté. Oculté mi culpa girando para descansar mi brazo en la ventana. Apoyé mi barbilla en mi antebrazo y sentí el viento en mi cara. Ella condujo calle abajo, apegándose a los límites de velocidad y deteniéndose antes de girar hacia la esquina de la casa de Taylor.

—Lo siento, Ry. No dejes que mi mal humor te afecte. No creo que esté destinada a toda esa basura del verdadero amor… quiero decir… lo siento –me calmé, sin convicción.

Ella sonaba como si pudiera gritar, así que no me di la vuelta para mirarla.

—Vas a estar sorprendida algún día Frannie.

—Como sea –dije mientras ella se detenía justo en la entrada de Taylor.

Taylor salió corriendo y se sentó en el asiento trasero al mismo tiempo que Jackson Harris se estacionó detrás de nosotras. Ella empujó la parte de atrás de mi cabeza.

—Mira, Frannie. Es tu no tan secreto admirador. –Me encogí y me deslicé hacia abajo en el asiento. –Genial.

El hermano de Taylor, Trevor, saltó hacia abajo por las escaleras de enfrente y le sonrió a Riley en su camino al auto de Jackson. Miré a Riley y le sonreí y le di un tirón en el muslo mientras Taylor miraba fuera de la ventana hacia su hermano y murmuraba: —Imbécil.

Ella se enloquecerá cuando se entere de que Riley y Trevor están saliendo.

— ¿Listos para la fiesta? –gritó Taylor mientras Riley condujo tras de Jackson.

Me deslicé hacia arriba y me di la vuelta para mirarla mientras ella deshacía los dos primeros botones de su blusa.

—Supongo. –Al instante, su entusiasmo se convirtió en antipatía cuando vio mi rostro.

— ¡De ninguna manera!

— ¿Qué? –trataba de entender lo que había dicho.

— ¡Te gusta Luc!–dijo Taylor y suspiré irritada

—Pensaré que lo que dijiste fue algo que dijiste sin pensar.

—Entonces… ¿maquillaje? –hizo un ademán con su mano señalándose su cara.

— ¿Tienes miedo de la competencia, Tay? – dijo Riley sonriendo

Taylor presiona la espalda en el asiento, con sus brazos cruzados sobre el pecho apretado y una mueca en los labios

—Entonces, ¿cuál es el problema, Frannie? ¿Irás solamente por él?                        —Y… ¿Cuál es el problema si es así? –arqueé una ceja. Y me volteé.

Demonios PersonalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora