¿Platicar?
Algo me decía que esto no tendría un muy buen final.
No me importó, así que le seguí el paso hasta su oficina y entré después que él. El señor Bieber traía puesto sus lentes de lectura, el cual le hacía ver un tanto más viejo de lo que era, al observarme con atención, sacó varias hojas de su carpeta azul que decía "IV B", como si buscara algo importante.
-Creí ser bastante claro cuando le mencioné la importancia de su desempeño en mis clases, señorita Walker. -Dijo buscando un documento en especifico. - ¿Sabe que si sigue bajando sus calificaciones el director y yo nos veremos obligados a llamar a sus padres para tener una seria conversación?
Oh mierda, no ahora. No ahora que por fin conseguiría la mejor cita del mundo, con el estudiante más guapo de la escuela. Mordí mi labio nerviosísima.
-No tenía idea, señor Bieber. -Murmuré casi sin voz.
-Por supuesto. -Se río él. -Falta a mis clases para encima quedarse coqueteando y besándose con el señor Clark. -El tono de su voz comenzaba a ser divertido y sarcástico. En verdad comenzaba a molestarme. -La verdad es que usted últimamente no está haciendo lo que debería, sólo le hemos pedido que se esfuerce por tener el rendimiento necesario desde que entró a este instituto. Y, ¿Ahora hay que supervisarla cada momento? -Preguntó. -Qué irónico.
Y exploté.
- ¿Irónico? -Exclamé en un tono más alto de lo usual. -Irónico resulta el hecho de que fui a un club a divertirme y un extraño me hizo sexo oral, el mismo "extraño" resulta ser mi profesor, al que tengo que ver cinco días a la semana haciéndome clases de física y matemáticas. -Recuperé la respiración luego de un par de segundos. -Irónico es que mi profesor, el cual sólo quiere follarme ahora esté haciéndome una escena de celos, cuando.. ¡Estoy teniendo un comportamiento totalmente normal! -Exclamé levantándome de la silla en la cual me encontraba sentada.
El señor Bieber me miró enfurecido. Se me acercó hasta quedar mirándonos frente a frente, el ambiente se encontraba más tenso que nunca. Esperé a que respondiera y pasaron los segundos.
-Te dije lo dije en más de una ocasión, pequeña zorra. -Dijo luego de un momento. -Eres solo mía. -Gruñó. -No pasé todo este tiempo para que vengas a quedarte con un niño como Clark cuando puedes estar con un verdadero hombre como yo. -Se acercó peligrosamente a mí, hasta la puerta donde me acorraló y aprovechó de ponerle cerrojo. -Puedo darte lo que tú quieras, preciosa. Todo lo que quieras...
-No debemos hacer esto. -Le dije usando lo que yo llamaría mi "lado racional", el señor Bieber no hizo más que arquear una ceja ante mis palabras. -Hay, hay que mantener una relación, una relación normal. -Sugerí por lo bajo.
Al señor Bieber le invadió la risa. Con una de sus manos agarró mi cintura, me apegó más hacia sí, haciendo que mi pequeño cuerpo de solo diecisiete años tuviera contacto con el suyo. Traía una camisa y la tela era fina, de seguro también una musculosa de por medio y aún así, podía sentir todo el calor que trasmitía el duro pecho y abdomen de mi profesor. Había perdido el contacto visual que tenía con él, no quería perderme en la calentura de la situación y, al parecer sabía de eso, porque me guío a mirarlo nuevamente. Lo comparaba como las ovejas y los lobos. Como si yo fuese una pequeña oveja blanca pasteando por ahí y él, un lobo feroz, grande, fuerte y perverso, que solo quería comerme. Sus ojos no dejaban de analizar los míos, me sentía indefensa, nerviosa, y como era de usual al estar con él, excitada.
Una de sus manos llegó a parar en uno de mis pechos y apretó sin hacerme daño. Mordí mi labio sin perder la conexión visual existente, se relamió aquella boca, como si la sed lo hubiera invadido. -Esperé mucho tiempo por ti. -Mencionó rozando nuestros labios. -Sabes bien que puedo hacer contigo, sabes que te gusto y mucho más que Clark..
-Eso no...
-Si pequeña. -Interrumpió. -Puedo complacerte y él no. Puedo hacerte venir con un dedo, puedo hacerte suplicar, gemir y rogar, puedo hacer lo que quieras. -Agarró mi labio entre sus dientes y tiró de él, al dejarlo ir no pude evitar jadear. -Sabes que puedo ser... tu Daddy.
No bastó mucho para que me besara. Fue lento, pausado, tomó y buscó el tiempo para disfrutar de mi boca y yo de la suya. Encajábamos perfectamente, me levantó en sus brazos haciendo que me enredara completamente a su cuerpo. Era exquisito. Su lengua se enredó con la mía y gemí del gusto, este hombre era un jodido experto con la lengua. Lo tomé desde esa ancha y musculosa espalda, acercándolo mucho más hacia mí y él se frotó con fuerza.
Su miembro quedó peligrosamente presionando mi vulva. Dios, hoy no llevaba nada más que mis bragas, podía sentirlo todo y como una piedra en contra de mí. Gemí con aquella deliciosa fricción y él se separó.
- ¿Lo ves? -Murmuró ronco. -Papi sabe como volverte loca. -Apartó parte de mi cabello, besando mi cuello y lamiéndolo. Gemía de manera que nadie más escuchara, siempre tratando de ser suave. -Dime lo que quieres, bebé.
-Señor Bieber... -El gimió.
-Me calienta que me digas así, pero dime Daddy hermosa, antes de que te castigue sin piedad. -Rió encima de mi vulnerable cuello.
Oh mierda, ya sobrepasó los límites que existían en mí. Ahora fui yo quien se frotó contra él sin cesar.
-Dime que quieres. -Ordenó.
-Quiero sentir tu lengua. -Dije mirándolo y me sonrojé. -Quiero que me practiques mucho sexo oral.. Quiero tenerte dentro de mí.. -Perdía la vergüenza con cada segundo que transcurría.
Sonrió perverso. - ¿Mi pequeña sólo quiere tenerme dentro? -Preguntó risueño, moviendo las caderas lentamente para hacer más presión contra mí.
-Quiero, quiero... -Oh dios, se sentía tan bien. -Quiero ser follada de todas las maneras posibles, hasta venirme una docena de veces antes que Daddy.
El señor Bieber gimió y me llevó rápidamente al escritorio, donde los papeles se arrugaron y cayeron por ahí. Abrió mis piernas como un loco, levantando mi falda y quitando mis bragas.
-Buena chica.
**
Les regalo este capitulo.
Necesito que opinen sobre la novela. Lamento no haber escrito pero ustedes saben como es el penúltimo año, he estado muy muy ocupada.
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Un beso a mis lectoras😚❤️
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Mister Bieber
RomanceSoy su alumna solamente. La muchacha que se sienta en medio de la fila al lado de la ventana del pasillo, a quien le va bien, sólo eso. Pero él con sólo dedicarme una mirada hace que mi cuerpo se estremezca. No puedo evitarlo, me siento indefensa a...