II: La Tierra

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- ¿Qué es Halloween? -preguntó el espíritu de Shigeo. Si era algo que habían enseñado en clases, se había vuelto a quedar dormido.

- ¡Es una celebración de la Tierra donde regalan dulces! -respondió emocionado Sho. - Y los espíritus no tienen restricciones, así que pueden pasearse libremente por la Tierra esa noche.

- Pero... creo que se refiere al espíritu de los muertos; nosotros nunca hemos estado vivos -dudó Ritsu.

- ¿Qué parte de "sin restricciones" es la que no entiendes? ¡Somos espíritus también, estoy seguro que también podemos ir!

- Nunca escuché que pudiéramos ir... Supongo que si estuviera permitido, el profesor nos hubiera dicho algo. Quizá una invitación, o firmar un permiso para ir por una noche...

- Quizá el profesor no sabe lo que es Halloween. ¿No se te ocurrió pensar que quizá no lo sabe todo? -preguntó con hastío. Su alma gemela era muy seria y respetuosa de las reglas; no se parecían en eso. - No tiene por qué saber de esto, al menos -le guiñó.

- ¿No nos meteremos en problemas? -siguió inseguro.

- ¡Será divertido! -insistió.

Ritsu sintió un quedo toquesito en su brazo y volteó a ver a su compañero que llevaba rato en silencio.

- Me gustaría ir - dijo simplemente Shigeo.

- Shige...

- Me gustaría por un momento ver a mi alma gemela. Ya han pasado 14 años...

¿Eso era lo que quería? Ritsu tenía un punto débil por Shigeo, simplemente no le podía decir que no.

- ¿Cómo llegamos hasta allá?- preguntó a Sho.

- Eso sí no lo sé... -respondió éste, cruzando los brazos detrás de la cabeza.

- ¡¿Querías ir sin saber cómo llegar?!

- ¡No lo sé! Debe haber una puerta en algún lugar de la escuela o quizá simplemente aparezcamos allá si alguien nos invoca con un conjuro.

- ¿No tienes la menor idea, cierto? - preguntó Ritsu con hastío.

- Para nada.

- ¿Por qué no simplemente bajamos? -preguntó tímidamente Shigeo.

- ¿Bajar? ¿A qué te refieres? - Sho no entendía.

- Pues...

Shigeo extendió sus manitas frente a ellos y un hueco se abrió entre las espesas capas de nubes.

- ¡Woooooah! -retrocedió Sho, asustado.

Ritsu rió por su sorpresa. También se había asombrado la primera vez que Shige se lo mostró. Le encantaba ver la Tierra de ese modo. Shigeo a veces hacía eso cuando lo encontraba desanimado o simplemente para entretenerlo. Se acercó con gusto al borde para dar un mejor vistazo.

Sho se acercó también. Nunca había visto la Tierra. Era enorme y estaba muy lejos. Tampoco sabía que estaban separados de ella por una capa tan gruesa de densas nubes.

- ¿Cómo lo haces? -preguntó a Shigeo.

- Te dije que era genial -respondió contento Ritsu.

Shigeo se sintió un poco apenado. Ritsu lo encontraba genial, pero el que pudiera hacer algo así sólo era otra prueba de lo mucho que había fracasado hasta entonces.

- Es hermosa, ¿no? -comentó Ritsu, embelesado. Debajo de ellos estaba la Tierra, azul, redonda y brillante como una joya.

- Hay demasiada agua para llamarse "Tierra" -comentó a su vez Sho, viéndola por primera vez.

- Sí, ¿verdad? -respondió otra alma que se había acercado a la orilla opuesta a ellos. - Los torpes que no tengan cuidado, se caerán directo al agua.

- ¿¿Eehh?? ¡Pero las personas se mueren en el agua! - tembló Shigeo. Estaba seguro que él sería uno de esos torpes. Sería terrible si después tanto esfuerzo, pasara el examen sólo para caerse y morir ahogado.

El otro soltó una carcajada desagradable.

- ¡No sean idiotas! No pueden ir a la Tierra sin una mamá, y las mamás no viven en el agua. No hay forma de caerse. ¡Tsk! En serio no sé cómo estoy en el mismo grupo que ustedes estúpidos. - Se levantó del borde y comenzó a alejarse, seguido por los ceños fruncidos de los dos que se sintieron más ofendidos que intimidados por sus insultos. Luego, se volteó una última vez y agregó: - Yo también podría hacer eso si quisiera -aludiendo al hoyo en las nubes por el que miraban. Se alejó sin agregar nada más.

- Estoy seguro que no puede. Ese Teruki se cree la gran cosa, seguro sólo está alardeando, el imbécil -bufó Sho.

- No digas eso -le pidió Shigeo - él aún está cerca y podría escucharte.

- NO ME IMPORTA SI ME ESCUCHA -alzó aún más la voz - SI QUIERE PELEARSE CONMIGO, CON GUSTO LE ROMPO LA CABEZA.

- Ya... No le hagas caso... - lo tranquilizó Ritsu.

- Sí, mejor olvidémonos de él -aceptó Sho. - O ella... ¿Es una chica?

- No lo sé.

Sho volvió a mirar a la Tierra.

- Bien, ya sabemos cómo ir. El zoquete nos abre un agujero como este y bajamos -dijo y se ganó un codazo de Ritsu a su lado.

- Está bien, está bien; no eres un zoquete -se disculpó sin mucho entusiasmo a Shigeo.

- ¿Y cómo conseguimos una mamá? -quiso saber Shigeo.

- ¿Qué parte de "sin restricciones" es la que ustedes dos no entienden? -protestó Sho golpeando sus manitos en las nubes debajo de él. -¡En Halloween no necesitamos una!

- ¿Y si nos caemos al agua? -se preocupó el primero, viendo la enorme extensión de mar allí abajo.

- Mira bien: ¡hay algunas islas! -Ritsu le señaló justo debajo de ellos- Podemos caer ahí si tenemos cuidado. Además, aún no estamos vivos, así que no debemos preocuparnos por morir ahogados.

Shigeo se sintió mejor con las palabras tranquilizadoras de Ritsu, y dejó que las nubes se reformaran en su lugar, cubriendo el hueco.

-Mmmm, faltan diez minutos para que comiencen las clases. ¿Está bien si estudias un poco por tu cuenta, Shige? Voy a pasar un rato con Sho.

- Sí.

- ¡Yey, diez minutos con mi alma gemela! -festejó Sho.

Shigeo regresó a la nube donde había dejado su libreta y Ritsu y Sho comenzaron a alejarse por un pequeño paseo, juntos.

-¡Sho, no tan cerca! -protestó Ritsu al ánima que se le colgaba del brazo.

- Son sólo diez minutos, tengo que aprovechar -se justificó éste, pero de igual modo lo soltó obedientemente y se contentó con flotar en silencio a su lado.

Ritsu estiró su manito y tomó la de Sho.

-Así está bien -dijo. No pensaba rechazarlo, simplemente quería que le dejara moverse cómodamente. El otro se vio contento por el contacto y descansó cariñosamente la cabeza en su hombro. Ritsu supo que no tenía forma de ganar, así que lo dejó hacer, gratamente resignado.

Encontraron una nube que se veía bien y se sentaron. Sho se tiró de espaldas para descansar la cabeza en el regazo de Ritsu y mirar otras nubes que pasaban ociosas por encima de ellos.

-Eres lindo cuando estás tranquilo -apreció Ritsu, acariciando su cabeza. Sho rió un poco y cerró los ojos relajándose con esas caricias.

- Ahhhh... Esto no está mal. No me molestaría quedarme así para siempre...

- ¡Qué dices! Este lugar no está mal, pero puede volverse aburrido a veces. ¡La Tierra será más divertido, así que tenemos que ir!

- ¿Juntos?

- Sí, juntos...

Sin TítuloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora