Parte 5. ¡Maldita suerte!

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Shion le explicaba a Dokho quien era Minos, que fue el nombre que alcanzo a escuchar la noche anterior, al ser el jefe de la casa Jamir tenía conocimientos de los altos mandos de algunas criaturas, pero jamás había visto a un vampiro pura sangre en persona, ahora entendía mejor porque sus armas no funcionaron tan bien, se le hacía extraño un alto mando de ellos no salían por ahí solo a pasear, dentro del Rubio su preocupación era mayor, si un pura sangre se había llevado a Fica, no era para matarlo, -¡carajo!- azoto los puños contra la pared, Dokho lo vio y luego bajo la mirada. Los demás cazadores entraron a la posada, Aioros, Aioria y su primo Regulus, al llegar vieron los rostros cabizbajos de sus compañeros quienes tenían un mapa extendido en la mesa, -chicos ya llegamos ¿Por qué esas caras? -pregunto el más joven, Dokho alzo la mirada - que bueno ya llegaron, tenemos una mala noticia- las malas noticias eran siempre que algún integrante había muerto, los tres castaños se sorprendieron al oír lo sucedido con los hermanos Rosen, pero más se sorprendieron al saber que Albafica había sido tomado por Minos y que a su hermano se lo habían llevado los licántropos, nunca habían perdido a alguien de ese modo -Dokho, me estás diciendo que perdimos a los dos, que nos topamos con un nido de alimañas y un vampiro de alto rango, con vástagos (1) y arias (2) a su disposición, ¡apareció!, espero que el pago sea bueno- dijo Aioria -¡no los hemos perdido! Ambos deben estar vivos- grito Shion con molestia, -Shion sé que tienes relación con el mayor de ellos, pero debes de hacerte a la idea de que ¡está muerto!- dijo Aioros sin miramiento alguno, Dokho vio como el rostro del rubio se ensombreció, el también sufría al verlo de ese modo, sabía que no mostraba sus sentimientos, pero estaba mal por la pérdida de Albafica, Dokho azoto el puño contra la mesa, -van a ayudar porque eso vinieron, así que ayúdeme a ver el modo de encontrarlos, aunque sea para enterrar sus cadáveres- los demás castaños entendieron el asunto y se sentaron para empezar a deliberar como los buscarían y por quien de los dos irían primero. Así estuvieron un rato para luego subir a las habitaciones ya con un plan más certero.

Después de un rato subió el joven Tenma, toco la puerta y abrió un poco -Disculpen por interrumpir señores, pero ya trajeron a su compañero, se ve algo pálido pero parece que está bien, está en la sala del recibidor, todos se quedaron viendo entre sí, Shion fue el primero en salir de la habitación bajo rápidamente quería que Albafica estuviera en la sala, su decepción se vio cuando recostado en el sillón vio a Dita, se acercó aguanto las ganas de llorar cuando sintió que detrás de él ya estaban los demás, -bueno ya no lo buscaremos a él, solo tendremos que buscar a su hermano, suban y terminen, yo lo cuido- dijo el rubio a los demás. Todos entendieron y subieron a seguir con los planes, -Dokho tu quédate, necesito que me ayudes- el castaño asintió, Shion reviso el abdomen y vio que no tenía una sola herida, no se explicaba que sucedió, -Dokho, él no tiene una sola herida, ni siquiera cicatriz-

Dita despertó, estaba en la posada junto a Shion, quien al verlo despertar pregunto, -Afrodita ¿estás bien? - el rubio se reincorporo -¿Cómo llegue aquí? - Shion respondió que a medio día un hombre lo había llevado hasta la posada, ellos estaban arriba en las habitaciones deliberando que es lo que iban hacer para buscarlos, cuando subió el joven Tenma para avisar que estabas en el recibidor, - ¿es más de medio día Shion? - el rubio levantó la cabeza y asintió, el ojiazul le pidió a Shion que lo llevara con los demás, ¿cómo era posible que aún no hubieran deliberado como buscar a su hermano mayor?, pensó, entro en la habitación donde los cuatro estaban en la mesa, vio que Aioros, Aioria y Regulus ya habían llegado -¡¿dónde vamos a buscar Albafica?!- volvieron la mirada por la voz de molestia de Afrodita -vamos a ir a esta zona del bosque por lo que sabemos hay una vieja mansión abandonada con el escudo del grifo en la puerta, igual y encontramos pistas de tu hermano, -¿el grifo?, no entiendo ¿podrían explicarme? - Shion hablo desde atrás, es el escudo de armas del vampiro que se llevó a tu hermano, Dita abrió los ojos, pero antes de poder contestar palabra alguna, escucho a Dokho -Dita ahora tenemos preguntas para ti, ¿nos puedes explicar porque los licántropos nos rodearon y te llevaron con ellos? y ¡ahora estas aquí sano y salvo sin una sola herida! - Dijo con tono firme y algo molesto, mientras que los demás le ponían atención, el rubio se quedó sin habla -es la primera vez que los lobos no atacan, de hecho, se comunicaron con nosotros, ¿nos puedes explicar? - pregunto Shion que estaba recargado en la entrada, el rubio estaba con la cabeza revuelta, sin vacilar respondió -¡El viudo es un Licántropo!, lo vi en su casa en la mañana cuando me dejaron investigar, yo...- titubeo al responder pero tenía que hacerlo -no quise matarlo... ¡me dio lástima!, ¡perecía un perro herido!, ese hombre se puede transformar a voluntad, ayer fue quien salvo mi vida, miren no se los dije porque... yo... yo... ¡solo quiero buscar a Albafica!- sentía la vista de los seis, sabía que estaban molestos con él, pero ninguno le decía nada - ¡no sé cómo me curaron!, no tengo ninguna herida, miren estuve en su madriguera, solo me enteré que su alfa se llama Saga... pienso que me salvo la vida, porque perdone la suya, vamos no me vean así, no soy uno de ellos- Aioria se levantó, camino hacia el rubio, abrió su camisa y quito sus pantalones, comenzó a revisar su cuerpo, era verdad, estaba toda su piel como nueva, no había ninguna herida, corte o cicatriz -debo decir que sigues tan guapo como siempre, Afrodita, por otro lado debes de comprender que se nos hizo extraño que ellos vinieran por ti y te trajeran de vuelta así, sin más, además un vampiro de alto rango se llevó a tu hermano, eso no es normal, hemos cazado esas alimañas durante un par de años y jamás había sucedido algo parecido, solo habíamos tenido bajas- el rubio se volvió a vestir, estaba molesto pero sabía que era protocolo revisar sus cuerpos después de una cacería para evitar problemas - ¿Qué estamos esperando? - dijo Shion, tomo sus cosas y salió, Dita lo siguió -vamos al norte a ese sitio- señalo el punto marcado en el mapa, era una corazonada tomando en cuenta los acontecimientos sucedidos, los demás se levantaron para ponerse en marcha.

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