25. Adopción

661 64 33
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Padre Wolfgang, debo insistir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- Padre Wolfgang, debo insistir. Hay niños en nuestro orfanato mucho más recomendables para lo que usted busca...- dijo Philippe Strauss, director general del Orfanato de Saint Peter, al norte de Alaska.- A su corta edad de ocho años, el chico del que hablamos tiene multitud de partes disciplinarios y trifulcas con otros niños. Todos le temen y nos ha obligado a hacerle dormir separado al resto, a solas. Creo que... dada su edad y los motivos por los que busca adoptar a un niño, otro perfil sería el idóneo.

- Señor Strauss, muchas gracias por sus consejos. Pero estoy decidido a adoptar a Seth Roth.

Howard Wolfgang, conocido como Padre Wolfgang, era un respetado sacerdote en un pequeño pueblo sureño de Alaska. Era una persona humilde, de arraigados valores cristianos, que vivía en una pequeña vivienda incrustada en la parroquia donde ejercía. Cada domingo decenas de creyentes visitaban su parroquia y escuchaban gustosos sus sabias y sensatas palabras. Era un hombre de fe y corazón puro, que estaba decidido a adoptar a un joven zagal, para enseñarle a ver a Dios y continuar su legado. Y el elegido había sido Seth Roth, un niño que había sido traspasado de orfanato en orfanato, expulsado en varios por mala conducta.

Ante la insistencia de Wolfgang, Philippe resopló y dio un sorbo a su humeante taza de té verde.

- Bueno... quien avisa no es traidor... debe traerme todos estos documentos...

Philippe entregó un folio a Wolfgang en el que aparecían detallados todos los documentos y impresos que eran necesarios para tramitar la adopción. Pero inmediatamente el Padre dejó caer una robusta carpeta sobre el escritorio de Philippe. Este la ojeo y dejó caer su peso sobre la silla.

- Veo que ya tiene todo lo necesario.

- Así es.

Philippe dio otro sorbo más a su té y esta vez se quemó la lengua. Disimuló el dolor lo mejor que pudo y continuó hablando.

- Debo dar por sentado que conoce quien es la madre biológica de Seth... ¿Verdad?

- Sí, sé perfectamente quien le dio a luz.

Está entre nosotros : SCAVENGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora