28. Amapola

597 70 46
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Habían pasado ya un par de semanas desde que Seth entró en aquella sala para que le extrajeran parte de su medula, destinada a tratar la leucemia de Todd, pero todavía le seguía doliendo la espalda una barbaridad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Habían pasado ya un par de semanas desde que Seth entró en aquella sala para que le extrajeran parte de su medula, destinada a tratar la leucemia de Todd, pero todavía le seguía doliendo la espalda una barbaridad. El simple hecho de agacharse era un auténtico suplicio y muchas noches el agudo dolor le impedía pegar ojo. Aquella mañana se despertó tarde y desayunó. Dada su condición y el dolor que padecía, Wolfgang le permitió ausentarse en las tareas de campo. También llevaba dos días sin ver a Todd, debido al dolor, pero aquella mañana se encontraba bastante mejor. Le dolía, pero era soportable.

Cuando entró en el hospital, los médicos y enfermeros le saludaban conforme avanzaba por los estrechos y blancos pasillos. Para Seth era una sensación extraña el hecho de ver a adultos contentos con él. Desde que era pequeño acostumbraba a solo recibir riñas y castigos por su mal comportamiento. Pero ahora todos le sonreían y saludaban cordialmente, apremiándole por el bonito gesto que había tenido con Todd. Entró en la sala del doctor Morrison y tras sentarse en la silla que tenía enfrente de su escritorio, recibió una noticia que le dibujó una sonrisa amplia en el rostro: la médula era compatible con Todd y en unos días se la trasplantarían.

Seth salió feliz de la consulta y subió los escalones de dos en dos. Cuando entró en el cuarto de Todd, este le recibió con una cara de sorpresa.

- Por fin te veo.- dijo Todd.

- Tan solo han sido unos días.

- Un par de días aquí son una eternidad.

- Tampoco dramatices...- dijo riendo Seth.- ¿Cómo te encuentras?

- Normal... supongo. Como siempre.

- Me alegra escucharlo.

- Gracias.

- ¿Sabes ya cómo se llama?- preguntó Seth con una mueca burlona.

- Stephanie...- contestó Todd riendo también.

- Stephanie... suena como nombre de tu futura esposa... ¿No crees?

- Sí... de momento la relación se basa en calibrarme el gotero y esas cosas... pero será mi mujer.

Está entre nosotros : SCAVENGERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora