Capítulo 9

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— ¿A.I.D.E.N.? —murmure con voz débil, él no me respondió, sabía que me habían quitado el auricular, quizás lo destruyeron y quizás nunca salga de aquí. El dolor en mis extremidades era insoportable, me ayudaba a distraerme de la horrible hambre que tenía, trataba de no moverme para que mis huesos no se salieran más de su lugar. Hasta ahora, nadie más ha entrado a la habitación.

[…]

— Y-Yo sé dónde podría estar... —dijo Peter.

— Sr. Stark. —mi armadura habló, sin embargo no era la voz programada para F.R.I.D.A.Y. Era la de A.I.D.E.N.— Tengo la ubicación de Taylor, el auricular que siempre lleva tiene un rastreador en caso de que algo como esto pase, ella predijo que algo así podría pasar al tratarse de ser su hija. —No lo pensé dos veces y entré a la armadura, confiaba más en una máquina, siempre lo he hecho. Peter podría no saber donde esté mi hija, es más confiable un rastreador.

— A.I.D.E.N. llevame con Taylor. —dije y la armadura se puso en vuelo automático, no estaba en condiciones de volar, las imágenes de Taylor con su brazo dislocado y roto y su pierna fracturada no salían de mi cabeza y sus gritos resonaban en mi cerebro una y otra vez, si no me controlo podría sufrir otro ataque de ansiedad...

[...]

Miro como el Sr. Stark entra en su traje ignorando mi comentario para un segundo después desaparecer, dejándome sólo con Harley.

— Maldita sea, tengo que alcanzarlo —  dije quitándome la ropa para quedar con mi traje, el Sr. Stark me lo regresó después de detener a Toomes.

— ¿Y yo qué hago? —miré a Harley que tenía la mirada llena de angustia.

— Ehh... No lo sé. Pero no tengo tiempo para eso, necesito irme. —Corrí y salté del edificio, empecé a balancearme, sabía que la guarida de Venom estaba a las afueras de Queens. No tengo un plan, no sé qué haré, pero nada de eso me importa, debo salvarla.

Llegué al lugar, un edificio abandonado alejado de todo, una edificación completamente de concreto, lo suficientemente aislado para que nada se escuche del interior, sin embargo, si el Sr. Stark ya llegó, algo se debería de oír. Me acerqué y escalé por una de las paredes, no sabía exactamente hacia donde ir, así que iba a hacer que el droncito escaneara el lugar cuando un grito me detuvo, fui lo más rápido que pude hacia la ventana de donde salía el ruido, me asomé allí y vi a Taylor, su pierna rota era golpeada una y otra vez por Venom, debía entrar de alguna manera, la matará.

— ¿Karen, el traje tiene un láser? —pregunté esperanzado, recordando las palabras del Sr. Stark, diciendo que le había puesto de todo al traje.

— No, lo siento Peter. ¿Quieres que active muerte instantánea?

— No Karen, ya basta con eso, ni siquiera tiene sentido para el momento. —dije regresando, los gritos de Taylor se oían por todo el lugar, encontré la entrada principal, la cual tenía guardias, pero los derribe fácilmente logrando entrar. —Droncito, encuentra a Taylor. —dije, la pequeña araña mecanizada salió del traje y escaneo el lugar, traté de llegar hasta ella sin llamar la atención, sólo tuve que pelear con algunos sujetos de camino, cuando llegué golpee la puerta y esta se abrió, de hecho estaba abierta, que descuidados. Venom ya no se encontraba en la habitación, Taylor sollozaba mirando el suelo, me acerqué a ella com cuidado.

— Taylor. —ella levantó la mirada y me vio, soltó un sollozo mientras sonreía.

— Peter...

— Shh, no gastes fuerzas, te sacaré de aquí. —solté la pierna de Taylor, después su brazo, ella no pudo mantenerse de pié y calló hacia adelante, la sujete y caminé hacia la salida, como cuando entré, no vi a mucha gente, me ocultaba cuando pasaban guardias, era peligroso pelear con Taylor, ella mordia su blusa, con cada movimiento quería gritar del dolor, iba a doblar en una esquina cuando escuché voces.

— Ya tienen a Stark, la trampa funcionó.

— Ahora podrán usarlo, será más fácil obligarlo si lastiman a su hija frente a él.

— Papá... —susurró Taylor. Apreté los labios y esperé a que se fueran, logré salir al fin del edificio, trataba de mover a Taylor lo menos posible pero era muy difícil, pensando en que debía comunicarle a los demás de lo ocurrido me dirigí al cuartel, me fue difícil llegar, sólo he estado allí dos veces, pero lo conseguí.

— ¡Ayuda! ¡Es Taylor, necesito que me ayuden! —Natasha y Clint salieron corriendo del cuartel, yo había puesto a Taylor en el suelo, ellos la llevaron adentro hacia la enfermería.— Atraparon al Sr. Stark. —dije caminando a paso rápido a su lado.

— Lo sabemos, tranquilo, Steve y Visión fueron por él. Pronto estarán aquí. —otros Vengadores se nos unieron de camino a la enfermería, Wanda estaba allí y el hombre pájaro.

— ¡Déjenme pasar! —me giré hacia la entrada, Harley se encontraba ahí tratando de que los guardas le abrieran paso.

— ¿Y ese quién es? —Preguntó Clint.

— Es amigo del Sr. Stark y de Taylor. —respondí.

— Dejenlo pasar. —gritó Romanoff, Harley corrió y vio a Taylor.

— Dios... Taylor...

— ¡Ayuda! —Steve corría hacia nosotros con Visión, el cual traía a Tony en brazos.— Oh Dios —dijo al ver a la menor de los Stark.— Necesitan atención, corran corran, damela, soy más fuerte. —Steve tomó a Taylor y corrió a la enfermería, todos lo acompañamos, acostaron a los Stark en camas paralelas la una con la otra, enseguida llegaron los doctores.

— ¡Ahhh! —Tony se incorporó de pronto pero volvió a caer en la cama.— ¡Denme a mí hija malditos bastardos! Esperen... ¿Dónde estoy? —dijo completamente desorientado y con su voz un poco más aguda, como cuando está confundido.

— Te encontramos y te rescatamos, Visión te trajo hasta acá. —habló el Cap.

— ¿Me cargaste en tus brazos? Que vergonzoso. —El Sr. Stark giró su cabeza hacia la izquierda y vio a Taylor.— Hija... ¿Está...? —el Sr. Stark me miró con la angustia plasmada en su rostro.

— No, está viva, pero muy débil. — dije rápidamente.

— ¿¡Dónde están!? —alguien más apareció por la puerta, era la madre de Taylor, miró a los heridos y sus ojos se llenaron de lágrimas— Ustedes dos me darán un ataque al corazón. —Mientras hablábamos los doctores revisaban a Taylor, no podían moverla mucho, muchas pruebas las hicieron allí mismo, rasgaron su ropa para poder realizar Tomografías y los Rayos X. El rostro de Taylor estaba lleno de moratones, su labio tenía una cortada al igual que su frente, los doctores se retiraron un momento, Tony se quitó la armadura con mucha dificultad, luego se sentó en su cama, nadie quería tocar a Taylor, parecía que si la tocaban ella se rompería en pedazos. Después llegaron los doctores.

— Bien, esta es la pierna de Taylor y este es su brazo... —el doctor colocó dos placas en la pantalla blanca.

— Están rotos. —dijo Steve.

— No, esto es una pierna rota. —dijo mostrando otra placa que tenía en la mano— la de Taylor no está rota, está destrozada, podría perder la pierna... —toda la habitación quedó en completo silencio, las miradas de todos cayeron sobre Taylor ¿Qué haría si despierta sin una pierna?

La hija de Stark [Spider-Man]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora