The place of Memories (parte final)

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La noche había caído. Los pájaros habían cesado su canto, los niños dejaban de jugar entre las calles ahora consideradas peligrosas por sus mayores y los embriagados habitantes se lucían entre las estrellas con botellas y copas en las manos. En general, todo tranquilo. Alejada algunas millas de esta civilización tan cotidiana, la Casa Rainsworth se encontraba. Silencio total. Era extraño que se mantuviese tan apagada, pero debido a acontecimientos ya presenciados, mucho animo no despertaba. Y menos hoy, muchos menos hoy, puesto que, al fin, había llegado la hora de escuchar la verdad. ¡Un acontecimiento que podría cambiarlo todo! que podría responderlo todo... Dependerá de los oídos, los ojos y el saber.

Y tras los muros reconfortantes, fuertes y espaciosos, una pequeña dama se encontraba recostada... No... Escondida en sus aposentos, atrapada entre las suaves sabanas de almidón y las cómodas almohadas, en silencio, absoluto silencio... Más aparte, un hombre delgado, carente de emociones en su rostro y con una posición de rechazo ya hacía recargado por sobre la puerta de la habitación de la dama, esperando. Pero ¿Esperando para qué?, dirían algunos, ¿Por qué esperar? ¿hay peligro acaso? ¿Qué podría pasar para tener tal vigilancia?, La respuesta, sin embargo, no se les puede ser comunicada... Al menos, yo no puedo.

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OZ POV

El aire... Se sentía tan... Pesado... No podía percibir que estaba sucediendo hoy... Realmente, no recuerdo mucho de este día... Tengo una vaga visión de haber estado toda la mañana, tarde y ahora noche en está terraza. No me eh movido ¿Cierto? ... Realmente no estoy seguro de nada... Tal vez no es el ambiente, tal vez soy yo. Tal vez el aire no esta pesado, yo estoy pesado.

Mientras me recargaba en las lisas paredes, logré escuchar unos ruidosos pasos que se aproximaban a mi encuentro, y por ende, giré levemente mi cabeza al encuentro de las susodichas pisadas, encontrando a Gil con un semblante serio y una expresión apagada.


- Maestro... Que bueno encontrarte.

Soltó el hombre arrodillándose ante él mientras sostenía su sombrero en su mano derecha que ya hacía pegada a su pecho, inclinando su cabeza ante el joven en señal de respeto.


- Gil ¿Cuántas  veces tengo que decirte que no me llames así?

Reprimió el muchacho al paso en que empujaba levemente al hombre para que se levantase en un aire juguetón.


Pero el hombre permanecía callado e inmóvil, se podía asegurar que algo le preocupaba, o al menos eso parecía por sus temblorosas pupilas. Cese mi leve empuje, y me mantuve callado; No estaba seguro de que decirle o que hacer, así que decidí quedarme en mi lugar y simplemente esperar a que el tuviese algo que comunicarme... Y cuando parecía que permaneceríamos así por siempre, abrí mis labios.


- Gi

- Oz

Dijimos a su vez, interrumpiéndonos el uno al otro para volver al silencio, alejándonos un poco avergonzados...


- ¡Cuatro Ojos, aquí están!

Gritó la castaña, que se aproximaba donde los dos silenciosos con pesados pasos y agitadas respiraciones. Al llegar a su encuentro, presenció sus extrañas posiciones y gestos, por lo cual, llegó a su lado les miro fijamente con sus manos sobre sus caderas, a lo que los dos involucrados, voltearon a ver.

Olvidadas- Pandora heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora