Capitulo 20

25.3K 1.1K 42
                                    

Salí a jugar con Shadow al patio, aunque el frío me estaba cansando más rápido de lo normal. Le había tirado la pelota a Shadow para que me la regresara, mientras fumaba un cigarro, antes que llegara el señor mandón.

— Agarrarás un resfriado — oí su voz a lo lejos y disimuladamente tiré el cigarro.
— No creo

Nicholas se acercó a mí y me dio un beso.

— No creas que no huelo el olor Olivia
Le sonreí
— No puedo dejarlo
— Puedes.
— Lo intentaré
— ¿cómo está tu padre? — dijo cambiando rotundamente de tema
— Muy bien, me pregunto por mis largas vacaciones, le dije que eran por mi cumpleaños
— ¿Qué se siente que serás un año más vieja?
— Nada, a partir de los 20 dejó de importarme mi cumpleaños.

Shadow regresó con su pelota y se la volví a tirar

— eres rara amor
— ¿Mira quién habla?
— Soy hombre los cumpleaños y esas cosas se nos hacen indiferentes
— Claro
— ¿entramos? Nos enfermaremos los dos aquí

Asentí con la cabeza y caminamos de regreso a la casa, con Shadow detrás de nosotros.

— En media hora dijo Nora que estaba la cena.

Sonó el teléfono de Nicholas anunciando que tenía un mensaje nuevo

— Iré a hacer una llamada ahora regreso

Salió de la cocina rápida, poniéndose el celular en el oído.

***

— Buenos días, cumpleañera

Nicholas entro a la habitación con una bandeja de comida.

— Buenos días — me despabile y me incorpore
— te prepare el desayuno — dijo con una gran sonrisa y lo mire con una ceja levantada — Bueno fue Nora pero yo supervisé.

Empecé a reír, acercó la bandeja a la cama, habían hot cakes, fruta picada, jugo de naranja, café, huevos con tocino, y una caja azul rey con las iniciales HW. Lo miré con una sonrisa.

— Ábrelo

Tome la caja y la abrí un hermoso collar de diamantes apareció. Lo miré sorprendida.


— Feliz Cumpleaños hermosa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Feliz Cumpleaños hermosa.

Me dio un beso en los labios.

— ¡Muchas gracias me encanto! Aunque no era necesario
— Sí que lo era, no siempre se cumplen 30 — dijo sonriente
— 20 años Nicholas, 20 años
Empezó a reír
— Si tú lo dices
— Tú eres el único anciano aquí.
— Desayuna que quiero llevarte a ver algo
— ¿Qué algo?
— Ya lo verás todo a su debido tiempo.

Puse los ojos en blanco, pero le daría ese gusto desayunamos juntos y cuando terminamos, nos bañamos pero esta vez sin tiempo extra, ya que estaba ansioso por mostrarme cualquier cosa que me quiera mostrar.

Me puse algo cómodo, ya que había fresco afuera, baje las escaleras ansiosa ya me esperaba Nora al pie de ellas.

— Feliz Cumpleaños Se... — La miré con una ceja levantada — Olivia — dijo por fin
— Gracias Nora, y gracias por lo menos hoy darme el gusto de llamarme por mi nombre.

Ella me sonrió complacida, me extendió una cajita.

— Para usted

La agarré y adentro había unos aretes.

— No es algo de lo que está acostumbrada a usar, pero es con mucho cariño.

La abracé, porque me había conmovido. Tanto que sentí mis ojos arder por las lágrimas de emoción.

— Me encantan, muchas gracias. No debiste
— Claro que sí

La volví abrazar, a tiempo bajaba Nicholas.

— Lista
— Si

Nora me sonrió y se retiró silenciosamente

— ¿Qué pasa? — Dijo Nicholas al verme así
— Nada, Nora me dio su regalo.
— Es bueno saber que te quieren
— Lo es.

Antes de salir de la casa me tapo los ojos con sus manos, cuando las quito enfrente de mí tenía otro auto como el anterior que había quedado destruido por el accidente.

— Mierda Nicholas me compraste otro auto

Lo miré y tenía una sonrisa de oreja a oreja.

— Si lo hice, sé que amas tu independencia, aunque a mí no me guste tanto.
— Gracias. — le di un beso — Entonces esto era lo que me ibas a mostrar — le dije sonriente.
— No de hecho esto es para poder llegar a donde quiero mostrarte tu regalo.
— ¿Es un regalo?
— Lo es
— ¿y si me dices que es?
— No.
— Buu

Me dio las llaves del carro.

— ¿Manejaré? — Lo miré asombrada
— Si es tuyo. Pero por favor maneja con precaución
— Por supuesto que si

Me metí emocionada al auto, se puso su cinturón y lo seguí esto había salvado mi vida. Encendí el auto y empezó a sonar Dua lipa en el estéreo, lo miré.

— ¿te gusta no?
— Si
— Bueno siempre estaré para complacerte

Lo miré con picardía y él sonrío

— Gracias

Le agarré la mano y le di un beso. Arranqué el auto, él me dirigía quise ser buena y manejar con precaución, me sorprendí mucho llegar al muelle. Estacione el parque en un lugar reservado, bajamos al mismo tiempo.

— Me vas a regalar un barco — Dije bromeando

Él se encogió de hombros

— No un barco, — caminamos en la fila de yates, hasta que llegamos a uno — Un yate si

Mire el que teníamos enfrente no era nada modesto, pero había más grandes que ese, tenía mi nombre en él.

— Estás de broma ¿verdad?
— No
— ¿Cómo me vas a regalar un yate?, con mis dos regalos son suficientes, es demasiado.
— para mí no.
— Tu padre me comentó que iban en buen tiempo a navegar con tu madre y te encantaba. Quiero que hagas nuevos recuerdos conmigo y naveguemos juntos.
— Eso fue hace mucho, y si eran demasiados buenos recuerdos, pero no puedo aceptar este
— ¿Ni este?
— Dijo sacando unas hojas dobladas de papel de su chaqueta.
— ¿Qué es?
— Ve lo tu misma

Las leí detenidamente y tuve que volver a leerlas porque no podía creerlo.

— ¿por qué?
— Quiero que te sientas en casa, sé que me porte mal la última vez, no quiero que vuelva a pasar y no pasará por eso si el que se tendrá que ir seré yo.
— No puedo aceptarlo esto están loco como el yate.
— No lo es, quiero dártelo.
— Demasiado dinero y no permitir que lo gastes en mí.
— Olivia es como quitarle un pelo al gato y no me importa si me lo gasto en ti para eso trabajo, para consentir a mi mujer.
— Si, pero no puedo aceptar tu casa
— Ahora es tu casa
— Podíamos compartir.
— Todo lo mío es tuyo.
— Mierda Nicholas eres extremista
— Por ti lo que sea amor.

Lo besé y lo miré.

— Me la dejas difícil para tu cumpleaños.
— Yo solo quiero una cosa
— ¿Qué?
— Tú
— Eso ya lo tienes
— Entonces no necesito nada más.

Mierda ¿se puede uno derretir de amor? Si se pudiera ya estuviera goteando al océano.

***

Mentiría si dijera que hoy no me importo mi cumpleaños porque si lo hizo, Nicholas me ha consentido en todo, aunque lo más extraño es que nadie me ha felicitado ni Steph de la cual era la más interesada en mi cumpleaños que yo, si estaba dolida, pero sé que todos tienen cosas que hacer y no soy el centro de atención para todos, aunque mínimo mi papá que soy su hija menos no me extraña siempre mandaba felicitaciones por teléfono o en tarjetas o con sus regalos a Francia o Alemania.

— ¿Te encuentras bien? — dijo mientras ponía su mano libre en mi pierna
— Si
— Estás muy pensativa — me miró rápido y después a la carretera.
— Es solo que esos regalos fueron demasiado para asimilar
— ¿Segura?
— Si

Íbamos a cenar al Daniels que era de comida francesa. Me puse un vestido sencillo con mi collar y los aretes que me regaló Nora.
El valet parking nos recibió, me abrió la puerta para que pudiera salir del auto.

— Gracias

Entramos al restaurante, no había mucha gente de lo acostumbrado

— Buenas noches, Señor y Señora Miller síganme.

Lo hicimos y nos llevó a un lugar de reservado.
Cuando abrió la puerta gritaron

— ¡Sorpresa!

Mujer Comprada [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora