Mujer Comprada [EN CORRECCIÓN]

Capitulo 12

Hacerlo en un estacionamiento se sentía más excitante por el simple hecho de estar en el peligro que nos descubrieran.

— me tienes loco Olivia.

Beso, mi cuello ya que descansaba sobre su pecho.

— Creo que deberíamos separarnos ya no debe tardar en llegar los primeros
— mmm...
— Olivia no quisieras estar en la boca de todos tus empleados
— Son empleados de mi padre no míos.
— Mientras tú estés aquí al mando son tuyos
— para mí, mala suerte
— ¿Por qué no te gusta?
— Estar encerrada en una oficina no es lo mío.
— Debes aprender todo esto se te quedará algún día
— Dios quiera no, aparte es también de Zoe.
— ¿En serio le dejarías la empresa a Zoe?
— No para ser honesta
— Lo sabía.
Me dio un beso en la nariz
— siento haber desconfiado de ti Nicholas
— estoy herido, pero no me queda de otra.
Sonreí, la verdad no.
— Eres inteligente — le dije apretando sus cachetes
— Si sufro contigo, imagínate cuando tengamos una niña.

Me quedé petrificada, ¡hijos no!

— ¿Qué pasa? ¿No quieres hijos?
— no ahora
— ¿Por qué no?
— sería una bebé criando a otro
— En eso tienes razón, pero para eso estoy.
— Solo quedemos nos, así como estamos.
— Un día te voy a embarazar y no harás nada para salvarte.
— ¡ja! Ya quisieras yo estoy bien cuidada
Me miró
— ¿Cuidada?
— Si pastillas créeme que si no las tomará ya tuviéramos como 5 hijos
— Para mí está bien
— Pues para mí no.

Al medio día después​ de terminar una junta, hice mi cita para doctor, no quiero llevarme una sorpresa después y solo me quedaba pastilla para dos días. Salí una hora antes porque tenía cosas que hacer, exactamente no sabía dónde se encontraría, pero iría a lo seguro.

— Buenas tardes, vengo a visitar a la señorita Scott
— Buenas tardes señorita. ¿Es amiga suya?
— Sí, es que vengo de un viaje largo y me enteré de que está aquí y ansió verla
— La señorita Scott salió de viaje
— ¡Qué lástima! ¿Sabe cuándo regresa?
— No puedo darle esa información
— Es que quiero darle la sorpresa soy una de sus amigas.

Me miró analizando, y puse mi sonrisa más inocente que tenía, vi que no tenía intención de ayudarme, aunque se diera cuenta hice que sonara mi teléfono como una llamada.

— Hola sí amor iré a la casa solo quería darle una sorpresa a Camila, — esperé — si claro, ansiaba verla, pero me dicen aquí en el hotel que no se puede, — espera — claro te amo. — "colgué" — mi esposo, disculpa usted lo debe de conocer es Nicholas Miller
La cara de la recepcionista cambio a sorpresa
— Por supuesto, el señor Miller es un miembro muy importante para el hotel. — miró a los lados para que nadie la escuchara — la señorita Scott regresara el lunes.
Sonreí de oreja a oreja
— Muchas Gracias
— Para servirle

Salí de ahí, porque tarde que temprano la haría pagar así tendré tiempo de elaborar un plan.
Justo cuando iba a arrancar mi auto, me estaban llamando esta vez sí era mi esposo.

— Bueno, aquí Olivia allá quien.
— tu hombre
— ¿Cuál de todos?
Quedó en silencio
— Es broma Nicholas
— Eso espero Olivia
— ¿Qué paso?
— Otra vez no podré llegar a cenar
— ¿Y por qué?
— Junta de última hora.
— bueno mientras no andes con piernas largas podré soportarlo
— No solo con piernas peludas
— Señor Miller ¿acaso acaba de hacer una broma?
Él empezó a reír
— ¡Wow! Eso manchará tu historial de anciano
— No, si nadie de entera
— Lo publicaré en todos lados
— No lo harás
— ¿Apostamos?
— Olivia ¿Qué haré contigo?
— Amarme
— Eso ya lo hago
— Yo igual, si te tuviera enfrente ya te hubiera apachurrado esos cachetes
— Si lo creo, bueno amor te dejó, maneja con cuidado
— Si tu igual de regreso a casa
— Te amo
— Yo igual.

Estaba tan aburrida en la casa que me metí a la piscina de adentro porque afuera ya no era buen tiempo, después de cenar, me puse a platicar un rato con Nora, estaba en la quinta plática cuando me llegó un mensaje de Nicholas con una foto de él y varias personas todos hombres, lo que me causo gracia, varios se veían confusos.