Vivía en una ciudad llamada Springfield.
Y ahí estaba yo, un chico de 16 años caminando por la escuela con mi rapidez hacía el auditorio, me gustaba escuchar al profesor de música tocar en su tiempo libre.
Era más satisfactorio escucharlo a solas que con un montón de "Pálidos" mirándome como un bicho raro. Porque aparte de ser moreno, tenía el color de ojos diferentes.
Ya me había acostumbrado desde niño a ser a veces el centro de burlas por las otras personas. Mi madre me recordaba ser fuerte, que debía de estar orgulloso de mis ojos de diferentes colores.
"Eres especial, mi vida, que no se te olvide".
Me dijo una vez cuando llegué a casa llorando.
"¿Entonces por qué Dios me hizo así sí sabía que me iban a lastimar tanto, madre?" Le comenté con bastante rabia.
Pero un día me di cuenta de que Dios también tenía una cara gentil.
Cuando iba a llegar al auditorio, me tropecé con alguien y caí de lleno al suelo.
Ahí fue cuando lo conocí.
Era un chico con un aire de pereza, sus ojos eran risueños y tenía unos labios...
—Hey, ¿Estás bien?— Claro que no estaba bien.
No sabía que me pasaba en ese momento. Nunca había visto aquellos ojos ni había oído aquella voz.
—Sí, gracias. —Reconocí que mi voz estaba más aguda de lo normal. Me sentí estúpido.
Cuando me paré, miré que él había tomado un casete que llevaba para poder escucharlo con el profesor Charles. Lo examinaba con curiosidad y por segunda vez me miró con aquellos ojos verdes.
—Guns N Roses...— Susurró cómo sí le deleitara decir ese nombre.
Cuando le iba a preguntar sí él igual los escuchaba, él me interrumpió poniendo una cara de preocupación.
—Te has partido el labio. — ¿Qué yo qué? No me había dado cuenta hasta que pasé mi lengua tímidamente por el labio inferior y sentí el sabor característico de la sangre.
—Eso se ve grave, hay que ir a la enfermería. —
— ¿Qué? — No me dejó terminar la frase cuando me tomó de la mano y me llevó con rapidez hacía la enfermería. Francamente no me resistí mucho. Había algo en aquél agarre que me sedaba.
¿Quién era aquél muchacho de ojos tan bellos?
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¡Dulce Chocolate!
Teen Fiction¿Te gustan las historias clichés? ¡Entonces esta es tu historia! Nathan un día se tropieza con Lucas en un pasillo de la escuela y ahí nace un ¡InstaLove! Lucas pone de cabeza el mundo de nuestro moreno protagonista, haciéndole dudar de su sexuali...