— ¿Nathan?— Cuando por fin salí de la escuela, escuché la voz del primer culpable de que mi día estuviera como estaba.
Lucas.Cuando lo miré algo en su cara cambió. Su expresión era de preocupación. Se acercó y me miró el rostro.
— ¿Viste a un fantasma? Estás pálido. — ¿Un negro pálido? Ese día había descubierto cosas de mí mismo que jamás hubiera pensado que podían sucederme.Dalton estuvo a punto de golpearme. Dalton nunca había salido del área de bullying verbal, pero sí aquél profesor no hubiese intervenido... ¿Qué hubiera hecho Dalton?
Recordé aquella gélida mirada y sentí otro escalofrío.Lucas me tomó por los hombros y me sacudió. Desperté del trance y miré aquellos ojos tan verdes y diferentes a los de Dalton.
—Lucas. — Pronuncié.
—Polo. —
— ¿Polo? Pero sí no te llamas marco. — Murmuré riéndome entre dientes.
—Lo sé, sólo te quería hacer sonreír. — Ah. Lucas, Lucas. ¿A que estabas jugando?
Me alejé un poco y sacudí la cabeza. Lo miré y luego fijé mi mirada en el cielo.—Por cierto, ¿Qué te pasó? Viniste con una cara asustada, me preocupé. — Comentó nuevamente Lucas mientras se ponía las manos en los bolsillos.
—No pasó nada. Creo que tan sólo fue un mal susto que pasé producto de mi imaginación. — Mentí. Lucas lo intuyó, pero no dijo nada.
¿Por qué le diría a mi primer amigo que un grandulón me molestaba?
Tal vez sí se lo decía, lo espantaría aún más.Entonces, intentando cambiar el tema drásticamente, le comenté.
— ¡Ya vámonos! ¿O quieres que grite a los cuatro vientos que tienes secuestrado a mi casete y que me obligas a comer helado contigo? ——No te atreverías. —
—No me retes. — Dije automáticamente y el sólo se rió con ganas. Empezamos a caminar lentamente, nos mirábamos de reojo y mientras hablábamos descubrí que irse a casa con un amigo era sensacional.
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¡Dulce Chocolate!
Teen Fiction¿Te gustan las historias clichés? ¡Entonces esta es tu historia! Nathan un día se tropieza con Lucas en un pasillo de la escuela y ahí nace un ¡InstaLove! Lucas pone de cabeza el mundo de nuestro moreno protagonista, haciéndole dudar de su sexuali...