Capítulo 13

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¿Acaso me veía la cara de profesor de danza y profesional de modas?

Quise por un lado ahorcarlo y por otro lado ayudarlo.

Debía entender su situación.

No tenía a su madre ni a ninguna persona que pueda ayudarlo a decidir... No sería su amigo sí no lo ayudaba.

— ¿Cuándo es?— Sabía que cuando Lucas me decía que necesitaba mi ayuda, la ayuda sería en pocos días.

—El sábado. —

—El sábado. — Dije incrédulo. Una sonrisa traviesa zarpó en su carita y asintió.

—Sí. No te preocupes, yo pagaré todo, pero con tal de que me ayudes a elegir algo lindo. Tal vez pueda escoger algo que no esté adecuado al ambiente y meta la pata. —

— ¿Y qué te hace pensar que los míos son refinados?— Sólo me bastó una mirada para convencerme.

—Está bien, acepto, pero pagarás todo lo que coma ese día. TODO.—

—Hecho.—

El sábado a las 10:00 AM estaba Lucas a las afueras de mi casa, esperándome con un porte relajado.

Obviamente cuando le pedí permiso a mi madre para salir con Lucas no opuso resistencia, es más, me dio algo de dinero y me dijo;

"—Tómate tu tiempo y pásatela bien. —" ¿Acaso está bien que una madre reaccione así cuando su hijo se va con otro por la ciudad?

Cuando salí noté que el ambiente estaba fresco, pronto llegaría el otoño.

—Parecías un total acosador mientras me esperabas. — Bromeé mientras le palmeaba la espalda con suavidad.

—No me culpes a mí, culpa a mi padre. Él tenía también ese aire de delincuente cuando esperaba. — Me reí un poco por la expresión que tuvo al decirlo, cómo sí estuviese cansado de que la gente le dijese que parecía un acosador.

Él no pudo evitar igual reírse. Con él había comprobado muchísimas veces que la risa era contagiosa y que reír con alguien más era una sensación grata.

—Muy bien. — logré decir después de coger aire para no morir de risa. — ¿Hacía donde vamos primero?—

—Eso no se discute. Primero vamos a comer. —

¡Dulce Chocolate!Where stories live. Discover now