Ezra y Alessa van rumbo al departamento de la joven. Ella debe cambiarse de ropa para ir a la oficina.
Ivys se había marchado temprano a clases, el lugar estaba solo.
-Esperaré en el auto hasta que termines de arreglarte.
-¿Porqué esperarías?
-Para llevarte a la oficina.
-No es necesario, hiciste bastante con traerme.
-Fuiste a recogerme a un bar cuando estaba borracho y te quedaste conmigo toda la noche, es lo mínimo que puedo hacer.
-Ezra, no es necesario.
-Me gusta pagar mis deudas.
-¿Deudas? No te estaba haciendo un favor y no me debes nada.
El rostro de la joven cambió de expresión denotando molestia.
-No es lo que quise decir.
Ezra necesitaba poner algo de distancia, no quería que Ale empezara a tener pensamientos sobre ellos y la extraña relación que tienen. Ni él mismo quiere pensar en eso ahora.
Ambos están vulnerables y no era el momento de tomar decisiones.
Sus manos estaban acostumbrada a las suyas, era ella la primera en quien su mente pensaba cuando ocurría algo, la debilidad que siente por sus labios y la sed de su cuerpo que no termina de saciar lo confunden, estaba en una encrucijada y no quería dejarse llevar.Era un hecho que sentía más de lo que decía pero ¿qué sentía ella?
-Está bien, como sea pero no hace falta que esperes en el coche, puedes quedarte aquí, en la sala. Es más cómodo.- habló Ale.
-Eso no es buena idea.
-No entiendo.
-Cuando tú y yo estamos solos pasan muchas cosas- Ezra le guiña un ojo a la joven -. No demores.
Alessa deja escapar un ruido de frustración mientras esucha la risa del joven cuando se marcha.
Se despoja de la ropa que lleva puesta y cambia su ropa interior por una de color blanco con delicado encaje a juego.
No cuenta con mucho tiempo para arreglarse, revisa en su armario y escoge la ropa con tela más ligera que encuentra.
Una blusa de seda color nude con acampanado en las mangas y un pantalón de lino color blanco acompañado con unas sandalias de cuero y un pequeño bolso del mismo material.
Enrolla su cabello largo formando un moño alta en su cabeza ajustandolo con una delgada goma, guarda el maquillaje en su bolso junto a la billetera. Revisa su imagen en el espejo de cuerpo entero.
Nada mal para tener poco tiempo.
Sale del departamento en dirección al auto de Ezra, desde la distancia pueder ver la sombra que nubla su expresión, la visita de Karolina lo ha alterado.
Respira profundo antes de subir al auto ahogando el nudo que se forma en su garganta, el pasado de Ezra también la ha afectado a ella.
-Perdón por la demora.
Ezra le da una rápida mirada y pone el automóvil en marcha, apenas puede ver el rostro de su acompañante. Recuerda que tiene algo que le pertenece a la joven.
-¿Tienes todo lo que necesitas?- menciona sin quitar la vista del camino.
-Sí.- responde Ale.
-Está bien.
No dice nada más durante el trayecto a la oficina de Ale.
El olor a sal es más fuerte en esa zona, la oficina está ubicada con vista al mar. Aparcan frente a esta. Es un pequeño local con grandes ventanales de vidrio, una zona muy transitada por turistas.
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Un No Tan Tipico Cuento De Amor
HumorAlessa y Ezra tendrán que descubrir sus sentimientos, enfrentar sus miedos, cerrar capítulos. El destino es una fuerza que no controlas, si algo debe pasar, pasará. Las elecciones que tomen los llevarán por un camino o por otro. ¿Están listos para...