s e i s

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El olor del sueño.

A veces me preguntaba si se podía odiar más a Kyungsoo, a veces yo mismo decía «No que va, ya sería el colmo», pero entonces llegaba él y destrozaba ese concepto y se hacía de odiar aún más. Yo no tenía la culpa, él mismo me daba motivos para hacerlo.

La cosa era que ese lunes, cuando tenía Química con Chaerin demonia y Kyungsoo reafirmé que mi odio no era ningún juego de niños.

La profesora no más entró al aula de clases nos pidió que nos colocáramos nuestros implementos de protección porque íbamos a hacer jabones. Teníamos que juntarnos con nuestro compañero de por vida, y casi con dolor extendí la mano para que Chanyeol me tocara los dedos, lo extrañaba tanto. Justo cuando Chanyeollie estaba por suspirar y transmitir el pesar de estar al lado de Baekhyun, Kyungsoo le dio un manotazo y nos separó.

Tenía el ceño fruncido, no lo había visto tan serio en mucho tiempo.

—Presta atención a lo que dice la profesora —me dijo, mirando fijamente el pizarrón.

Había cambiado su actitud completamente, porque cuando nos vimos en la puerta me habló como siempre, con ese descaro que los seguía a sol y a sombra, y comentó que pasó todo el maldito fin de semana pensando en mí y enjabonándose con mi nombre en la punta de su boca: le hubiese dado un golpe de no haber sido por la profesora.

Pero ahora estaba serio, sin mirarme y emanando un aura rara. A lo mejor se molestó por algo, así que aproveché sus instantes de seriedad para estar tranquilo.

La profesora puso un montón de formulas y elementos químicos en la pizarra siendo ese el paso a paso del dichoso jabón, pero yo no entendía nada. Kyungsoo estaba con sus gafas puestas y concentrado en su trabajo agregando unas gotas azules a un envase con un gotero, tres para ser exactos.

—Toma el gotero que está allá y agregas la esencia junto al gel, debes tener cuidado con mezclar porque…

Me quedé mirando mientas me explicaba lo que debía hacer, movía sus labios al compás de cada palabra y batía sus pestañas cada que podía; eran tan espesas. ¿Cómo podía tener tan frondosas las pestañas? Casi podía perderme en ellas, y sus mejillas, wow, se veían tan esponjosas y no se le notaba nada de acné.

¿Cómo hará para lucir así? ¿Y por qué será que le estoy dando vueltas a un tema que se supone detesto?

—Jongin, ¿entendiste?

Pestañé y espabilé mirando al gotero que estaba en su mano, no quise mirarlo a los ojos porque temía lo peor. Sólo asentí y el hizo un Uhmm, y yo me dispuse a hacer lo que él me había indicado pero estaba en problemas, no escuché nada de lo que dijo por culpa de su belleza…

¿DIJE BELLEZA?

Quise d-decir BAJEZA

Negué y saqué esas ideas extrañas de mi cabeza y eché en el gotero lo primero que encontré mientras él nivelaba el calor de nuestra mezcla.  No sé que hice, pero sí sé que no fue lo más indicado, porque cuando Kyungsoo echó mi mezcla al tubo de ensayo un humo verde nos explotó en la cara. El humo inundó todo el salón.

—¡Jongin y Kyungsoo, ¿qué hicieron?!

Yo no supe qué hice, pero sabía que lo que falló vino de mi parte, y vino porque no le presté atención a Kyungsoo. La profesora comenzó a regañarnos y nos puso un trabajo escrito de diez mil palabras acerca de las contra reacciones químicas, además preguntó quién había sido el causante del error porque a ese le iba  a bajar cinco punto en la nota del trabajo.

Me asusté porque de cajón, ya estaba comenzando con mal pié la clase que menos se me daba, cinco puntos que más adelante me iba a servir, ahora los había perdido por estúpido.

—Lo siento, profesora Lee —se excusó Kyungsoo, mirando a sus zapatos—. No presté atención a los elementos y mezclé de forma incorrecta.

—Cinco puntos menos, Do.

Kyungsoo asintió y cuando estuve a punto de decirle que no se las diera de héroe, me tomó de las manos y me detuvo. La profesora dio clase vista y se marchó del lugar, el resto de la clase se fue refunfuñando, pero nunca con nosotros porque nadie se atrevía a meterse con alguno de Los Kim’s o Los Chinos.

El salió a toda prisa al baño, olíamos a jabón de baño pero había algo más, me sentía demasiado activo, el sueño que sentía al levantarme ya no estaba. En silencio retiramos los rastros verdes de nuestra cara y uniforme.

—Tenemos que hacer el trabajo, cuanto antes mejor —me dijo, lavándose el pelo—. Al salir de tu clase, reúnete conmigo en la biblioteca.

No dije nada acerca de vernos en la biblioteca porque a éstas alturas ya no me podía quejar, no sólo por mi causa habíamos explotado la clase, sino que Kyungsoo se echó la culpa por ello quedándose con cinco puntos menos, así que sólo me dediqué asentir y me largué a esperar que mis otras clases llegaran.

Pero la cuestión fue que durante el trayecto no dejé de pensar en lo que había hecho Kyungsoo por mí, él lo sabía, sabía que necesitaba esos puntos y que él fácilmente podía no necesitarlos por su rendimiento. Me sentí extraño con ese gesto, era como si le debiese algo.

Cuando menos me di cuenta ya era el final de mi última clases, y debía dirigirme a la biblioteca; esquivé salvajemente a mis amigos y a Soojung porque no quería rendir declaraciones, a sabiendas de que el incidente se había regado como pólvora en el mismo instante que salieron los estudiantes de clases. Llegué en silencio y miré los pasillos desérticos del lugar buscando a FastidioSoo.

Lo encontré.

Estaba con una pila de libros una de cada lado, un libro en las manos y dormido. Rodé los ojos. ¿Cómo siquiera podía dormir cuando teníamos diez mil palabras que escribir? Me acerqué haciendo todo el ruido posible para espantar su sueño, cosa que logré porque rápidamente empezó abrir sus ojos mirando a su alrededor como desorientado.

—Dios, tengo tanto sueño —susurró, tallándose los ojos con sus manos. Se miraba tan… adorable.

¿ADORABLE?

QUISE DECIR DEPLORABLE.

—Me siento tan cansado, tan exhausto.

No le presté atención a lo que dijo, sólo me eché en el piso y me puse a subrayar todos lo que podía ser interesante para nuestro trabajo, de todas maneras y viéndolo bien, no podíamos comenzar sin una computadora y no lo había pensado antes. Sólo me dediqué a hojear y ver libros mientras el ser que tenía al lado bostezaba a cada momento.

Uno de los libros que agarré decía que una de las contra reacciones de nuestra fórmula es que si explotaba en la cara, podía causar alergias, quemaduras, insomnio, sueño…

Miré a Kyungsoo dormitando y comprendí que su sueño repentino se debía a eso.

Pero, y yo, ¿qué reacción había causado en mí?

Seguí leyendo pero todo lo vi muy normal, es decir, normal para mí.

—Oye, creo que tu sueño se debe a…

Estaba dormido, completamente dormido otra vez. No podía culparlo, yo tenía la culpa de su desgaste, y ni siquiera sabía cuánto iban a durar los efectos. Me sentía fatal.

Kyungsoo dio un suspiró y sin quererlo, sin premeditarlo, esbocé una sonrisa.

Se miraba tan inocente…

¿INOCENTE?

Quise decir, i-indecente.

Esperen..., no podía. Inocente. Sí, eso fue exactamente lo que quise decir.

🐻

A veces se me olvida que estoy actualizando este fanfic xd
Perdón, yo quejándome de esas autoras que nunca actualizan y mirenme a mí, el desastre xd

Razones Por Las Que En Serio Te Odio → KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora