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Razón tres: ¡Me haces escribirte!

No me lo van a creer pero esa tarde salí de clases buscando a Kyungsoo por todos lados, no crean, era porque quizá habíamos olvidado finiquitar detalles de nuestra cit—salida de estudios. Lo empecé a buscar casi poseído tratando de hallarlo cuando otras veces huía como la peste de él. Lo busqué en su salón, en el jardín, en los pasillos, lo busqué hasta en los baños pero él simplemente había desaparecido de la faz de la tierra en la que se encontraba la escuela y yo no supe cómo tomarme eso.

Me había acostumbrado a que ese chiquillo me siguiera a todos lados, que me abordara en el bus, en los pasillos e incluso en las calles cuando decidía irme caminando, pero ahora no estaba y yo me encontraba mucho más que molesto. ¿Qué se creía él? ¿Acosarme para luego desaparecer de mi radar? ¡No lo concebía!

Justo cuando empezaba a delirar aún más, me encontré con Soojung y Yixing, ¡por Dios ¿eso era un beso?! Definitivamente mi amiga se estaba comiendo a Yixing detrás de un arbusto; reconsideré la idea de molestarlos y preguntarle a Yixing por Kyungsoo porque a fin de cuentas éste siempre vivía caído de la mata, además no quería que Soojung se diera cuenta que estaba preguntando por mi peor enemigo.

Los dejé jamonearse tranquilamente, y seguí caminando a ver si en mi travesía me encontraba con algún Chino que me diera fe del paradero de Kyungsoo, pero me terminé encontrando con Kyungsoo mismo sólo que este estaba recostado de una pared, hablando con Eunhee.

Todo mundo se sabía la historia de esos dos, se hicieron novios el segundo mes que Kyungsoo llegó a la escuela, pero estuvieron juntos el mismo tiempo que permanecía la comida delante de Soojung, o sea nada. Kyungsoo terminó con ella y las razones nunca se supieron, no quedaron como amigos y no se hablaban, mayor fue mi sorpresa encontrarlos a los dos hablando tan bajo, y tan cerca.

Me terminé acercando porque quería saber, no porque fuera chismoso, no.

—Eunhee ya te dije que este sábado no puedo —dijo Kyungsoo, su voz sonaba como fastidiada.

—Kyungsoo, no seas así. Hazlo por lo que alguna vez fuimos y tú tiraste a la basura.

Escuché perfectamente como el chico le gruñó.

—Eunhee, yo no tiré nada a la basura —reprochó Kyungsoo, no lo podía ver pero sabía que se miraba bastante molesto—. Si corté contigo fue porque te mereces a alguien que también gusta de ti.

—¡Pero pensé que yo te gustaba!

—Eun, eres realmente muy bonita pero en serio, no puedo dejar de pensar en Jongin.

—¡¿Qué tiene Jongin que yo no tenga?!

Rodé los ojos, ¿por qué se está comparando conmigo?

—Tiene pene —respondió él, y a mí se me aceleró lo que es y lo que no es también—. Me gusta Jongin, y este sábado voy a salir con él. Por ende no puedo acompañarte a esa fiesta de tu prima.

Como Kyungsoo dio por finalizada la conversación con Eunhee, yo simplemente me eché corriendo hacia el pasillo de al lado para no dejar rastro de mi intromisión allí. Estaba sorprendido y angustiado de una forma que no podía explicar. Kyungsoo me había estado molestando todo este tiempo, acosándome, tocando y hasta ahora yo pensaba que se debía a que le gustaba fastidiarme. Nunca lo había escuchado tan serio. Sabía por sus mensajes que supuestamente tenía un gusto por mí pero simplemente esto me superaba. Escucharle decir eso hacía que mi errático corazón latiera tan fuerte amenazando con salirse de mi pecho, y para ser completamente sincero nunca me había sentido así, nunca las palabras de nadie me habían calado tan profundamente, mucho menos las de un chico y mucho menos las de Kyungsoo.

Razones Por Las Que En Serio Te Odio → KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora