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Razón cuatro: No me puedo concentrar a tu alrededor.

El sábado llegó más rápido de lo que cantaba un gallo, en un momento estaba yo recibiendo a mis abuelos y exponiendo mis mejillas en contra de mi voluntad y al segundo siguiente ya eran las dos de la tarde y me encontraba parado en frente del espejo eligiendo qué ponerme.

No quería darle tanta importancia a una salida de estudios con mi peor enemigo, pero no pude evitar situarme en frente al espejo y querer lucir bien, sólo por la mera idea de verme bien y que no tuviese que ver con causarle buena impresión a él. Para nada.

Revolqué mi ropa tratando de encontrar algo realmente aceptable para ponerme. Estaba haciendo fresquillo así que en la parte superior opté por un suéter ligero de color azul claro que tenía los puños y el cuello de color azul marino, en la parte delantera tenía en un signo positivo en letras blancas que resaltaban muy bien, me puse una gorra con la visera hacia atrás del mismo azul marino del suéter, opté por un pantalón blue jeans desgastado y zapatos converse color blanco. Aproveché en demasía que el parque Gong era bastante limpio porque sólo así me ponía zapatos que tenían la manía de ensuciarse apenas los mirabas.

A pesar de que mi elección de ropa sonaba sencilla, me tomó una hora completa poder armarla, y para cuando había terminado, faltaban escasos cuarenta minutos para las cuatro de la tarde. No quería llegar tarde, no quería darle mal aspecto a Kyungsoo porque no quería que me catalogara de holgazán y tener motivos para burlarse, así que tomé mi mochila y mis cosas y salí corriendo antes de que a mi abuela le diera por hacerme avena para llevar.

En el camino me mentalicé mucho cómo iba a llevar el rato con Kyungsoo, porque desde la última plática por teléfono las cosas se habían puesto un poco raras, no le respondí el mensaje y vilmente lo dejé en visto, él no me reprochó nada, y en la escuela me trató tan normal que incluso me hizo sentir extraño. Ese sábado en la mañana me había enviado un mensaje recordando nuestra cita pero no se dijo nada más, y yo no supe cómo interpretar eso.

Ahora estaba a unos cuantos pasos de él, y con las expectativas a millón.

Cuando llegué, Kyungsoo no había llegado, supongo que fue porque aún faltaban diez minutos, le dije que estaba en la zona cercana a la laguna de los patos y él me respondió con un Ok. Saqué mi laptop, mis instrumentos de trabajo y me puse a rayar por no dejar y al cabo de cinco minutos Do Kyungsoo apareció dejándome absurdamente perplejo.

Llevaba un suéter azul marino con el cuello y los puños en un color azul claro, el suéter tenía un símbolo negativo en la parte delantera, también traía una gorra del mismo azul claro, pantalones azules gastados, converse blanca. Esto tenía que ser una jodida mala jugarreta. Parecía que íbamos a juego, como ropa de pareja.

Kyungsoo colocó sus cosas en la mesa con una sonrisa de las suyas, sabía que se estaba riendo por el hecho de que andábamos vestidos igual, salvo por la inversión de los colores. Me miró directo a los ojos y sinceramente, todo el miedo que sentía de que me pudiera tratar como un extraño luego de los mensajes escapó de mí cuando él habló.

—¿Has visto el video de Zico I Am You, You Are Me? —me preguntó, y yo contuve el aliento. Había visto el video, sabía de qué se trataba—. Voy a empezar a pensar que Soojung tiene razón.

Pestañeé varias veces, no entendí sus palabras.

—¿Razón de qué?

—De que son los astros, y el destino —respondió mirándome con esos ojos grandes y negros que me absorbían enteramente—. ¿No te parece, Jongin-ah?

Supe que estaba rojo por el calor en mis mejillas y orejas, también por la forma en la él me miraba. Sabía que esto iba a ser así toda la tarde porque Kyungsoo se había propuesto a hacer eso, a invadir mis pensamientos con esas cosas que solía decir, que solía hacer. Yo incluso no dejé de pensar en ningún momento en él, ya hasta había admitido que me había gustado besarlo y que quería más. Sabía que no podía seguir mintiéndome a mí mismo con respecto a él, y cabía la posibilidad de que él me atrajera sólo un poco pero no era una verdad absoluta, no cuando yo todavía podía batallar para que eso no se expandiera en mi cuerpo. Confiaba que al cabo de algunos días esa sensación en mi pecho desaparecería, y que Kyungsoo pasaría a ser nada más que un mal recuerdo, una cosa que pufff, sí, estaba loco, no sabía lo que estaba haciendo.

Sin embargo la tarea se me hacía cada vez más difícil cuando él se acercaba a mí y me hablaba acerca de fórmulas químicas porque Efectivamente sí, mi sueño excesivo de la otra vez se debió a una reacción secundaria de la explosión. Kyungsoo quiso escribir eso como parte de una experiencia en el trabajo, dijo que así podía ser más creíble y mucho mejor, mientras yo hacía el intento por concentrarme en algo más que no fueran sus labios fruncidos cuando se equivocaba de palabra y tenía que borrar, o sus mejillas que se abultaban cada que encontraba otra reacción más.

Él era muy expresivo.

Todo lo que hacía lo manifestaba con sus ojos grandes, con sus labios, con sus manos blancas, incluso con su cuerpo entero.

Creí respirar un poco con regularidad cuando se ofreció a comprar unas bebidas para los dos pero fue peor porque cuando se dio la vuelta, me quedé viendo su caminata, no pude evitar darle la razón a Soojung cuando decía que a él de verdad le habían crecido un poco los muslos, y..., el trasero. La forma en la que caminaba y se pavoneaba era un golpe en mis zonas sensibles y yo quería detenerlo pero al mismo tiempo quería dejar que se expandiera porque la sensación no era del todo desagradable.

—Aquí está, lo pedí medio azucarado como te gusta —me dijo, dejando un batido de fresas y chocolate. Justo en ese momento recordé que no me había preguntado que quería pero me trajo exactamente lo que a mí me gustaba.

—¿Cómo sabes que me gusta poca azúcar? —inquerí, por alguna razón la posible respuesta hinchaba mi pecho.

—No lo sabía, lo intuí. A mí no me gusta con poca azúcar porque siento que queda desabrido así dije A Jongin-ah le gusta todo lo que a mí no, y aquí estamos.

Buena treta. Tan buena que inconscientemente sonreí, lo que hizo que él me guiñara el ojo y yo me acalorara.

Luego de que terminamos nuestros batidos seguimos en la búsqueda de tantas reacciones como fuese posible. Me di cuenta que a las seis de la tarde, el parque se comenzó a inundar de personas y parejas, sobre todo parejas; tomaban sus mantas y las extendían en el césped y se sentaban mirando el cielo, esperando por algo.

—Dentro de un rato habrá una lluvia de estrellas —explicó Kyungsoo, mirando el cielo también—. Dicen que esas son las estrellas que bendicen a las parejas que están destinadas por el resto de sus vidas.

Nos miramos no sé cuánto tiempo pero cuando me di cuenta ya las parejas estaban emocionadas viendo las estrellas cayendo, me acordé que Soojung vagamente me había comentado de esto, pero escapó de mi mente así como el aire de mis pulmones. Me dediqué a verlo, a observar cómo se miraba su rostro debajo del manto de estrellas, cómo sus ojos brillaban mirándome en lugar de admirar el espectáculo natural del parque. Atrapó su labio entre los dientes y por un instante quise mandar todo a la mierda y acercarme más, porque quería. Porque estaba rogando que pasara.

—¿No crees que es hermoso? —me preguntó, dejando de mirarme para ver a las estrellas cayendo en la misma dirección y como si fuese la misma vía láctea.

—Sí, es hermoso —respondí sin apartar mi mirada de él.

Y no, no me estaba refiriendo a las estrellas.

🐻

Este es uno de mis capítulos favoritos bc nini está sólo en la línea que separa el "me está empezando a gustar" a "joder, ya me enamoré"

Espero les haya gustado, nos estamos leyendo. Besitoooooos ❤

Razones Por Las Que En Serio Te Odio → KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora