dark eyes ➳ l.t

xi. reencuentro

La euforia de la gente es contagiosa. No puedo creer que estemos haciendo esto. Gritos por todas partes. Tenemos que movernos rápido. Taeyong me toma de la mano y me guía hacia uno de los camerinos del personal.

- ¿Estás nerviosa?

Creo que debería preguntárselo eso a él. Veo en sus profundos ojos una chispa muy particular, como una luz que parpadea ligeramente y corre de un lado a otro. El sudor cae por su mandíbula bien marcada y termina por disiparse entre las venas de su cuello.

- Sí ¿y tú?

Enarca las cejas. Es obvio, ambos estamos temblando de miedo. Taeyong solo atina a resoplar bajo y apretujar mis dedos entre los suyos.

- Estamos juntos en esto.

Dos horas más tarde

- ¡¿Vieron la cantidad de gente?! ¡Wow! ¡En mi vida había visto un montón!

- Mark, no exageres. Eran solo unas filas.

Algo llama mi atención. Una figura muy particular se mueve a la izquierda de los parlantes principales. Entrecierro los ojos para enfocarlo bien, pero ni así logro reconocerlo. Un golpeteo en el pecho me indica que debo averiguar a quién pertenece esa sombra.

- ¿Y qué piensas? -Yuta me zarandea y gira mi cuerpo- ¿Estás bien? Llevas un buen rato sin decir nada

Los tres me miran extrañados. Estoy a punto de decir algo pero una voz familiar resuena tras mis espaldas.

- ¿Tú?

Yuta me empuja hacia un lado para dirigirse al dueño de la voz, quién también parece haberlo reconocido. Entonces me doy cuenta del por qué esa sombra me parecía vagamente familiar ¡Era Winwin!

- ¿Qué haces tú aquí? -hay un cierto tono de enojo en Yuta

- Adelanté el vuelo.

Al parecer nadie se percata lo que empieza a resbalar por mis mejillas. Yuta y Winwin parecen conocerse de algo, pero ¡Por Dios! ¡Es mi hermano! ¡¿Acaso sabe que estoy frente a él?! Pasan varios segundos y el silencio sigue presente en la sala.

- ¿Kira?

Mark observa mis ojos probablemente rojos. Su llamado hace que Winwin se dé cuenta que hay más personas aparte de Yuta. Ahora él es el sorprendido. Pero ya no estoy ahí para ver qué pasa. Una furia empieza a recorrer mi cuerpo y tengo que salir de la sala. Por alguna razón,empiezo a correr. No volteo pero sé que alguien está detrás de mí siguiéndome.Corro aún más rápido y llego al baño de chicas antes que él. Apenas cierro la puerta, me desmorono sobre mi propio peso. Ahora vienen las lágrimas de verdad.